AGUAS REVUELTAS
La versión del origen de Aquaman de la Edad de Plata es la que parece regir, a grandes rasgos, para su actual encarnación en el relanzamiento de DC. Según ella, una exiliada llamada Atlanna escapaba de Atlantis para llegar malherida a las inmediaciones de un faro, donde Tom Curry la socorría. Su relación daría como fruto el nacimiento de Arthur, que al morir ella terminaría criado por su padre y descubriendo sus asombrosas habilidades sobrehumanas: podía permanecer bajo el agua por tiempo indefinido, como cualquier atlante, pero también poseía capacidades telepáticas que le permitían comunicarse con las formas de vida marinas, además de fuerza y agilidad superiores. Eso no impidió que luego se añadieran otros episodios “discutibles” al mito: tras Crisis en Tierras Infinitas veíamos cómo, durante parte de su infancia, a Arthur lo criaron los delfines; o descubríamos que Tom quizá no fue su verdadero padre biológico, o que su nombre atlante era en realidad Orin. En cualquier caso, se diría que su ascensión al trono de Atlantis y su matrimonio con Mera, refugiada de otra dimensión, continúan formando parte de su historia. También la muerte del hijo que tuvieron cuando era un bebé, o al menos su desaparición. Sin embargo, hay aportaciones posteriores que tal vez no se consideren parte del actual canon. Arthur perdió una mano, devorada por pirañas, mientras luchaba contra el villano llamado Caribdis. La sustituyó por un arpón, luego convertido por Laboratorios S.T.A.R. en un arma mortífera que él podía guiar con su fuerza mental. Esa mano ausente se volvería incluso una especie de apéndice místico, hecho de agua y vinculado a la Dama del Lago artúrica. Pero todo eso quedó atrás ya, en cierto modo, cuando Arthur pareció abandonar el mundo de los vivos en beneficio de un joven sucesor. Sin embargo, con El día más brillante y el regreso del Aquaman original (de cuerpo entero), todo parecía recobrar un aura de normalidad y de “nuevo comienzo”... Si no fuese porque Mera, en un arranque de sinceridad, le revelaba que desde el principio su misión había sido matarle: a ella la enviaron desde su dimensión subacuática, Xebel, para asesinar al monarca de Atlantis como venganza en nombre de todo su pueblo desterrado. Pero no pudo evitar, contra todo pronóstico, enamorarse de él. Quede lo que quede en pie de la historia que compartieron, en este Nuevo Universo DC su amor sigue adelante: están dispuestos a emprender juntos una nueva vida en el mundo de la superficie.
Felip Tobar
La versión del origen de Aquaman de la Edad de Plata es la que parece regir, a grandes rasgos, para su actual encarnación en el relanzamiento de DC. Según ella, una exiliada llamada Atlanna escapaba de Atlantis para llegar malherida a las inmediaciones de un faro, donde Tom Curry la socorría. Su relación daría como fruto el nacimiento de Arthur, que al morir ella terminaría criado por su padre y descubriendo sus asombrosas habilidades sobrehumanas: podía permanecer bajo el agua por tiempo indefinido, como cualquier atlante, pero también poseía capacidades telepáticas que le permitían comunicarse con las formas de vida marinas, además de fuerza y agilidad superiores. Eso no impidió que luego se añadieran otros episodios “discutibles” al mito: tras Crisis en Tierras Infinitas veíamos cómo, durante parte de su infancia, a Arthur lo criaron los delfines; o descubríamos que Tom quizá no fue su verdadero padre biológico, o que su nombre atlante era en realidad Orin. En cualquier caso, se diría que su ascensión al trono de Atlantis y su matrimonio con Mera, refugiada de otra dimensión, continúan formando parte de su historia. También la muerte del hijo que tuvieron cuando era un bebé, o al menos su desaparición. Sin embargo, hay aportaciones posteriores que tal vez no se consideren parte del actual canon. Arthur perdió una mano, devorada por pirañas, mientras luchaba contra el villano llamado Caribdis. La sustituyó por un arpón, luego convertido por Laboratorios S.T.A.R. en un arma mortífera que él podía guiar con su fuerza mental. Esa mano ausente se volvería incluso una especie de apéndice místico, hecho de agua y vinculado a la Dama del Lago artúrica. Pero todo eso quedó atrás ya, en cierto modo, cuando Arthur pareció abandonar el mundo de los vivos en beneficio de un joven sucesor. Sin embargo, con El día más brillante y el regreso del Aquaman original (de cuerpo entero), todo parecía recobrar un aura de normalidad y de “nuevo comienzo”... Si no fuese porque Mera, en un arranque de sinceridad, le revelaba que desde el principio su misión había sido matarle: a ella la enviaron desde su dimensión subacuática, Xebel, para asesinar al monarca de Atlantis como venganza en nombre de todo su pueblo desterrado. Pero no pudo evitar, contra todo pronóstico, enamorarse de él. Quede lo que quede en pie de la historia que compartieron, en este Nuevo Universo DC su amor sigue adelante: están dispuestos a emprender juntos una nueva vida en el mundo de la superficie.
Felip Tobar