Tras la amenza mágica de Black Banshee –y la revelación de que la reciente amiga de Supergirl, Shioban, es también un ser mágico–, la Chica de Acero dio "un pequeño paso para ella, pero un gran paso para su propia humanidad" al irse a vivir con sus nuevos amigos, Shioban y el hermano de esta, Tom. Aunque tras la posterior lucha contra un nuevo villano capaz de transformarse en cualquier persona, la propia Kara tomó la determinación de alejarse de ellos para protegerlos de las constantes amenazas a las que se ve expuesta. Sin duda, una decisión madura y que denota que el personaje está creciendo interiormente y empezando a liberar sus sentimentos, aunque pronto vamos a ver que la naturaleza kryptoniana de Supergirl, que la convierte en un ser tan poderoso, es a la vez una gran debilidad de la que un astuto villano podría aprovecharse si sabe cómo manipularla.
En este volumen, ha tenido un gran protagonismo el personaje de Silver Banshee. Tradicionalmente considerada una villana de Superman y Supergirl desde su primera aparición en Action Comics núm. 595 (diciembre de 1987), creada por John Byrne, en esta versión reinventada para el nuevo Universo DC se la ha mostrado –al menos por el momento– como una amiga y aliada de Kara. De hecho, Shioban ha sido la única persona que comprendió que Supergirl había salvado la Tierra de la amenaza de las Matamundos (ver el volumen 1 de Supergirl) y también la única con la que Kara ha sido capaz de tener un acercamiento y de entablar una amistad. Todo un logro para nuestra joven protagonista en su difícil tarea de adaptarse a su nueva vida en este planeta.
Salvo por su naturaleza malvada de antaño, esta nueva versión de Silver Banshee continúa siendo muy similar a la que ya conocíamos. En el folclore irlandés, una banshee era un espíritu femenino (su nombre significa “mujer de los túmulos” o “mujer de paz”, aunque también se ha traducido sencillamente como “alma en pena”) de cabello voluminoso y largo, largas uñas y un vestido que desaparecía en su parte inferior dando sensación de que el ser flotaba en el aire. Según la leyenda, solo se aparecían ante alguien para anunciar con sus gemidos la inminente muerte de un pariente. De hecho, se dice que a veces ni siquiera se las veía, pero sus penetrantes lamentos eran perfectamente audibles como presagio de la tragedia que anunciaban. Da un poco de miedo, ¿verdad? Quizá por lo fascinante (y aterrador) de la historia, el guionista y dibujante John Byrne decidió adaptar la leyenda de las banshees y transformarla en un villano sobrenatural para Superman con asombrosa resistencia y fuerza, y un grito capaz de matar a cualquiera que lo escuchara. Durante años, Silver Banshee ha sido una enemiga secundaria en las aventuras de Superman (y en la última etapa del Universo DC previa al moderno reinicio, también de Supergirl), tanto en los cómics como en pequeñas apariciones en otros medios. Por ejemplo, en la animación la hemos podido ver en películas como Superman/Batman: Enemigos públicos o series como Justice League Unlimited, e incluso apareció en la exitosa serie de TV Smallville, en la que Clark, Lois, Chloe y Oliver tenían que luchar contra ella durante un fin de semana de placer en una posada escocesa.
Otra novedad importante en esta segunda recopilación de las aventuras de Supergirl ha sido el descubrimiento de la que bien podría ser su Fortaleza de la Soledad, esa construcción submarina llamada Santuario. Creado a partir de la propia nave de Kara, este nuevo reducto kryptoniano ha jugado un papel fundamental en la batalla de Supergirl contra su viejo enemigo Simon Tycho, y le ha permitido, además, observar en sus monitores a su primo Superman combatiendo contra otra criatura kryptoniana. Así que la gran pregunta que deja en el aire esta última página es: ¿quién o qué es esa bestia kryptoniana contra la que Superman se está enfrentando? ¿Y de dónde ha podido salir?
