No es la primera vez que el conflicto entre Superman, Batman y los respectivos aliados de ambos llama la atención de alguna fuerza exterior. Hace unos meses, fueron Kalibak y las huestes de Apokolips quienes vinieron a la Tierra a intentar aprovecharse de la situación. Ahora, son los Guardianes del Universo quienes se presentan en nuestro mundo con la intención de hacer entrar en razón a un Hombre de Acero que cada vez parece más sumido en sus discutibles planes de pacificación forzosa.
Estos hombrecillos azules cuya llegada auguraba Sinestro en la anterior entrega son una de las primeras razas de seres vivos del universo. Eso sí, al principio de su existencia, tenían un aspecto mucho más corriente. Nacidos en el planeta Maltus, eran científicos de raza que lograron una sociedad casi utópica hasta que Krona, uno de ellos, cometió la fechoría de intentar presenciar el origen del universo, cosa que estaba totalmente prohibida. Aquel acto tuvo como consecuencia directa la aparición del mal en el cosmos y obtuvo su merecido castigo, pero ha pesado sobre la conciencia de sus congéneres desde entonces. Decididos a luchar contra dicho mal y a preservar el orden, los maltusianos se mudaron a Oa, un mundo ubicado en el centro de la Creación, y evolucionaron en lo que ahora son.
Como vemos, estos Guardianes del Universo son unos personajes que siguen la tradición de la ciencia ficción, género muy en boga en el momento de su nacimiento, el año 1960. Por aquel entonces, los superhéroes empezaban a recuperar terreno tras cierto tiempo de capa caída, pero lo hicieron por lo general más embebidos que nunca de las historias sobre alienígenas y naves espaciales. En ese sentido, no es de extrañar que su creador, con permiso del dibujante Gil Kane, fuera el guionista John Broome, gran conocedor, admirador e incluso creador de ciencia ficción que había dado ese trasfondo cósmico a un Green Lantern revitalizado que había abandonado el tono mágico de su predecesor de los años cuarenta.
Broome y Kane concibieron a los Guardianes del Universo para que fueran los “jefes” de Hal Jordan, los encargados de encomendarle misiones y reprimir sus ansias cuando fuera necesario. Siempre se presentaron como una entidad superior y casi perfecta, cosa que cambió cuando los autores relataron el origen antes mencionado. Años más tarde, serían autores como Steve Englehart quienes relataran cuál había sido el primer paso de los hombrecillos para luchar contra el mal: crear a los Manhunters. Aquellos androides carentes de las emociones que sus propios dueños habían dejado atrás canalizaron durante mucho tiempo la energía verde de la fuerza de voluntad hasta que se rebelaron y orquestaron lo que, ya en tiempos de Geoff Johns, se dio a conocer como Masacre del Sector 666, momento en que los enanos azules se percataron de que necesitaban a seres vivos para llevar a cabo una misión que, a veces, requería un sentido común que no tenían los robots.
Fue así como nació el Cuerpo de los Green Lanterns, un nutrido ejército también creado por Broome y Kane que sirvió como secundario de las aventuras de Jordan muchos años antes de que obtuvieran su primera serie regular. Formado por 3.600 agentes venidos de todo el cosmos (7.200 en la actualidad), el Cuerpo contaba con los seres más valientes de cada sector del espacio para vencer a amenazas como, por ejemplo, Sinestro o el propio Krona, que regresó en alguna que otra ocasión para vengarse de sus antiguos colegas.
En Injustice: Gods Among Us, este ejército de policías espaciales no había hecho acto de presencia hasta hace un par de números, cuando vimos en acción a Kyle Rayner, otro terrícola que forma parte del Cuerpo de Green Lanterns. Y hay más, como el responsable John Stewart o el rebelde Guy Gardner, que secunda a los Guardianes en esa visita que hacen a Superman. Se trata de un viejo conocido de los demás héroes de la Tierra, que han sufrido su arrogancia al mismo tiempo que han tenido el honor de contar con su valor en diferentes encarnaciones de la Liga de la Justicia. Especialmente recordada fue su participación en la primera versión internacional del grupo, cuando Keith Giffen, J.M. DeMatteis y dibujantes como Kevin Maguire lo convirtieron en uno de los personajes más queridos por los lectores de finales de los años ochenta. Su rivalidad con Hal Jordan es bien conocida y también histórica. Y aunque en fechas más recientes hayan llegado a respetarse mutuamente, siempre queda una tensión que, a buen seguro, estallará en esta colección en algún momento.
Y es que, a juzgar por los acontecimientos y por el plan que ya han puesto en marcha Superman y Lex Luthor, Gardner y el resto del Cuerpo de Green Lanterns seguirán apareciendo por estas páginas. Tal como están las cosas, alguien va a tener que plantar cara a Superman y a sus tropas, y no parece que haya demasiada gente capaz de hacerlo. Eso sí, no perdamos de vista a Canario Negro ni a Oráculo, que desempeñan un papel cada vez más importante en la trama.
