Eccediciones
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Seguimos en guerra

Cuando se anunció que los guionistas de Flash iban a ser Francis Manapul, dibujante, y Brian Buccellato, colorista, no fueron pocos quienes afirmaron que la serie dejaría que desear en cuanto a argumento y diálogos. Sin embargo, el tándem se está consolidando como uno de los más estables del Nuevo Universo DC, y también como grandes expertos en finales de suspense. No en vano, el volumen anterior nos dejó con el alma en vilo. Pero no tanto por la posible muerte del protagonista sino por el descubrimiento de Patty Spivot, que cambia para siempre las reglas del juego de esta colección.

Precisamente, el cambio en la relación sentimental de Barry Allen es uno de los argumentos secundarios de esta entrega, que, por otra parte, está claramente dominada por la acción a raudales. No en vano, La guerra de los gorilas no se llama así en balde, y la salvaje agresión del Rey Grodd y sus simios va a poner en jaque a Flash y a sus aliados forzosos, los Villanos, como no se había visto hasta ahora en el nUDC. Con semejante situación, Manapul aprovecha para lucirse como de costumbre bien respaldado en las primeras páginas por Marcus To, dibujante que ya le ha enmendado la plana en números anteriores.

El esfuerzo de Manapul, visible en páginas tan impresionantes como las que cierran el primer episodio, bien merece un descanso que precede a la trama que nos ocupará en las próximas entregas y de la que, de momento, más vale no adelantar nada. En su ausencia, Buccellato asume en solitario el puesto de guionista para contarnos una historia coprotagonizada por el malogrado Trickster que dibuja Marcio Takara, brasileño afincado en Canadá conocido por sus trabajos para Image y Boom! Studios. Dicha historia concluirá dentro de cuatro meses justo antes de que llegue a la serie... En fin, lo dicho: mejor no adelantar nada.

Fran San Rafael