Eccediciones

La ira del primer lantern

Ya hace meses que vemos por aquí a Volthoom, más conocido como Primer Lantern, en una situación un tanto desesperada. Los Guardianes del Universo lo utilizaron para alimentar a su Tercer Ejército, con el que pretendían erradicar el libre albedrío. Pero como bien sabrán quienes hayan leído el tercer volumen de Green Lantern Corps, el plan de los oanos terminó siendo un fracaso rotundo, en buena parte gracias a la intervención de héroes como Kyle Rayner que dudaron en plantar cara a sus antiguos jefes. La épica batalla terminó con la liberación de Volthoom y con el comienzo de una nueva saga que, una vez más, se extiende por todas las colecciones de la franquicia.

Así pues, durante los próximos meses, la serie Green Lantern va a duplicar su tamaño para albergar también la participación en La ira del Primer Lantern de Red Lanterns y la ya mencionada Green Lantern Corps. La ocasión lo merece, ya que esta trama va a ser la despedida (triunfal, como veremos muy pronto) de Geoff Johns, guionista que ha estado al frente de la franquicia desde hace casi 10 años. Y no se marchará solo, ya que lo acompañarán Peter J. Tomasi, Doug Mahnke, Peter Milligan y los demás autores, que cederán el testigo a una pléyade de sustitutos. Pero no nos adelantemos y centrémonos en el cuaderno que nos ocupa, que empieza con el número 17 de la serie original Green Lantern.

Como ya hemos visto, en dicho episodio se establecen los cimientos de la saga después de contar el origen de Volthoom en una escena dibujada por Dan Jurgens y Phil Jiménez que añade aún más elementos al histórico día en que Krona se empeñó en presenciar el origen del universo. Inmediatamente después, Johns y Mahnke nos cuentan los planes del nuevo villano, que consisten básicamente en atormentar a diversos personajes con un objetivo que averiguaréis en cuanto leáis dicho capítulo. A partir de ahí, comienza una sucesión de encuentros en los que nuestros protagonistas recuerdan elementos traumáticos de su pasado mientras, en otra dimensión, Hal Jordan y Sinestro esperan a que llegue una ansiada liberación que podría depender de Simon Baz, el flamante Green Lantern de la Tierra.

Este mes, las víctimas de Volthoom son Kyle Rayner y Guy Gardner, cuyo origen en el nUDC conocimos en el prólogo Green Lantern: La ascensión del Tercer Ejército. Allí supmos que el Green Lantern más rebelde del Cuerpo es la oveja negra de su familia, pues procede de una tradición de policías donde él es la única excepción. Por su parte, Kyle Rayner se ve obligado a recordar a Alex DeWitt, su antigua novia, asesinada durante sus primeros días como superhéroe. Y mientras tanto, Atrocitus se ocupa de ciertos asuntos a la espera de la inevitable llegada del Primer Lantern, una visita que conoceremos más a fondo en la próxima entrega.

¿Y dónde están los Guardianes del Universo mientras sucede todo esto? Ni más ni menos que en Maltus, un nombre que forma parte de la mitología de Green Lantern desde hace mucho tiempo. La primera vez que lo vimos fue en Green Lantern núm. 81 (1970), un cómic que hoy en día se engloba en la saga Green Lantern / Green Arrow con que Dennis O’Neil y Neal Adams deslumbraron a los lectores de la época y también a las generaciones posteriores. Su nombre era un homenaje a Thomas Malthus, el economista que predijo que la superpoblación sería un problema para la Tierra. No era ninguna casualidad, ya que la principal cualidad de Maltus era el estar demasiado poblado.

Fue allí donde había nacido una especie que, con el tiempo, se escindiría en tres: los Guardianes del Universo, las Zamaronas y los Controladores. Estas facciones adquirieron rasgos específicos y se marcharon a otros mundos, entre ellos Oa, para seguir evolucionando y llevar a cabo sus proyectos vitales. Los Guardianes tuvieron que irse por culpa de Krona, que había llevado a cabo su experimento sobre el origen del universo, el mismo que desembocó en la aparición del mal en el cosmos. Poco antes del lanzamiento del nUDC, este planeta volvió a adquirir protagonismo en la aclamada serie R.E.B.E.L.S. cuando se convirtió en el primer mundo conquistado por Starro, enemigo acérrimo de Vril Dox.

Pero como tantos otros elementos modificados antes o después de dicho nUDC, la historia de Maltus también ha sufrido algún que otro cambio. Así pues, según lo establecido en este mismo cuaderno, el experimento de Krona se produjo en Oa, con lo cual no queda claro si los Guardianes, o por lo menos sus ancestros, proceden de dicho mundo. Lo que sí sabemos es que es el planeta natal de Volthoom.

Precisamente, el nombre de este villano es un homenaje un tanto oscuro a la historia de DC Comics y, más concretamente, a la de la Liga de la Justicia de América. A mediados de los años sesenta, el grupo se enfrentó a su contrapartida malvada, el Sindicato del Crimen de América, un grupo de malhechores que procedían de la dimensión alternativa de Tierra 3. Uno de aquellos villanos era Power Ring, la versión de Green Lantern, de cuyo origen poco se sabía salvo que había recibido de un monje llamado Volthoom tanto el anillo como la batería con que lo cargaba. En versiones del Sindicato posteriores a Crisis en Tierras Infinitas, el nombre se recuperó como una especie de espíritu que vivía dentro del anillo y daba muy malos consejos a su portador, lo cual lo convertía en una especie de “gemelo malvado” del Corazón Estelar, un poderoso artefacto que había dado poderes a Alan Scott, el Green Lantern de la Sociedad de la Justicia.

Pero por pérfido que pudiera ser aquel Volthoom, no es comparable con el que nos va a acompañar a lo largo de los próximos meses. El Primer Lantern está a punto de poner contra las cuerdas a todos los héroes de la franquicia. El drama está servido y, aunque no sea plato de buen gusto ver sufrir a nuestros intrépidos protagonistas, la batalla final que se entrevé en el horizonte compensará todo tipo de padecimientos. Geoff está a punto de despedirse, y lo va a hacer a lo grande. Mucho.

Fran San Rafael


Artículo originalmente publicado en las páginas de Green Lantern núm. 17.