Eccediciones

Los Invisibles: Infierno en América

Intentaré ser breve. Todos sabemos lo que ha estado pasando en y con Los Invisibles y todos conocemos mi deseo de relanzar el título con el Volumen 2, así que pasaré directamente al razonamiento que hay detrás de lo que me gustaría hacer.

El primer dato frío e innegable es que el cómic no está vendiendo tanto como debería. Por lo que puedo ver, hay varios motivos para ello, incluyendo el hecho de que está claro que mi gran idea de cambiar de dibujante en cada arco argumental no está funcionando. La mayor queja en las cartas que recibo es que el dibujo no es suficientemente bueno o es demasiado irregular. Sea cierto o no, está claro que los lectores no están respondiendo bien a la rápida renovación de los equipos de dibujo y probablemente preferirían ver a un buen dibujante ocupándose del cómic mes tras mes. (Los lectores de cómics, incluidos los fans de Vertigo, parecen ser en el fondo criaturas profundamente conservadoras, y me he terminado convenciendo de que quieren que sus cómics sean tan fiables como una hamburguesa de mierda del McDonald’s o una lata de Pepsi. También tienen una actitud muy fuerte –y a menudo errónea, creo yo– sobre lo que constituye un dibujo bueno o malo y, en muchos casos, creen que Los Invisibles les ha fallado en ese aspecto.) Además, el arco argumental de ‘Arcadia’, visto por muchos como ‘complicado’, llegó demasiado pronto y asustó a un número de lectores que, probablemente, serían mucho más felices con las historias más directas que le siguieron y que se están narrando actualmente en el título.

Estoy seguro de que la lista podría continuar pero, en lugar de centrarme en los errores, me gustaría explorar las formas de rectificarlos, y es ahí donde entra en juego el plan del Volumen 2.

Ya he explicado en mi sección de correspondencia que Los Invisibles fue concebida como una trilogía de libros, diseñada para extenderse seis años desde la primera publicación en 1994 hasta su conclusión (insertar una risotada) en el año 2000. El primer volumen de la trilogía termina con el número 24. Los lectores que ya estaban a bordo no tendrán problemas con el relanzamiento, los nuevos lectores no notarán la diferencia y los libreros venderán más cómics, que seguro que es la raison d’être en estos tiempos duros. Tras el número 24 del Volumen 2, el título se relanzará de nuevo con el número 1 del Volumen 3. No se trata de una estratagema arbitraria de marketing sino de algo inherente a la estructura de la historia que espero completar.

Así que me parece que empezar de nuevoconunnúmero1yteneraPhilya John a bordo como equipo de dibujo regular durante al menos un año será el empujón que necesita Los Invisibles en este momento, y así vender más ejemplares (de nuevo, la razón brutal detrás de lo que hacemos en el negocio de los cómics).

El relanzamiento también tendría lugar de forma casi simultánea al del primer número de mi renovada Liga de la Justicia, un acontecimiento que, sin duda, potenciará mi perfil una vez más y me presentará a un amplio y nuevo público ‘Grant Morrison tm’, mucha parte del cual puede terminar también atraído hacia Los Invisibles, sobre todo cuando vean que el estilo de dibujo de Los Invisibles es mucho más cercano al estilo más popular actual. (¿Más cercano? ¡Es ejemplar!)

En el aspecto creativo, la renumeración puede justificarse no solo por la estructura de trilogía sino también por el hecho de que el foco de atención de Los Invisibles cambiará drásticamente en el Volumen 2. El primer volumen estaba ambientado casi por completo en el Reino Unido –un escollo para muchos lectores americanos– y dedicó mucho tiempo a desarrollar los personajes y el marco teórico. El Volumen 2 traslada la acción a EE.UU. y trata sobre misterios y conspiraciones que serán mucho más familiares para los lectores americanos, ofreciendo nuevas explicaciones para el incidente de Roswell, los centros de detención secretos y bases militares subterráneas, trenes negros, helicópteros sin identificación, mutilaciones de ganado y las diversas operaciones sombrías del “Nuevo Orden Mundial”. No puedo pretender que vaya a ser una serie completamente nueva –los personajes siguen siendo los mismos, y toda la historia se sigue construyendo sobre la misma serie de revelaciones– pero creo que el Volumen 2 tendrá un sabor muy diferente; será más accesible y operará en un territorio conceptual mucho más familiar para los lectores americanos. Será un cómic de misterios americanos, muy diferente al enfoque complejo y muy británico del primer volumen. A un nivel más bajo y burdo, Los Invisibles será más claramente un “James Bond” mezclado con Tarantino y Expediente X, y para recalcar las diferencias y alertar a los vendedores de que el cómic estará realizado por un dibujante prometedor “de moda” y, ciertamente, un guionista prometedor “de moda” de cómics de superhéroes de perfil alto, creo que tiene mucho sentido que el Volumen 2 empiece con un número 1, en lugar del 26.

Podría extenderme más (ya sabes cómo me enrollo), pero creo que he resumido los motivos básicos por los que creo que esto debería seguir adelante, y es hora de que me calle mientras aún estoy en la tercera página. Gracias.

Grant Morrison

Artículo publicado originalmente en las páginas de Los Invisibles núm. 4 (de 7): Infierno en América. ¡Ya a la venta!