A estas alturas de Batman: Detective, el lector ya habrá tenido ocasión de apreciar la capacidad de Paul Dini para observar a los personajes que pasan por su procesador de textos desde una perspectiva inusual. El guionista neoyorquino posee la extraña habilidad de combinar el respeto a la caracterización clásica de héroes y villanos sobradamente conocidos con la inserción puntual, precisa y oportuna de detalles adicionales que enriquecen su trasfondo biográfico y confieren verosimilitud a sus motivaciones. Retrocontinuidad de la que también se ha beneficiado Zatanna Zatara, uno de los personajes secundarios a los que el guionista prestó más atención durante su etapa al frente de Detective Comics.
Creada en 1964 por Gardner Fox y Murphy Anderson (Hawkman vol. 1 núm. 4), Zatanna nació fruto de la relación entre el mago Giovanni “John” Zatara y Sindella, miembro de la raza mística Homo Magi. En un principio, su contacto con la magia se limitaba al ejercicio de una carrera profesional como ilusionista, pero a raíz de la desaparición de sus padres, descubrió que realmente tenía la capacidad de hacer magia de verdad, pronunciando hechizos al revés. Esa sería una de sus señas de identidad, para divertimento de los lectores, invitados a descifrar sus conjuros, y para desgracia de los rotulistas, encargados de plasmar sus líneas de diálogo sobre los bocadillos de cada cómic en el que aparecía.
La ya mencionada búsqueda de sus progenitores se hizo extensiva a otras colecciones de la editorial, dando lugar al primer crossover de la historia, desarrollado en las páginas de The Atom, Green Lantern y Detective Comics. Fue en Justice League of America núm. 51 (1967) donde concluyó esta saga; y, aunque esporádicas, las apariciones de Zatanna permitieron que toda una generación de lectores conociera a la nueva heroína, normalmente ataviada con chistera, medias de rejilla, zapatos de tacón y chaqué. Su popularidad no era comparable a la de los grandes iconos superheroicos, pero aumentó considerablemente cuando por fin pasó a formar parte de la Liga de la Justicia de América (1978). Así, su integración en este universo de ficción fue total... e incluso traspasó fronteras, haciendo acto de presencia en series del sello Vertigo como Hellblazer o Los libros de la magia, en varias producciones televisivas —Justice League Unlimited, Smallville, Young Justice— y en videojuegos como Justice League Heroes, DC Universe Online o los más recientes Injustice: Gods among us e Infinite Crisis.
Pero si hay una obra que puso a Zatanna en el ojo del huracán, esa fue Crisis de Identidad, de Brad Meltzer y Rags Morales. Publicada en 2004, esta serie limitada de siete entregas giraba en torno al asesinato de Sue Dibny, esposa del Hombre Elástico, y la consiguiente investigación comandada por la plana mayor de los superheróes de DC. Con el Doctor Luz como principal sospechoso, el curso de los acontecimientos desveló un oscuro suceso del pasado: años atrás, Arthur Light había logrado allanar el satélite de la JLA y había abusado de una indefensa Sue. Aunque demasiado tarde, el supergrupo irrumpió en la estancia de forma furibunda y detuvo a un villano que no cesaba de proferir amenazas a los seres queridos de sus contendientes. En ese contexto, los integrantes de la Liga de la Justicia de América resolvieron hacerle olvidar cuantos detalles conocía sobre la vida personal de los héroes, “suavizando su personalidad” para disminuir su capacidad de hacer el mal. Precisamente cuando se disponían a ejecutar dicho plan, entró en escena Batman, tratando de impedir lo que a todas luces contravenía los principios defendidos por sus compañeros. Y fue entonces cuando Zatanna pronunció dos fatídicas palabras que cambiaron para siempre su relación con el Hombre Murciélago: “namtaB, oteiuq”. Con el álter ego de Bruce Wayne atrapado en un instante sin capacidad de reacción, el resto de miembros de la Liga deliberaron hasta tomar la sorprendente decisión de borrar los 10 minutos precedentes de la memoria del Caballero Oscuro, de forma que pudieran llevar a buen término el plan que les permitiría neutralizar la amenaza del Doctor Luz. Así lo hicieron... pero como no podía ser de otro modo, el Mejor Detective del Mundo terminó descubriendo la verdad.
