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Gyo: El terror que llegó del mar

El pasado mes de junio tuvimos el honor de incorporar a nuestro catálogo de manga a todo un maestro del género de terror: Junji Ito, que durante las dos últimas décadas ha sorprendido y aterrorizado a numerosos lectores gracias a su talento para crear historias perturbadoras. Nacido en la prefectura de Gifu (Japón) en 1963, pronto se mostró interesado por la historieta, espoleado por los dibujos de su hermana mayor y por la huella que le dejó la lectura de un manga de terror obra de Kazuo Umezu, a quien reconoce como “mi artista de cómic preferido desde que recuerdo. Cuando dibujo estoy influenciado por su trabajo sin siquiera percatarme de ello”. Así, comenzó a crear sus propias historias como divertimento, remitiendo diferentes trabajos de forma ocasional a revistas como Nemuki’s Halloween, Bizarre Tales of Sleepless Nights o Big Comic Spirits. Pese a su buen hacer, en primera instancia enfocó dicha faceta como un mero hobby, orientando su carrera profesional a la Odontología; pero el talento que atesoraba era demasiado evidente, de modo que finalmente centró todos sus esfuerzos en su carrera como mangaka.

El buen hacer mostrado en Tomie (1997) obtuvo su reconocimiento en el Premio Kazuo Umezu a la Excelencia, y la obra dio pie a una serie de nueve largometrajes. Un éxito refrendado con Uzumaki (1998), otro clásico en la bibliografía del autor, donde también destaca su primera obra publicada por ECC Ediciones: Black Paradox (2009), centrada en las vivencias de cuatro personajes que tras conocerse a través de una página web, deciden emprender un viaje para alcanzar el objetivo común de poner fin a sus vidas. Extraño caso de suicidio colectivo que Ito convirtió en un thriller sobrenatural con el que reformuló el mito del doppelgänger.

La obra que hoy nos ocupa también figura entre las más destacadas del autor, formando parte de la selección de Esenciales del Festival International de la bande dessinée d'Angoulême de 2007 y contando con una adaptación reciente en forma de anime. Nos referimos a Gyo (2001-2002), serie originalmente publicada por la editorial Shogakukan a través de su revista semanal Big Comic Spirits. Comenta el propio Ito que Gyo está inspirada en Tiburón, mítico largometraje dirigido en 1975 por Steven Spielberg con el que el cineasta norteamericano “capturó de forma magistral la esencia del miedo en forma de un tiburón antropófago. Pensé que sería incluso más genial capturar ese miedo a través de un tiburón antropófago que pudiera moverse por tierra y agua”. Una curiosa premisa que toma como punto de partida la historia de Kaori y Tadashi: pareja que decide pasar sus vacaciones en Okinawa cerca del mar para desconectar de la rutina. Tadashi es muy aficionado al submarinismo y tras un pequeño incidente con unos tiburones durante una inmersión, la pareja decide volver a Tokio... Pero antes de poder regresar empiezan a aparecer extrañas criaturas parecidas a peces con patas. ¿Qué son realmente estos seres? Además, un olor a muerte empieza a impregnar toda la isla. ¿Qué lo está causando?

Así es como comienza un descenso en espiral a los horrores de (y los hedores) del mar, desencadenando la enésima pesadilla ideada por un autor que dice encontrar la inspiración en su vida diaria, “observando las cosas desde ángulos diferentes"; pero también en “las películas de terror, las historias de misterio, los cómics de terror, o estampas y sonidos naturales, como un anochecer o una tormenta, que estimulan mi creatividad”.

¿A qué esperáis para conocer el particular universo de este autor? En este enlace podéis consultar todas las obras del autor que hemos publicado hasta la fecha.

(El primer volumen de Gyo está disponible desde el pasado 1 de octubre, y su segunda y última parte se pondrá a la venta mañana, junto al resto de novedades de noviembre).