Eccediciones

Hellblazer, o La Divina Comedia de Peter Milligan

"A mitad del camino de la vida
yo me encontraba en una selva oscura,
con la senda derecha ya perdida."

Dante (Inferno)

El terceto reproducido inicia La Divina Comedia del inmortal Dante Alighieri, en cuyo primer Canto el poeta narraba a principios del siglo XIV su descenso al Infierno y sus encuentros con diversos personajes en su búsqueda de su amada Beatriz, estableciendo un modelo para la descripción del ángel caído y el Infierno que ha influido a buena parte de la literatura occidental posterior, desde autores clásicos universales como Milton o Goethe hasta los encasillados –pero no por ello menos populares– contemporáneos H.P. Lovecraft o Stephen King. Un terceto que el siempre agudo Peter Milligan, cual moderno Alighieri, parece tener bien presente para plantear la encrucijada en la que se encuentra su alter ego John Constantine al inicio del nuevo arco que presenta en estas páginas.

Peter Milligan, “a mitad del camino de la vida” –o de su etapa en la serie, quizás–, ha ido construyendo con mimo a lo largo de las entregas previas una nueva versión de Constantine más madura y abierta a los sentimientos, preso a su pesar cada vez más de una compleja red de relaciones personales tras la reaparición de su conflictiva sobrina Gemma, su tirante relación con su suegro Terry y su reciente y explosivo matrimonio con Epiphany, que le obligarán a adoptar compromisos a los que está poco acostumbrado y que provocan que se encuentre “en una selva oscura”.

Precisamente, de entre las muchas cosas positivas que Milligan ha llevado a cabo desde que se hizo cargo de la serie, una de las más importantes ha sido recuperar a un buen número de personajes que fueron creados por autores previos y cuyo potencial estaba todavía por desarrollar. A pesar de ello, hasta el momento se echaba en falta la presencia de un adversario a la altura de Constantine que fuera un auténtico desafío para el viejo John y que, con la senda derecha ya perdida, le obligase a dar lo mejor de sí mismo. Milligan, consciente de ello, se ha cuidado mucho en medir los tiempos para reservar hasta este momento clave la reaparición del que sin duda ha sido la gran némesis de Hellblazer: el Primero de los Caídos.

Envuelto a su pesar en la búsqueda infernal de su particular Beatriz, un atribulado Constantine va a verse de nuevo involucrado en los planes de su peor enemigo, quien se va a mostrar más maquiavélico y sibilino que nunca.

Que lo disfrutéis.

Pablo de Blas Andrada