Lejos de esquivar las implicaciones y las consecuencias de los hechos descritos, Paul Dini tuvo la valentía de aprovechar su paso por Detective Comics para profundizar en los sentimientos de Batman hacia Zatanna, condicionados por la traición de la maga. Y yendo un paso más allá, en anteriores entregas de esta reedición pudimos comprobar cómo se las ingenió para dar una vuelta de tuerca a dicha dinámica emocional, estableciendo para ello un pasado común en forma de amistad que el paso del tiempo convirtió en intriga romántica.
Entre la interminable galería de secundarios a los que Dini podía haber recurrido, ¿por qué decantarse por Zatanna? Simple y llanamente, por ser uno de los personajes preferidos del guionista, quien pese a no tener la certeza de en qué cómic la vio por primera vez —“Probablemente en una antigua historia de complemento incluida en Supergirl”—, no duda en señalar las razones por las que se siente fascinado por ella. “Es superheroína, maga, mística y una celebridad: amalgama inusual de un montón de cosas que la convierten en un personaje único en el Universo DC, a pesar de que ha sido parte de este mundo y personaje recurrente de un montón de series desde hace más de 45 años.”
Pero más allá de lo comentado, existe cierta conexión personal con Zatanna. Porque Misty Lee, esposa de Dini, no solo es una reputada actriz de doblaje, sino también intérprete teatral, cantante, cómica... y maga que actúa en The Magic Castle: sede de la Academia de Artes Mágicas situada en Los Ángeles (California, EE.UU.), donde representa un espectáculo durante el cual trata de contactar espiritualmente con el mismísimo Harry Houdini, mítico ilusionista y escapista fallecido en 1926. “Cada vez que en mis guiones Zatanna menciona algo relacionado con habilidades o trucos mágicos, recurro a ella para pedirle consejo.” Asesoramiento del que ha sacado provecho en los números de Detective Comics y en el DC Infinite Halloween Special núm. 1 aquí recopilados; pero también en proyectos ulteriores, como la serie regular Zatanna (2010-2011) o la reciente novela gráfica Canario Negro y Zatanna: Hechizo de sangre (2014). Un toque de magia que siempre será bienvenido en el Universo DC, especialmente cuando el encargado de sacar buenas historias de su chistera es un guionista de la talla de Paul Dini.
David Fernández
Artículo publicado originalmente en las páginas de Batman: Detective núm. 3.

Creada en 1964 por Gardner Fox y Murphy Anderson (Hawkman vol. 1 núm. 4), Zatanna nació fruto de la relación entre el mago Giovanni “John” Zatara y Sindella, miembro de la raza mística Homo Magi. En un principio, su contacto con la magia se limitaba al ejercicio de una carrera profesional como ilusionista, pero a raíz de la desaparición de sus padres, descubrió que realmente tenía la capacidad de hacer magia de verdad, pronunciando hechizos al revés. Esa sería una de sus señas de identidad, para divertimento de los lectores, invitados a descifrar sus conjuros, y para desgracia de los rotulistas, encargados de plasmar sus líneas de diálogo sobre los bocadillos de cada cómic en el que aparecía.
La ya mencionada búsqueda de sus progenitores se hizo extensiva a otras colecciones de la editorial, dando lugar al primer crossover de la historia, desarrollado en las páginas de The Atom, Green Lantern y Detective Comics. Fue en Justice League of America núm. 51 (1967) donde concluyó esta saga; y, aunque esporádicas, las apariciones de Zatanna permitieron que toda una generación de lectores conociera a la nueva heroína, normalmente ataviada con chistera, medias de rejilla, zapatos de tacón y chaqué. Su popularidad no era comparable a la de los grandes iconos superheroicos, pero aumentó considerablemente cuando por fin pasó a formar parte de la Liga de la Justicia de América (1978). Así, su integración en este universo de ficción fue total... e incluso traspasó fronteras, haciendo acto de presencia en series del sello Vertigo como Hellblazer o Los libros de la magia, en varias producciones televisivas —Justice League Unlimited, Smallville, Young Justice— y en videojuegos como Justice League Heroes, DC Universe Online o los más recientes Injustice: Gods among us e Infinite Crisis.