La respuesta a esta cuestión no será sino el prefacio de una serie de interrogantes aún mayores que empezarán a plantearse el mes que viene en el volumen La llegada de H’El. Bajo este título encontraremos el primer crossover entre las colecciones Superman, Supergirl y Superboy, cuyas andanzas se van a ver forzosamente entrecruzadas
cuando un villano enormemente poderoso haga su aparición en la Tierra y busque a los tres kryptonianos (o, mejor dicho, a los dos kryptonianos y al clon humano-kryptoniano Superboy). La naturaleza, el origen y las intenciones de este ser llamado H’El (cuyo nombre es una acertada adaptación del vocablo inglés hell, que significa nada menos que “infierno”) es algo que tendréis que ir descubriendo poco a poco, pero basta decir que la amenaza del recién llegado no pondrá en jaque solo las vidas de nuestros protagonistas, sino la supervivencia de toda la Tierra.
En este contexto que se nos avecina, podremos apreciar más todavía las enormes diferencias entre los tres héroes que lucen la “S” en su pecho. Por un lado, Superman, criado en la Tierra y, paradójicamente, quizá el hombre más humano que existe sobre el planeta pese a que no deja de ser un alienígena. Él lucha por la verdad y la justicia,
considera la Tierra su hogar y daría la vida por ella y por quienes la habitan. En el lado opuesto tenemos a Supergirl, kryptoniana como Kal, pero totalmente carente de la faceta humana de su primo, ya que todos los recuerdos de la muchacha son de su vida en Krypton y de lo que perdió con la destrucción de su planeta. Aún no ha establecido el vínculo con este mundo, que si para Kal es un hogar, para ella solo es el sitio al que ha sido forzosamente enviada para sobrevivir. Y en una posición totalmente diferente a la de ambos encontraríamos a Superboy, un clon creado para ser el arma biológica definitiva a partir de ADN kryptoniano, humano y una tercera cadena resultante de la fusión de ambas. Sus poderes son diferentes a los de los kryptonianos “puros”, y esa “impureza” que posee por su naturaleza clónica será muy importante en el desarrollo de los próximos acontecimientos.
Así que no hay que perderse ni un detalle, porque las aventuras de Supergirl no han hecho más que empezar. La Chica de Acero está a punto de afrontar el reto más grande desde su llegada a la Tierra y, pase lo que pase, nada volverá a ser lo mismo.
En este volumen, ha tenido un gran protagonismo el personaje de Silver Banshee. Tradicionalmente considerada una villana de Superman y Supergirl desde su primera aparición en Action Comics núm. 595 (diciembre de 1987), creada por John Byrne, en esta versión reinventada para el nuevo Universo DC se la ha mostrado –al menos por el momento– como una amiga y aliada de Kara. De hecho, Shioban ha sido la única persona que comprendió que Supergirl había salvado la Tierra de la amenaza de las Matamundos (ver el volumen 1 de Supergirl) y también la única con la que Kara ha sido capaz de tener un acercamiento y de entablar una amistad. Todo un logro para nuestra joven protagonista en su difícil tarea de adaptarse a su nueva vida en este planeta.
Salvo por su naturaleza malvada de antaño, esta nueva versión de Silver Banshee continúa siendo muy similar a la que ya conocíamos. En el folclore irlandés, una banshee era un espíritu femenino (su nombre significa “mujer de los túmulos” o “mujer de paz”, aunque también se ha traducido sencillamente como “alma en pena”) de cabello voluminoso y largo, largas uñas y un vestido que desaparecía en su parte inferior dando sensación de que el ser flotaba en el aire. Según la leyenda, solo se aparecían ante alguien para anunciar con sus gemidos la inminente muerte de un pariente. De hecho, se dice que a veces ni siquiera se las veía, pero sus penetrantes lamentos eran perfectamente audibles como presagio de la tragedia que anunciaban. Da un poco de miedo, ¿verdad? Quizá por lo fascinante (y aterrador) de la historia, el guionista y dibujante John Byrne decidió adaptar la leyenda de las banshees y transformarla en un villano sobrenatural para Superman con asombrosa resistencia y fuerza, y un grito capaz de matar a cualquiera que lo escuchara. Durante años, Silver Banshee ha sido una enemiga secundaria en las aventuras de Superman (y en la última etapa del Universo DC previa al moderno reinicio, también de Supergirl), tanto en los cómics como en pequeñas apariciones en otros medios. Por ejemplo, en la animación la hemos podido ver en películas como Superman/Batman: Enemigos públicos o series como Justice League Unlimited, e incluso apareció en la exitosa serie de TV Smallville, en la que Clark, Lois, Chloe y Oliver tenían que luchar contra ella durante un fin de semana de placer en una posada escocesa.
