Eccediciones

No es el nombre el que hace al héroe

Nadie podría negar que el número de este mes lo ha escrito Grant Morrison, ¿verdad? Dimensiones alternativas, personajes misteriosos y algo estrafalarios, y eso sin olvidar el fuerte trasfondo emocional que ha tenido la historia con toda la trama en torno a la "muerte" de Clark Kent y su nueva -aunque breve- identidad, el solitario bombero Johnny Clark.

Pero de Johnny y la doble identidad de Superman hablaremos hacia el final de este artículo. Antes vamos a presentar debidamente al villano de esta historia, ese poderosísimo Neo Sapiens que ha aparecido en la ciudad de Metropolis para llevarse con él a una niña de su misma especie. Una niña que no ha resultado ser otra que Susie, la sobrina de Lois Lane, quien en este número solo se ha librado de la muerte gracias a los cada vez más fantásticos poderes del Hombre de Acero. No obstante, aunque a alguno de vosotros os pueda parecer que el Neo Sapiens Blake es un personaje nuevo creado para esta aventura, en realidad no es sino la versión modernizada de un viejo conocido del Universo DC: Adam Blake, el Capitán Cometa. Un personaje con más de 50 años de historia a la que merece la pena dedicar unas líneas.

Oriundo de la colección Strange Adventures, Adam Blake fue creado en el número 9 de aquella cabecera de ciencia ficción por John Broome y Carmine Infantino. Blake era un muchacho de inteligencia superdotada que fue desarrollando muchos más poderes a medida que crecía, lo cual le llevó a buscar la ayuda de un científico experto que le orientara sobre lo que le estaba ocurriendo. Así es como Adam dio con el profesor Zackro, quien pudo arrojar algo de luz acerca de las sorprendentes habilidades psíquicas que Blake mostraba, como telequinesis, telepatía o control mental de cualquier forma de vida inteligente, además de otras más físicas como una fuerza e invulnerabilidad sobrehumanas. La respuesta era tan sencilla como increíble: Adam era una especie de mutante que había nacido en un estado de evolución que el ser humano aún tardaría 100.000 años en alcanzar. Era el primer Neo Sapiens, el siguiente eslabón en una cadena evolutiva en la que el hombre –el Homo Sapiens– ya no era la especie dominante. Blake, como bien le explicó su amigo Zackro, era “el primer hombre del futuro”, alguien nacido 100.000 años antes de su tiempo y cuyos poderes latentes habían sido alterados por la particular radiación de un cometa que pasó por la Tierra cuando Adam era tan solo un bebé.

Después de usar sus habilidades para impedir que unos criminales robaran uno de los inventos del profesor Zackro, Adam –siempre con el apoyo de su amigo– decidió crear la identidad y el uniforme del Capitán Cometa y presentarse públicamente como superhéroe. ¿Y qué mejor carta de presentación para ello que salvar a la humanidad de la invasión de unos robots alienígenas que trataron de conquistar la Tierra? Tras la victoria de Adam como Capitán Cometa, sus andanzas continuaron en las páginas de Strange Adventures haciendo honor al nombre de la colección, y enfrentándose en el espacio a toda suerte de amenazas mientras recorría el universo en su nave espacial, a la que llamó “El Cometa”. Su última aparición en aquella época data del número 49, en 1954, y no volvió a saberse de él hasta mediados de los años setenta, cuando Blake regresaba a la Tierra y la Sociedad Secreta de Supervillanos le engañaba para ponerse en contra de los verdaderos héroes, aunque pronto descubría el ardid y terminaba convirtiéndose en un duro azote para el grupo criminal.

Pero pese a todo, el Capitán Cometa no terminaba de encontrar un hueco como personaje regular en el Universo DC. Tras enrolarse en L.E.G.I.O.N. en los años noventa y ponerse a las órdenes de Vril Dox, fue ya en 2005, durante la miniserie La guerra Rann-Thanagar (uno de los tie-ins con Crisis Infinita), cuando Blake se convirtió en uno de los protagonistas de la historia, luchando en el bando de Rann y formando equipo con personajes como el Green Lantern Kyle Ryner, Hawkman y otro aventurero espacial, Adam Strange, y protagonizando también poco después otra nueva miniserie llamada Mistery in Space.

Como habéis visto este mes, en esta reintroducción del personaje en el nuevo Universo DC, el origen de Blake se mantiene muy similar al de su etapa clásica. Se respeta, incluso, ese paralelismo que tiene con Superman; ambos fueron criados por una familia del medio Oeste americano en un ambiente rural, solo que mientras Clark creció con el cariño y la orientación incondicional de los Kent, que le ayudaron a integrarse y sentirse siempre lo más normal y humano posible, Adam no tuvo tanta suerte con su familia y se convirtió en un nómada solitario en cuyo interior creció la sensación de ser diferente y el desprecio hacia los seres humanos. Un nuevo ejemplo de hasta qué punto Superman es lo que es no solo gracias a sus poderes, sino a los valores adquiridos por la educación y los cuidados de sus padres adoptivos.

Pero pese a la hogareña infancia de Clark Kent, la vida del joven periodista se ha tornado tan difícil en los últimos tiempos que, como vimos el mes pasado, tomó la determinación de terminar con su identidad humana aprovechando la explosión ocurrida en el Daily Star. Decidido a dedicarse por completo a ser Superman, en este número lo hemos visto crearse una nueva mascarada bajo la cual seguir salvando vidas: el bombero Johnny Clark, cuyo entorno –como seguro os habréis dado cuenta– nos ha regalado algún que otro guiño al Superman de siempre. Aunque al final de esta aventura, Superman, con el empujón emocional de Batman y la inestimable y mágica ayuda de la Sra. Nyxly, ha vuelto a traer a Clark Kent a la vida. Pero aún tendremos que esperar un poco para saber qué le deparará el futuro al bueno de Clark o quién será ese amenazador villano de la Quinta Dimensión del que le ha advertido su enigmática casera, porque a partir del mes que viene volveremos a saltar a las aventuras de Superman en el tiempo presente. Será con un nuevo arco argumental en el que podremos disfrutar del talento de Dan Jurgens y Jesús Merino, quienes construirán una historia con toque clásico que os recordará a las mejores épocas del cómic de superhéroes sin perder la contemporaneidad de la que se ha logrado dotar a este nuevo Superman.

Javier Olivares Tolosa