Eccediciones

Relatos angelicales

Rebecca Guay no es ajena al mundo de la fantasía; no en vano, fue ilustradora del juego de cartas Magic: The Gathering de Wizards of the Coast, editorial especializada en productos como, por ejemplo, la extensa saga Dragonlance. Además, su fascinación por los ángeles se remonta a su infancia, cuando conoció el mito romano de Cúpido y Psique, una historia de amor que comenzó cuando el dios del amor intentó llevar a cabo un malvado plan de su madre, Venus. Es por esto por lo que, para ella, estos seres ancestrales van más allá de la religión y se pueden integrar a la perfección en un entorno más propio de la ciencia ficción y la fantasía.

Junto a su amiga Holly Black, autora de Las crónicas de Spiderwick, Guay teje en Vuelo de ángeles un relato basado en un ángel que cae en un bosque repleto de criaturas mágicas que, en pocas palabras, no saben qué hacer con tan inesperado visitante. Es ahí donde comienza una estructura que bebe directamente de clásicos de la literatura universal como Los cuentos de Canterbury o El decamerón. En el primero, obra del inglés Geoffrey Chaucer, un grupo de peregrinos se contaban relatos, el mejor de los cuales obtendría como recompensa una merecida comida gratis. En el segundo, del italiano Giovanni Bocaccio, eran los supervivientes de la peste negra quienes se entretenían con cuentos tras abandonar Florencia.

En el caso de Vuelo de ángeles, las historias de los moradores del bosque tienen a los ángeles como tema común. Para ello, las autoras cuentan con escritores como Alisa Kwitney, novelista y editora de cómics, o Bill Willingham. Este guionista no es ajeno a la estructura de la obra desde su participación en House of Mystery, donde son los parroquianos de un bar de otra dimensión quienes comparten relatos de terror. Además, Willingham es especialista en integrar seres fantásticos en la vida cotidiana, como demuestra desde hace años en la aclamada Fábulas. En su relato, protagonizado por una ángel inmersa en la burocracia que recuerda hasta cierto punto a la Cenicienta de dicha serie, estas criaturas conviven entre la gente normal en el mundo contemporáneo, igual que Blanca Nieves y compañía ocupan una calle del centro de Manhattan.
El relativo realismo del relato de Willingham contrasta con las otras joyas que nos propone este volumen, donde se da una visión más poética de esos seres que han sido un misterio durante generaciones y que, para Guay y Black, se convierten en el eje central de una nueva obra maestra del sello Vertigo.


Fran San Rafael
Artículo incluido en Vuelo de ángeles