Eccediciones

La princesa esclava

Decía Benjamin Franklin: “Aquellos que sacrifican libertad por seguridad no merecen tener ninguna de las dos”. Esta declaración de principios, tan inspiradora como manida, es también muy discutible si atendemos a otras fuentes que señalan que para el ser humano prima precisamente la seguridad sobre la libertad. Porque la libertad es un bien muy preciado, sí, pero ¿y si se pudiese conseguir la seguridad de todo un pueblo sacrificando la voluntad de una sola persona? En nuestro mundo es difícil que se pueda dar una situación así, pero aquí es donde entra en juego la imaginación de los escritores. Ese es el caso del guionista Marv Wolfman, quien planteó esta peliaguda situación en los años ochenta, en las páginas de The New Teen Titans.

En estos cómics conocíamos a Koriand’r, la princesa del planeta Tamaran, quien fue entregada a los invasores de la Ciudadela como moneda de cambio para alcanzar la paz. Este peculiar pacto fue promovido desde las sombras por la celosa Komand’r, quien consideraba que su hermana pequeña era el motivo de su caída en desgracia, para así poder consumar su venganza. De este modo, Koriand’r tuvo que abandonar los palacios y las comodidades que había gozado desde su nacimiento para convertirse en una esclava. Después de años de torturas y vejaciones, la muchacha alcanzó al fin la libertad y pudo enfrentarse a su hermana por lo ocurrido. Como se puede apreciar, con esta historia Wolfman también recreó el cuento clásico de la princesa y la bruja, si bien el movimiento de liberación de la mujer ya estaba cambiando la forma de tratar a las mujeres por aquel entonces, así que Koriand’r no consiguió su objetivo gracias a un caballero andante, sino a su propio esfuerzo.

En este volumen de Capucha Roja y los Forajidos vemos la revisión de la historia en el contexto del Nuevo Universo DC. El escritor Scott Lobdell la ha simplificado en algunos aspectos, pero también ha añadido el matiz de la reticencia de Koriand’r hacia su propio pueblo, al que acusa de no hacer nada por liberarla. Así pues, es el momento de volver a descubrir el origen de esta flamante mujer también conocida como Starfire.

Raúl G. Peribáñez