Warren Ellis me pidió que escribiera esto y me parece bien, hasta cierto punto. Lo que me incomoda es que ese punto es perturbadoramente afilado y es muy probable que se me vuelva en contra. He aquí el problema. Warren sabe que soy fan de Transmetropolitan, pero ¿cómo puede esperar que escriba sobre ello? ¿Se cree que vengo del pueblo con el lirio en la mano? No, señor, esta no es mi primera barbacoa. Si escribo que Spider Jerusalem es mi héroe, ¿cree que Spider me dejará salirme con la mía? Tendría suerte si solo sufriera un disparo de disruptor intestinal, y es mucho más probable que mis globos oculares estallaran tan fácilmente como al reventar una pústula y que la gata se los zampara. Si digo que Transmetropolitan es un faro de ironía brillante y sátira sardónica, ¿podría sobrevivir al torrente de insultos y mofas llenos de salivazos que me soltaría S.J.? Si dijera que Transmetropolitan me ha hecho reír como una hiena, ¿habría cubos suficientes para contener el vómito de Jerusalem? Si yo confesara que he deseado a las sucias ayudantes, ¿de qué repugnantes perversiones me acusarían? Si elogio el dibujo como uno de los más inteligentes y perturbadores desde George Grosz, pronto me encontraría representado como un personaje de fondo jodido, adicto a los mecanismos y manchado de mierda. Si considerase esta visión del futuro como convincente y apropiadamente aterradora, quizás nunca viviría para verla. ¿Entiendes mi problema?

Sin embargo, creo que puedo decir algo con toda seguridad: conozco esta Ciudad, he leído La Palabra, he escuchado a estos políticos, he olido la peste a codicia, le he lanzado cosas a la tele y me he preguntado qué futuro tienen la verdad y la belleza. He querido irme a vivir a lo alto de un páramo de Yorkshire.

Warren, dile a Spider que se cuide y que siga escribiendo la columna.

Patrick Stewart

Los logros de Patrick Stewart sobre el escenario y en pantalla son numerosos, pero quizás sea más conocido por su aclamada interpretación en solitario de Un cuento de Navidad, de Charles Dickens, y por su papel como el Capitán Jean-Luc Picard en la serie de televisión y de películas Star Trek: La nueva generación.

Introducción publicada originalmente en las páginas de Transmetropolitan núm. 5 (de 10): Ciudad solitaria.