Fran San Rafael
Artículo publicado originalmente en las páginas de Injustice: Gods among us núm. 16.
Estos hombrecillos azules cuya llegada auguraba Sinestro en la anterior entrega son una de las primeras razas de seres vivos del universo. Eso sí, al principio de su existencia, tenían un aspecto mucho más corriente. Nacidos en el planeta Maltus, eran científicos de raza que lograron una sociedad casi utópica hasta que Krona, uno de ellos, cometió la fechoría de intentar presenciar el origen del universo, cosa que estaba totalmente prohibida. Aquel acto tuvo como consecuencia directa la aparición del mal en el cosmos y obtuvo su merecido castigo, pero ha pesado sobre la conciencia de sus congéneres desde entonces. Decididos a luchar contra dicho mal y a preservar el orden, los maltusianos se mudaron a Oa, un mundo ubicado en el centro de la Creación, y evolucionaron en lo que ahora son.
Como vemos, estos Guardianes del Universo son unos personajes que siguen la tradición de la ciencia ficción, género muy en boga en el momento de su nacimiento, el año 1960. Por aquel entonces, los superhéroes empezaban a recuperar terreno tras cierto tiempo de capa caída, pero lo hicieron por lo general más embebidos que nunca de las historias sobre alienígenas y naves espaciales. En ese sentido, no es de extrañar que su creador, con permiso del dibujante Gil Kane, fuera el guionista John Broome, gran conocedor, admirador e incluso creador de ciencia ficción que había dado ese trasfondo cósmico a un Green Lantern revitalizado que había abandonado el tono mágico de su predecesor de los años cuarenta.
Broome y Kane concibieron a los Guardianes del Universo para que fueran los “jefes” de Hal Jordan, los encargados de encomendarle misiones y reprimir sus ansias cuando fuera necesario. Siempre se presentaron como una entidad superior y casi perfecta, cosa que cambió cuando los autores relataron el origen antes mencionado. Años más tarde, serían autores como Steve Englehart quienes relataran cuál había sido el primer paso de los hombrecillos para luchar contra el mal: crear a los Manhunters. Aquellos androides carentes de las emociones que sus propios dueños habían dejado atrás canalizaron durante mucho tiempo la energía verde de la fuerza de voluntad hasta que se rebelaron y orquestaron lo que, ya en tiempos de Geoff Johns, se dio a conocer como Masacre del Sector 666, momento en que los enanos azules se percataron de que necesitaban a seres vivos para llevar a cabo una misión que, a veces, requería un sentido común que no tenían los robots.
Fue así como nació el Cuerpo de los Green Lanterns, un nutrido ejército también creado por Broome y Kane que sirvió como secundario de las aventuras de Jordan muchos años antes de que obtuvieran su primera serie regular. Formado por 3.600 agentes venidos de todo el cosmos (7.200 en la actualidad), el Cuerpo contaba con los seres más valientes de cada sector del espacio para vencer a amenazas como, por ejemplo, Sinestro o el propio Krona, que regresó en alguna que otra ocasión para vengarse de sus antiguos colegas.
En Injustice: Gods Among Us, este ejército de policías espaciales no había hecho acto de presencia hasta hace un par de números, cuando vimos en acción a Kyle Rayner, otro terrícola que forma parte del Cuerpo de Green Lanterns. Y hay más, como el responsable John Stewart o el rebelde Guy Gardner, que secunda a los Guardianes en esa visita que hacen a Superman. Se trata de un viejo conocido de los demás héroes de la Tierra, que han sufrido su arrogancia al mismo tiempo que han tenido el honor de contar con su valor en diferentes encarnaciones de la Liga de la Justicia. Especialmente recordada fue su participación en la primera versión internacional del grupo, cuando Keith Giffen, J.M. DeMatteis y dibujantes como Kevin Maguire lo convirtieron en uno de los personajes más queridos por los lectores de finales de los años ochenta. Su rivalidad con Hal Jordan es bien conocida y también histórica. Y aunque en fechas más recientes hayan llegado a respetarse mutuamente, siempre queda una tensión que, a buen seguro, estallará en esta colección en algún momento.
Y es que, a juzgar por los acontecimientos y por el plan que ya han puesto en marcha Superman y Lex Luthor, Gardner y el resto del Cuerpo de Green Lanterns seguirán apareciendo por estas páginas. Tal como están las cosas, alguien va a tener que plantar cara a Superman y a sus tropas, y no parece que haya demasiada gente capaz de hacerlo. Eso sí, no perdamos de vista a Canario Negro ni a Oráculo, que desempeñan un papel cada vez más importante en la trama.
Fran San Rafael
Artículo publicado originalmente en las páginas de Injustice: Gods among us núm. 16.