Pero si hay una obra que puso a Zatanna en el ojo del huracán, esa fue Crisis de Identidad, de Brad Meltzer y Rags Morales. Publicada en 2004, esta serie limitada de siete entregas giraba en torno al asesinato de Sue Dibny, esposa del Hombre Elástico, y la consiguiente investigación comandada por la plana mayor de los superheróes de DC. Con el Doctor Luz como principal sospechoso, el curso de los acontecimientos desveló un oscuro suceso del pasado: años atrás, Arthur Light había logrado allanar el satélite de la JLA y había abusado de una indefensa Sue. Aunque demasiado tarde, el supergrupo irrumpió en la estancia de forma furibunda y detuvo a un villano que no cesaba de proferir amenazas a los seres queridos de sus contendientes. En ese contexto, los integrantes de la Liga de la Justicia de América resolvieron hacerle olvidar cuantos detalles conocía sobre la vida personal de los héroes, “suavizando su personalidad” para disminuir su capacidad de hacer el mal. Precisamente cuando se disponían a ejecutar dicho plan, entró en escena Batman, tratando de impedir lo que a todas luces contravenía los principios defendidos por sus compañeros. Y fue entonces cuando Zatanna pronunció dos fatídicas palabras que cambiaron para siempre su relación con el Hombre Murciélago: “namtaB, oteiuq”. Con el álter ego de Bruce Wayne atrapado en un instante sin capacidad de reacción, el resto de miembros de la Liga deliberaron hasta tomar la sorprendente decisión de borrar los 10 minutos precedentes de la memoria del Caballero Oscuro, de forma que pudieran llevar a buen término el plan que les permitiría neutralizar la amenaza del Doctor Luz. Así lo hicieron... pero como no podía ser de otro modo, el Mejor Detective del Mundo terminó descubriendo la verdad.
Lejos de esquivar las implicaciones y las consecuencias de los hechos descritos, Paul Dini tuvo la valentía de aprovechar su paso por Detective Comics para profundizar en los sentimientos de Batman hacia Zatanna, condicionados por la traición de la maga. Y yendo un paso más allá, en anteriores entregas de esta reedición pudimos comprobar cómo se las ingenió para dar una vuelta de tuerca a dicha dinámica emocional, estableciendo para ello un pasado común en forma de amistad que el paso del tiempo convirtió en intriga romántica.
Entre la interminable galería de secundarios a los que Dini podía haber recurrido, ¿por qué decantarse por Zatanna? Simple y llanamente, por ser uno de los personajes preferidos del guionista, quien pese a no tener la certeza de en qué cómic la vio por primera vez —“Probablemente en una antigua historia de complemento incluida en Supergirl”—, no duda en señalar las razones por las que se siente fascinado por ella. “Es superheroína, maga, mística y una celebridad: amalgama inusual de un montón de cosas que la convierten en un personaje único en el Universo DC, a pesar de que ha sido parte de este mundo y personaje recurrente de un montón de series desde hace más de 45 años.”
Pero más allá de lo comentado, existe cierta conexión personal con Zatanna. Porque Misty Lee, esposa de Dini, no solo es una reputada actriz de doblaje, sino también intérprete teatral, cantante, cómica... y maga que actúa en The Magic Castle: sede de la Academia de Artes Mágicas situada en Los Ángeles (California, EE.UU.), donde representa un espectáculo durante el cual trata de contactar espiritualmente con el mismísimo Harry Houdini, mítico ilusionista y escapista fallecido en 1926. “Cada vez que en mis guiones Zatanna menciona algo relacionado con habilidades o trucos mágicos, recurro a ella para pedirle consejo.” Asesoramiento del que ha sacado provecho en los números de Detective Comics y en el DC Infinite Halloween Special núm. 1 aquí recopilados; pero también en proyectos ulteriores, como la serie regular Zatanna (2010-2011) o la reciente novela gráfica Canario Negro y Zatanna: Hechizo de sangre (2014). Un toque de magia que siempre será bienvenido en el Universo DC, especialmente cuando el encargado de sacar buenas historias de su chistera es un guionista de la talla de Paul Dini.
David Fernández
Artículo publicado originalmente en las páginas de Batman: Detective núm. 3.