Eccediciones

Regreso a Korugar

 Korugar, ubicado en el sector espacial 1.417, es uno de los planetas más conocidos de la mitología de Green Lantern, y no precisamente para bien; no en vano, es el mundo natal de Sinestro, y su población ha sufrido lo indecible a lo largo de su ya extensa trayectoria en los cómics de DC Entertainment.

John Broome, guionista especializado en ciencia ficción, creó Korugar junto al dibujante Gil Kane allá por 1961 en el mismo cómic donde debutó el mencionado Sinestro. Se trataba de un mundo poblado por humanoides de piel rojiza de cuya naturaleza pacífica se había aprovechado el villano durante su primera etapa como Green Lantern. Convencido por las muchas súplicas de sus protegidos de que su hogar necesitaba un tirano que lo gobernara con mano de hierro, Sinestro sometió a toda la población, destituyó a los gobernantes y provocó la ira de los Guardianes del Universo, que le retiraron el anillo de poder en cuanto conocieron sus fechorías.
Pero para entonces el daño ya estaba hecho. Un par de años más tarde, los propios Broome y Kane recuperaron Korugar para presentar a su nueva protectora, Katma Tui, que pretendía renunciar por amor al anillo de Green Lantern que había heredado del denostado Sinestro. En aquel relato corto no se mencionaba la relación entre la heroína y sus congéneres, pero en revisiones posteriores se supo que no gozaba de buena reputación. Y no era porque no fuera una digna representante del Cuerpo sino porque, sencillamente, los korugarianos odiaban cualquier cosa que les recordara al tirano depuesto y al símbolo de la linterna verde. Y eso no mejoró durante bastante tiempo. De hecho, su actual protectora, Soranik Natu, la hija ya no tan secreta de Sinestro, tuvo que soportar la furia de sus conciudadanos en cuanto adoptó el cargo que aún hoy ostenta y que ni siquiera ella quería.

En el momento en que Hal Jordan y su archienemigo visitan el planeta en este cuaderno y el anterior, sus habitantes ya han dejado definitivamente de ser aquellos seres tranquilos de antaño. Tras la época de tiranía de Sinestro, llegó una etapa de recelo que dio paso a más terror cuando Mongul ubicó allí la sede de los Sinestro Corps, un ejército que, aunque ya liberado de ambos déspotas, sigue muy presente en las vidas de los korugarianos. Ahora, por aquello tan recurrente de los caprichos del destino, ha llegado el momento de que los libere la persona a la que más odian... si es que no lo matan antes para vengarse por lo mucho que han sufrido por su culpa.

Fran San Rafael