Eccediciones

Inimitable

Pese a que desde sus inicios profesionales Sam Kieth (EE.UU., 1963) aceptó trabajos de encargo relacionados con licencias de las grandes editoriales, pronto renunció a la posibilidad de adaptar su estilo a los cánones gráficos imperantes en la industria. En su lugar, dio rienda suelta a uno de los trazos más particulares del noveno arte, que admite expresar de forma totalmente plena en los cuadernos de dibujo que rellena religiosamente desde su infancia. Pero también en la miríada de proyectos de creación propia en los que se enfrasca de forma periódica: The Maxx, Zero Girl, Four Women y, más recientemente, diferentes novelas gráficas integradas en un universo propio que denomina The Trout-a-Verse.

La integridad artística de Kieth no es cuestión baladí, teniendo en cuenta que en su momento renunció al puesto de dibujante regular de Sandman por no sentirse plenamente identificado con la serie de Neil Gaiman. Pero ello no obsta para que este autor logre adaptarse a personajes ajenos y proyectos colaborativos, tal y como, por ejemplo, sucede con cierto gothamita. Más allá de portadas e ilustraciones, su primer proyecto relacionado con el Hombre Murciélago fue Scratch (2004), miniserie con la que el autor presentó en sociedad al personaje homónimo, un hombre lobo de 16 años investigado por el Caballero Oscuro. El papel de Batman era secundario, pero bastaron un puñado de páginas para que Kieth plasmara una versión del personaje “megadistorsionada”, cuya musculatura hiperbólica, prominente barbilla e interminables orejas recordaban al trabajo de autores como Bernie Wrightson, Bill Sienkiewicz, Dave McKean o Kelley Jones, a quienes suele mencionar como influencias.

En 2006 publicó Batman: Secrets, serie limitada en la que el Cruzado de la Capa se enfrentó por enésima vez al Joker; y poco después llegó el turno de la presente obra: Batman: El Caballero Oscuro - Lobo, mortalmente serio (2007), un team up que une los destinos de dos personajes totalmente antagónicos, propiciando un juego de contrastes alocado e irreverente entre el Último Czarniano y el Mejor Detective del Mundo, anticipo de futuros proyectos relacionados con ambos personajes. Efectivamente, ese mismo año se encargó de Ghosts, arco argumental de la colección Batman: Confidential cuya trama discurre por caminos sobrenaturales. En 2010 se adentró en la institución mental más famosa y perturbadora del mundo del cómic con la novela gráfica Batman: Asilo Arkham - Locura (2010). Apenas unos meses más tarde dibujó el guion de Scott Ian —guitarrista de la banda de trash metal Anthrax— para la miniserie Lobo: Highway to Hell. Y más recientemente, los lectores de ECC Ediciones han tenido ocasión de disfrutar de su colaboración con el mítico Bruce Jones, materializada en Batman: El Caballero Oscuro - A través del espejo (2011). Hasta la fecha, la incursión más reciente de Kieth en el universo de Batman: un ilustre rincón del cómic mainstream que ha logrado compatibilizar con sus peculiaridades autorales, aquellas que le han consagrado como un historietista inclasificable... e inimitable.

David Fernández

Artículo originamente publicado en las páginas de Batman: El Caballero Oscuro - Lobo, mortalmente serio (previa de la obra, en este enlace).