RELEVO GENERACIONAL
Desde el preciso instante en el que Barry Allen asumió un sacrificio personal en aras de un bien mayor, quedó meridianamente claro que nada volvería a ser igual. y es precisamente este mes –coincidiendo con el lanzamiento de 10 nuevas colecciones por parte de ECC Ediciones– cuando comienzan a apreciarse por estos lares las consecuencias de una iniciativa editorial sin precedentes, que ha derivado en el nacimiento del llamado nuevo Universo DC. una versión actualizada de personajes con décadas de historia a sus espaldas, específicamente diseñada para llegar a una audiencia lo más amplia posible, aprovechando la coartada argumental que proporcionan los eventos narrados en Flashpoint.
Inevitablemente, esta estrategia también afectó a los títulos relacionados con Batman, personaje estrella de la editorial. Pero a diferencia de otras latitudes del Universo DC, el ficcionario con epicentro en Gotham City gozaba de una envidiable salud, en buena medida gracias a los conceptos vertidos en la franquicia por Grant Morrison, responsable desde 2006 de una de las etapas más complejas e inspiradas en la historia del Caballero Oscuro. Los editores de turno, conscientes de esta circunstancia, tuvieron a bien suavizar los efectos del relanzamiento en todo lo que atañe al Hombre Murciélago, limitándose a operar los cambios imprescindibles para facilitar el desembarco de una nueva generación de lectores. Y dando continuidad, también, al traspaso de poderes que se intuía desde que Scott Snyder escribió una memorable etapa al frente de Detective Comics y el argumento de la serie limitada Batman: Puertas de Gotham. Progresiva asunción de responsabilidades, preludio de otro relevo generacional que le coloca en una posición de privilegio para sustituir a Morrison como principal ideólogo de las aventuras del Mejor Detective del Mundo.
En este sentido, Snyder fue designado guionista de la serie regular Batman, reto asumido con el entusiasmo propio de un fan incondicional del Cruzado de la Capa y con la responsabilidad inherente a quien se sabe ante una oportunidad profesional única: “Es mi personaje preferido, así que poder escribir este número 1 es realmente emocionante. Todos los integrantes del equipo creativo pretendemos hacer algo de lo que nos podamos sentir realmente orgullosos”. Un equipo creativo en el que desempeña un papel fundamental el dibujante Greg Capullo, agradecido por poder mostrar su trabajo a un mayor número de lectores, al tiempo que ve cumplido un sueño de infancia: “Mi madre conserva un dibujo de Batman que hice cuando apenas tenía cuatro años, ¡así que podríamos decir que era mi destino!”.
Los dos números recopilados en el presente cómic bastan para que el lector tome conciencia de que ambos autores están dando lo mejor de sí mismos, construyendo una de las series más destacadas del relanzamiento a partir de un primer arco argumental que reincide en una idea anteriormente expuesta por Snyder: la indagación en la historia oculta de Gotham. Misteriosa ciudad, cuna de secretos no desvelados y hogar de murciélagos… ¿y búhos?
David Fernández
Desde el preciso instante en el que Barry Allen asumió un sacrificio personal en aras de un bien mayor, quedó meridianamente claro que nada volvería a ser igual. y es precisamente este mes –coincidiendo con el lanzamiento de 10 nuevas colecciones por parte de ECC Ediciones– cuando comienzan a apreciarse por estos lares las consecuencias de una iniciativa editorial sin precedentes, que ha derivado en el nacimiento del llamado nuevo Universo DC. una versión actualizada de personajes con décadas de historia a sus espaldas, específicamente diseñada para llegar a una audiencia lo más amplia posible, aprovechando la coartada argumental que proporcionan los eventos narrados en Flashpoint.
Inevitablemente, esta estrategia también afectó a los títulos relacionados con Batman, personaje estrella de la editorial. Pero a diferencia de otras latitudes del Universo DC, el ficcionario con epicentro en Gotham City gozaba de una envidiable salud, en buena medida gracias a los conceptos vertidos en la franquicia por Grant Morrison, responsable desde 2006 de una de las etapas más complejas e inspiradas en la historia del Caballero Oscuro. Los editores de turno, conscientes de esta circunstancia, tuvieron a bien suavizar los efectos del relanzamiento en todo lo que atañe al Hombre Murciélago, limitándose a operar los cambios imprescindibles para facilitar el desembarco de una nueva generación de lectores. Y dando continuidad, también, al traspaso de poderes que se intuía desde que Scott Snyder escribió una memorable etapa al frente de Detective Comics y el argumento de la serie limitada Batman: Puertas de Gotham. Progresiva asunción de responsabilidades, preludio de otro relevo generacional que le coloca en una posición de privilegio para sustituir a Morrison como principal ideólogo de las aventuras del Mejor Detective del Mundo.
En este sentido, Snyder fue designado guionista de la serie regular Batman, reto asumido con el entusiasmo propio de un fan incondicional del Cruzado de la Capa y con la responsabilidad inherente a quien se sabe ante una oportunidad profesional única: “Es mi personaje preferido, así que poder escribir este número 1 es realmente emocionante. Todos los integrantes del equipo creativo pretendemos hacer algo de lo que nos podamos sentir realmente orgullosos”. Un equipo creativo en el que desempeña un papel fundamental el dibujante Greg Capullo, agradecido por poder mostrar su trabajo a un mayor número de lectores, al tiempo que ve cumplido un sueño de infancia: “Mi madre conserva un dibujo de Batman que hice cuando apenas tenía cuatro años, ¡así que podríamos decir que era mi destino!”.
Los dos números recopilados en el presente cómic bastan para que el lector tome conciencia de que ambos autores están dando lo mejor de sí mismos, construyendo una de las series más destacadas del relanzamiento a partir de un primer arco argumental que reincide en una idea anteriormente expuesta por Snyder: la indagación en la historia oculta de Gotham. Misteriosa ciudad, cuna de secretos no desvelados y hogar de murciélagos… ¿y búhos?
David Fernández