Otra novedad importante en esta segunda recopilación de las aventuras de Supergirl ha sido el descubrimiento de la que bien podría ser su Fortaleza de la Soledad, esa construcción submarina llamada Santuario. Creado a partir de la propia nave de Kara, este nuevo reducto kryptoniano ha jugado un papel fundamental en la batalla de Supergirl contra su viejo enemigo Simon Tycho, y le ha permitido, además, observar en sus monitores a su primo Superman combatiendo contra otra criatura kryptoniana. Así que la gran pregunta que deja en el aire esta última página es: ¿quién o qué es esa bestia kryptoniana contra la que Superman se está enfrentando? ¿Y de dónde ha podido salir?
La respuesta a esta cuestión no será sino el prefacio de una serie de interrogantes aún mayores que empezarán a plantearse el mes que viene en el volumen La llegada de H’El. Bajo este título encontraremos el primer crossover entre las colecciones Superman, Supergirl y Superboy, cuyas andanzas se van a ver forzosamente entrecruzadas
cuando un villano enormemente poderoso haga su aparición en la Tierra y busque a los tres kryptonianos (o, mejor dicho, a los dos kryptonianos y al clon humano-kryptoniano Superboy). La naturaleza, el origen y las intenciones de este ser llamado H’El (cuyo nombre es una acertada adaptación del vocablo inglés hell, que significa nada menos que “infierno”) es algo que tendréis que ir descubriendo poco a poco, pero basta decir que la amenaza del recién llegado no pondrá en jaque solo las vidas de nuestros protagonistas, sino la supervivencia de toda la Tierra.
En este contexto que se nos avecina, podremos apreciar más todavía las enormes diferencias entre los tres héroes que lucen la “S” en su pecho. Por un lado, Superman, criado en la Tierra y, paradójicamente, quizá el hombre más humano que existe sobre el planeta pese a que no deja de ser un alienígena. Él lucha por la verdad y la justicia,
considera la Tierra su hogar y daría la vida por ella y por quienes la habitan. En el lado opuesto tenemos a Supergirl, kryptoniana como Kal, pero totalmente carente de la faceta humana de su primo, ya que todos los recuerdos de la muchacha son de su vida en Krypton y de lo que perdió con la destrucción de su planeta. Aún no ha establecido el vínculo con este mundo, que si para Kal es un hogar, para ella solo es el sitio al que ha sido forzosamente enviada para sobrevivir. Y en una posición totalmente diferente a la de ambos encontraríamos a Superboy, un clon creado para ser el arma biológica definitiva a partir de ADN kryptoniano, humano y una tercera cadena resultante de la fusión de ambas. Sus poderes son diferentes a los de los kryptonianos “puros”, y esa “impureza” que posee por su naturaleza clónica será muy importante en el desarrollo de los próximos acontecimientos.
Así que no hay que perderse ni un detalle, porque las aventuras de Supergirl no han hecho más que empezar. La Chica de Acero está a punto de afrontar el reto más grande desde su llegada a la Tierra y, pase lo que pase, nada volverá a ser lo mismo.
Javier Olivares Tolosa
Previa (portada y cinco páginas interiores) de Supergirl núm. 2.