Eccediciones

Héroes internacionales

 Cuando en 1986 Keith Giffen y J.M. DeMatteis “reinventaron” a la Liga de la Justicia, aparte de cambiar el tono del cómic por uno más ligero y cercano a la comedia, introdujeron el concepto de una Liga operativa bajo términos de legalidad, amparada por las Naciones Unidas y que representaba a todos los habitantes del planeta, indistintamente de su credo o religión. Dan Jurgens fue el encargado de recoger la antorcha cuando el equipo creativo previo abandonó la serie tras una inolvidable etapa de cinco años y rebajó el tono de humor, pero mantuvo como elemento indispensable la operativa legítima bajo la que intervenían. Con el paso del tiempo y la entrada de nuevos equipos autorales, en pleno apogeo de la moda oscuro y descarnado de mediados de los 90, el estilo colorista y ameno fue disminuyendo, el grupo fue perdiendo con más fuerza el contacto con esos seres humanos a los que en teoría servían y protegían, y poco a poco se iba abandonando esa condición de “internacional”. Por su parte, cuando Grant Morrison retomó a la JLA utilizando para ello a los personajes más populares de la casa y la elevó de nuevo al panteón del éxito (tanto de ventas como de crítica), volvió a colocarla actuando independientemente de cualquier órgano de Gobierno.

En un mundo (el posterior a Flashpoint) con bastantes aspectos en común con el nuestro, la población civil desconfía de los metahumanos prácticamente tanto como lo hace de los líderes políticos. La Liga de la Justicia “clásica” trabaja de forma clandestina y no provoca excesivo clamor popular precisamente. Es bajo ese contexto en el cual Jurgens, viejo conocedor de los personajes, “disfrazándose” del nuevo personaje André Briggs, tiene la idea de volver a reunir a una Liga de la Justicia Internacional, con diversos representantes de la geografía global, que no tengan miedo a mostrar su identidad real al público. Héroes que trabajen por y para el pueblo y que generen confianza. Como la definió su creador para IGN: “La JLI reflejará algunas de las tensiones existentes en las relaciones entre varias culturas y países, y también algunos de los equivocados estereotipos que existen. Estas ideas son parte de lo que consigue que la mezcla de personajes sea única y diferente”.

Para ello Jurgens ha reunido a veteranos para los seguidores de la etapa Giffen/DeMatteis del grupo (como Booster Gold, Hielo, Fuego o Guy Gardner, aparte del nuevo Rocket Red 7, presentado en la maxi-serie previa Liga de la Justicia: Generación perdida), miembros de diferentes encarnaciones de la Liga (como Vixen) o de otros equipos como los Guardianes Globales (Godiva) o Jaque Mate (Augusto General Férreo). Una mezcla desde luego peculiar y que genera conflictos prácticamente desde la página uno. ¿Cómo reaccionarán los demás componentes del grupo, en especial Gardner, cuando descubran que el líder asignado es Booster Gold, más conocido por su fama de oportunista que por sus (célebres para los lectores, desconocidas para sus colegas de gremio) actividades superheroicas? ¿Podrán entenderse el General Férreo y Red, representantes de naciones tan diferentes y con un pasado tan convulso entre ellas como China y Rusia? ¿Cómo se desenvolverá Godiva ante amenazas cósmicas, acostumbrada a solucionar pequeños delitos urbanos? “Vivimos en un mundo muy diverso, con diferentes personalidades, estilos, puntos de vista y maneras de vivir” –apuntó Jurgens para Newsarama- “Tenemos que hacer un mejor trabajo representando esta globalidad. En este caso, un equipo compuesto por representantes de varias naciones era fundamental en el contexto del Universo DC. Son algunas nuevas actitudes sobre las que trabajar”. Y de remate, Batman.

Sin embargo, al contrario de lo que pueda parecer sobre el papel, la actitud del Señor de la Noche no será tan fría como antaño. “Vamos a ver a un Bruce más humano. Más dispuesto a escuchar”. Eso sin considerar que el pasado cuenta y, debido a sus experiencias pasadas junto a Booster Gold, apoyará mucho más (a su sombría manera) al héroe del futuro.

¿Y el humor? ¿Volverá en esta encarnación de la JLI el clásico “Bua-ja-ja”? En pequeñas dosis, pero no será el ingrediente principal. “Un cómic con Booster Gold como uno de sus protagonistas siempre tendrá uno o dos momentos de humor, pero a su vez estos personajes sufrirán tragedias y pérdida”. En la serie tendrán cabida ciertos momentos de comicidad con otros de máxima tensión, pero a decir verdad, en un nuevo universo donde uno de los máximos peligros a los que se enfrentan nuestros héroes son potenciales amenazas terroristas, caer con frecuencia en la risa sería un tanto frívolo.

La Liga de la Justicia Internacional ha regresado, sin renunciar a ciertos ingredientes que la hicieron famosa en el pasado pero con la actitud necesaria para sostenerse con una identidad propia y que espera conquistar a los lectores desde su primer número. Atentos al próximo volumen, donde las tragedias y pérdidas anunciadas por Jurgens  empezarán a ser visibles…

Javier J. Valencia