En una entrevista al sitio web Comicsalliance, Lee Bermejo afirmaba que, con Suicidas, pretendía realizar un cómic investido con los atributos de una película de ciencia ficción de los años ochenta, como Mad Max, Robocop o 1997: Rescate en Nueva York. Es decir, una distopía futurista en que la humanidad se recobrase a duras penas de los efectos devastadores de un cataclismo (terremoto, en este caso). Sobre este escenario sombrío, se desarrolla un drama humano salpicado con abundantes (y vigorosas) escenas de acción. En la misma entrevista, el dibujante de Joker declaraba su intención de crear un universo urbano que pudiera mostrar desde distintos ángulos, de una forma similar a la que Frank Miller había empleado en Sin City. Los seis episodios que comprende Suicidas: Los Reyes del Infierno refrendan cada una de sus palabras. Estas páginas (espléndidamente dibujadas por el italiano Alessandro Vitti y el argentino Gerardo Zaffino) acometen la cartografía de un mundo en ruinas.
Suicidas fue una obra de maduración lenta que rondaba la cabeza de su autor desde mucho antes de su plasmación sobre el papel. Por eso, cuando Bermejo empezó a escribirla, tenía ideas muy precisas acerca del escenario, los protagonistas y la dirección hacia la que pretendía guiarlos. Suicidas: Los Reyes del Infierno —segundo arco argumental de la serie— gira en torno a un puñado de personajes marcados en su mayoría por una infancia traumática. La noción de “destino” planea sobre todos ellos, actuando como una fuerza ciega a la que tratan inútilmente de oponerse.
El argumento abandona los pabellones donde se celebraban los combates de “suicidas” en el primer arco de la cabecera. Ahora la acción transcurre a cielo abierto, en un entorno suburbial gobernado por pandillas rivales de adolescentes. El ruido de los cristales rotos y el aullido de las sirenas de policía forman parte del paisaje sonoro de la barriada. Pero un puñado de personajes —un líder pandillero, su hermana, el amante de esta, un periodista deportivo y un antiguo “suicida” de turbio pasado y no menos turbio presente— van a alterar sustancialmente la rutina del suburbio.
Bermejo, Vitti y Zaffino entretejen estas cinco vidas para dar forma a un relato feroz sobre la lucha por escapar a un destino aparentemente escrito en piedra. La narración arranca como una tragedia familiar que se ramifica y se convierte en thriller de suspense, en crónica de una traición, en fábula moral sobre la redención. Suicidas: Los Reyes del Infierno es muchas cosas, desde luego. También un tebeo impactante capaz de aglutinar canibalismo y romance en la misma página.
Jorge García
Artículo publicado en el volumen Suicidas vol. 2: Los reyes del infierno ¡Ya disponible en vuestra librería habitual!
Previa de Suicidas vol. 2: Los reyes del infierno
Suicidas fue una obra de maduración lenta que rondaba la cabeza de su autor desde mucho antes de su plasmación sobre el papel. Por eso, cuando Bermejo empezó a escribirla, tenía ideas muy precisas acerca del escenario, los protagonistas y la dirección hacia la que pretendía guiarlos. Suicidas: Los Reyes del Infierno —segundo arco argumental de la serie— gira en torno a un puñado de personajes marcados en su mayoría por una infancia traumática. La noción de “destino” planea sobre todos ellos, actuando como una fuerza ciega a la que tratan inútilmente de oponerse.
El argumento abandona los pabellones donde se celebraban los combates de “suicidas” en el primer arco de la cabecera. Ahora la acción transcurre a cielo abierto, en un entorno suburbial gobernado por pandillas rivales de adolescentes. El ruido de los cristales rotos y el aullido de las sirenas de policía forman parte del paisaje sonoro de la barriada. Pero un puñado de personajes —un líder pandillero, su hermana, el amante de esta, un periodista deportivo y un antiguo “suicida” de turbio pasado y no menos turbio presente— van a alterar sustancialmente la rutina del suburbio.
Bermejo, Vitti y Zaffino entretejen estas cinco vidas para dar forma a un relato feroz sobre la lucha por escapar a un destino aparentemente escrito en piedra. La narración arranca como una tragedia familiar que se ramifica y se convierte en thriller de suspense, en crónica de una traición, en fábula moral sobre la redención. Suicidas: Los Reyes del Infierno es muchas cosas, desde luego. También un tebeo impactante capaz de aglutinar canibalismo y romance en la misma página.
Jorge García
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