Eccediciones

Veteranos de guerra

Ya conocemos a Pandora, la misteriosa encapuchada que apareció al final de Flashpoint y vigiló de cerca los albores del Nuevo Universo DC. Y aunque hacía unos meses que no sabíamos nada de ella, este cuaderno no solo la recupera sino que aporta mucha información sobre su origen y su verdadero propósito al mismo tiempo que prepara el futuro próximo de la Liga de la Justicia, franquicia a la que se añade a partir de este mismo mes Liga de la Justicia de América, título imprescindible escrito por Geoff Johns y dibujado por David Finch.

Pero las andanzas de Pandora, realizadas en esta ocasión por (atención) Geoff Johns, Ivan Reis, Kenneth Rocafort, Gene Ha y Jim Lee, no son el único contenido del presente cuaderno. Mientras los titulares y Shazam, el complemento habitual, se toman un descanso, ECC Ediciones te ofrece un episodio muy especial extraído de DC Universe Presents núm. 0. Se trata de una de las primeras aventuras cronológicas de los Blackhawks en el contexto del nUDC. Pero ¿quiénes son esos aguerridos pilotos? Básicamente, son la respuesta de las “personas normales” a los superhéroes en un momento en que estos empiezan a hacerse muy visibles. Y ese momento es la Batalla de Metropolis, aquella que reunió a la Liga de la Justicia con motivo de la invasión de Darkseid y las huestes de Apokolips.

No obstante, la idea de un grupo de pilotos excelentes, en otros tiempos conocido como Escuadrón Blackhawk, no es nueva ni mucho menos. Su primera aparición se remonta al verano de 1941, cuando la editorial Quality Comics los presentó en la primera entrega de su antología Military Comics. Obviamente, la época propiciaba la proliferación de historietas de corte bélico, ya que la Segunda Guerra Mundial se encontraba en pleno apogeo en Europa y, en diciembre del mismo año, Estados Unidos se uniría a la trifulca, una posibilidad que ya sopesaban muchos en el momento en que debutaron estos personajes. Pero como el país más poderoso del mundo aún no había entrado en el conflicto, era natural que sus primeras andanzas transcurrieran en Europa, más concretamente en países como Polonia o Reino Unido.

Como en tantos otros casos, la creación de Blackhawk y su nutrido e internacional grupo de acompanantes nunca ha estado del todo clara. Su principal responsable fue el guionista y dibujante Chuck Cuidera, al que acompañaron durante las primeras entregas Bob Powell y el mismísimo Will Eisner. El éxito del escuadrón fue tal que, apenas tres años después, lograron una serie homónima que, paradójicamente, pilló a Cuidera en el frente. Pero terminada la guerra, estos pilotos corrieron el mismo destino que los superhéroes, y su estrella empezó a apagarse, si bien no definitivamente. De hecho, Quality los mantuvo en los kioscos hasta diciembre de 1956, momento en que pasaron a manos de National Periodical Publications, la futura DC Comics.

Pero ¿quién era el tal Blackhawk? Se trataba de un estadounidense que se había ofrecido voluntario para combatir contra los nazis junto al ejército polaco. Su socio Stanislaus y él vivieron diversas aventuras antes de marcharse a Reino Unido obligados por las circunstancias. Allí conocieron al resto de sus compañeros, si bien decidieron actuar de forma independiente para no someterse a las normas estrictas (y a la inevitable burocracia) de ningún ejército aliado.

La etapa del Escuadrón Blackhawk en DC fue ciertamente irregular aunque, eso sí, la editorial los mantuviera en el candelero hasta 1968 e incluso los integrase en su universo de ficción. Los intentos de resurrección fueron diversos y propiciados por circunstancias como la Explosión DC, durante la cual se multiplicó el número de series de la casa, o el proyecto de película de imagen real en que, al parecer, estuvo interesado Steven Spielberg a principios de los años ochenta. Pero su siguiente momento de gloria no llegaría hasta la miniserie que realizó Howard Chaykin en 1988, que devolvió a Blackhawk a la época de la Segunda Guerra Mundial y actualizó su origen para, entre otras cosas, convertirlo en Janos Prohaska, polaco que, por definición, tenía muchas cuentas que saldar con los invasores nazis.

Pero ni la miniserie en cuestión ni otros intentos loables como su presencia en Action Comics Weekly fueron suficientes para que el Escuadrón Blackhawk recuperara la gloria de antaño. Así, durante mucho tiempo, se convirtieron en una especie de secundarios de lujo que no terminaban de cuajar, sobre todo en los años noventa, donde nada que tuviera cierto toque “añejo” lograba encontrar un hueco entre los superhéroes armados hasta los dientes que repar- tían tortas a diestro y siniestro. Terminada esta moda, estos pilotos siguieron ocupando un papel marginal en el nUDC si exceptuamos la más que honrosa excepción de la Lady Blackhawk original. Creada por Jack Schiff y Dick Dillin en 1959, Zinda Blake había participado en muchas aventuras con sus compañeros varones antes de viajar en el tiempo por culpa del evento editorial Hora Cero. Guerrera, atrevida y, por qué no decirlo, aficionada a la botella, esta mujer se convirtió en parte esencial del reparto de Aves de Presa durante la primera época de Gail Simone al frente de dicha colección.

A finales de 2011, el nUDC se convirtió en el contexto perfecto para una resurrección del grupo, que adoptaría el nombre oficial de Blackhawks, en plural, y poco tendría que ver con la versión tradicional. Sus aventuras, escritas por Mike Costa y dibujadas por artistas como Graham Nolan o CAFU, volvieron a pasar desapercibidas entre la mayoría de colecciones del relanzamiento. Así pues, Blackhawks se canceló en la octava entrega para dar paso a una “segunda oleada” de títulos como, por ejemplo, Tierra 2 o Batman Inc. Eso sí, unos meses después, la editorial decidió recuperarlos para el mencionado episodio de DC Universe Presents núm. 0 que cierra el presente cuaderno. Y como han demostrado una y otra vez a lo largo de su trayectoria, seguro que no caerán en el olvido y que pronto volveremos a verlos.

Fran San Rafael