Eccediciones

Lobo, el mejor cazarrecompensas del Universo DC

Entre toda la abundante y rica fauna que puebla el cosmos del Universo DC, existe una figura cuya presencia define más que ninguna otra esta galaxia de ficción del Universo DC en la que nos encontramos: Lobo. El que devora tus entrañas y disfruta con ello. El Último Czarniano, el cazarrecompensas que nunca querrías que te tuviera en su punto de mira. Este inclasificable personaje apareció por primera vez en las páginas de Omega Men, de la mano de Keith Giffen y Roger Slifer, aunque por aquel entonces era muy distinto del personaje al que conocemos. El Lobo que allí encontramos era verlopiano y no czarniano, y toda su raza había sido exterminada por los psiones, una de las múltiples razas alienígenas que pueblan el espacio del Universo DC.

Habría que esperar hasta que Keith Giffen decidiera rescatarlo para su magnífica etapa al frente de Justice League International. Así, en el número 18, a Lobo lo contrataba el megalomaníaco Lord Manga Khan para poner en serios aprietos a los miembros de la Liga que buscaban rescatar a Míster Milagro de las garras del tirano. Esta nueva aparición del personaje ya empezaba a mostrar los rasgos que le harían popular.

Su éxito con la Liga de la Justicia le llevó a convertirse en un miembro regular de la L.E.G.I.O.N 89, un grupo cósmico trasunto de la clásica Legión de Superhéroes, y a medirse con el Hombre de Acero en varias ocasiones. Pero el verdadero despegue del personaje no se produjo hasta que DC no se atrevió a darle su propia miniserie. De este modo, en noviembre de 1990 aparecía el primer número de Lobo: El último czarniano. Con argumento del mismo Giffen y escrita por Alan Grant, esta serie mostraba la versión más desatada del personaje vista hasta esa fecha. Al brillante guion lleno de chispa y humor negro, se sumaba el arte de un Simon Bisley que sorprendió a propios y extraños con una representación del personaje que rompía todos los moldes.

El éxito brutal e inmediato de esta serie llevó a que los primeros años noventa estuvieran trufados de miniseries y especiales de Lobo a cual más genial y disparatadamente divertido: Lobo’s Back, The Blazing Chain of Love, Lobo: Infanticide o el delirante The Lobo Paramilitary Christmas Special entre muchos otros. El personaje apareció como invitado en prácticamente cualquier serie de la época y finalmente en 1995 obtuvo su propia serie regular, que alcanzaría los 64 episodios.

Aunque seguía siendo parte fundamental del paisaje cósmico de DC, el siglo XXI no le sentó bien a Lobo y sus apariciones fueron cada vez más esporádicas y tangenciales. Con la llegada de los Nuevos 52, el personaje terminó obteniendo un nuevo y mucho más modernizado –aunque no exento de polémica– rediseño que lo convirtió en una figura más estilizada, fría y calculadora, pero igualmente letal, como podemos ver en su paso por estas páginas de Supergirl. Y es que da igual cuantas veces cambie el Universo DC; por ahí fuera, entre lunas, asteroides y planetas con antros de mala muerte, siempre estará el cazarrecompensas más letal y peligroso de todos, pero sobre el que nunca nos can- saremos de leer.

Javier Olivares Tolosa

Artículo publicado originalmente en las páginas de Supergirl núm. 5. ¡Ya a la venta!