Eccediciones

Justicia o venganza

 El segundo volumen de JSA de Johns consta de tres tramas principales que colocan a la Sociedad de la Justicia de América en situaciones muy distintas: el rescate de un antiguo amigo que ha caído en manos de un terrorista internacional, la épica lucha contra un grupo de supervillanos a cuál más peligroso y, tal vez la más relevante, una venganza que se había demorado mucho tiempo. Y el objetivo de esa revancha no es otro que Existente, uno de los malhechores más poderosos del Universo DC.

La historia de este villano comienza hace varias décadas con dos jóvenes hermanos, Hank y Don Hall. El primero tenía un carácter fuerte y violento; el segundo era tranquilo y pacífico. Cuando su padre, un prestigioso juez, fue secuestrado, el dúo deseó tener poderes para salvarlo, y fue así como se convirtieron en Halcón y Paloma, dos superhéroes que vivirían aventuras en solitario y también en el seno de los Jóvenes Titanes originales. Creados por Steve Ditko y Steve Skeates en Showcase núm. 75 (1967), estos dos hermanos aún no sabían que aquellas habilidades eran un regalo de un Señor del Orden y un Señor del Caos, ni tampoco que debían mantener un equilibrio entre dos formas de ser tan opuestas.

El talante agresivo de Halcón, el otro yo de Hank Hall, empeoró notablemente tras la muerte de Don en la celebérrima Crisis en tierras infinitas porque necesitaba un equilibrio que solo obtendría con la aparición de una nueva Paloma. En aquella ocasión, se trataba de una señorita llamada Dawn Granger que debutó en la famosa miniserie escrita por Karl y Barbara Kesel y dibujada por Rob Liefeld en 1988. El nuevo dúo tuvo aún más aceptación que el original y no tardó en obtener una colección mensual. Pero el destino que les aguardaba no era nada halagüeño, y la catástrofe volvió a caer sobre Hall tres años más tarde... por culpa de una pifia editorial.

En 1991, DC publicó un evento editorial titulado Armagedón 2001 que se extendía por todos los números anuales de la casa y dos especiales de apertura y cierre a cargo de Archie Goodwin, Dennis O’Neil y Dan Jurgens. La trama arrancaba con la llegada al presente de Waverider, un viajero del tiempo que vivía en un futuro no muy lejano que estaba dominado por un tirano llamado Monarca. Poco más se sabía del villano, convenientemente oculto por una máscara que le tapaba toda la cara, excepto que había sido un héroe que se había corrompido por razones desconocidas y había sometido a toda la humanidad. Waverider se pasó aquellos anuales buscando a los candidatos más probables para impedir que se transformaran, lo cual abrió todo tipo de especulaciones hasta que una filtración de la editorial desveló que el malvado era, en realidad, el Capitán Átomo. Con la sorpresa totalmente arruinada, DC tomó la decisión de dejar en paz al entonces miembro de la Liga de la Justicia Internacional y decantarse por otro personaje. El giro en cuestión consistió en que Monarca matara a Paloma y, en un ataque de furia, Halcón hiciera lo propio con el villano... para descubrir que tras la máscara se encontraba él mismo.

Después de la revelación, Hank, ya convertido en el villano cuya existencia pretendía evitar Waverider, se embarcó en un viaje por el tiempo del que regresó para empeorar aún más las cosas. Al principio de la saga Hora Cero, orquestada por el propio Jurgens, estaba en el Punto de Fuga, el único lugar donde el tiempo no transcurre, con el objetivo de remodelarlo a su antojo. Fue entonces cuando tuvo el encontronazo con la Sociedad de la Justicia que sirve como principal precedente de los sucesos de este volumen. Y fue también cuando absorbió las energías de Waverider para adquirir más poder y convertirse en el temible Existente. Así, consciente de que los miembros de la JSA aparentaban una lozanía impropia de su edad (cosa debida a Ian Karkull, como vimos en el primer número de esta colección), hizo que todos ellos envejecieran, y algunos no lo soportaron. Fue el caso del Átomo original, el padrino de Atom-Smasher, y también de Hourman. Además, el primer Doctor Medianoche y Sandman salieron muy perjudicados, y eso por no hablar de Wildcat, que sufrió un ataque al corazón.

Es por esto por lo que, desde que la JSA volvió a las andadas a finales de los años 90, el grupo tenía pendiente un ajuste de cuentas, detalle que no pasaron por alto los guionistas de su serie, Geoff Johns y David S. Goyer. La presencia en el grupo del Hourman androide y de su barco temporal propició una aventura en la que se vieron implicados los miembros más poderosos del grupo y todo un invitado especial como era Metrón, personaje esencial del llamado Cuarto Mundo de Jack Kirby. La batalla, tan épica como cabía esperar, tuvo dramáticas consecuencias a medio plazo para un miembro del grupo y sirvió como excusa para la marcha de algunos compañeros. Si los hechos fueron dignos de esa “justicia” que forma parte del nombre del grupo o, por el contrario, fueron una venganza en toda regla, deberá juzgarlo cada cual después de leer las próximas páginas.

Fran San Rafael