Por utilizar una expresión popular, se podría decir que a Hal Jordan le crecen los enanos. Desde que se convirtiera en líder del Cuerpo de Green Lanterns, no ha tenido un momento de descanso, cosa que quedó clara el mes pasado durante su fugaz visita a la Tierra. El ataque de Relic y la fuga de la Zafiro Estelar Nol-Anj no eran más que un anticipo de la que se iba a liar en cuanto el universo se enterase de que el Cuerpo pretendía limitar el uso de la energía del espectro emocional. Fue entonces cuando entraron en liza los khunds, una raza alienígena que siempre resulta temible. Y no solo por la fuerza y resistencia que les proporciona la intesa gravedad de su planeta natala sino por su condición innata de seres belicosos.
En un principio, los khunds se adscribieron exclusivamente al siglo XXX y al contexto de la Legión de Superhéroes. No en vano, debutaron en Adventure Comics núm. 346 (1966), que también supuso el primer trabajo profesional del entonces jovencísimo Jim Shooter, que se encargó tanto del guion como del dibujo de aquella historia. En ella, aparte de a varios legionarios nuevos, conocimos a Garlak, caudillo de Khund (Khundia en apariciones posteriores), un mundo armado hasta los dientes que puso en jaque a los Planetas Unidos y que incluso contaba con una vasta reserva de kryptonita para mantener a raya a Superboy, el miembro más poderoso de la Legión. No sería la última escaramuza del grupo con los khunds, ya que, entre otras historias, estuvieron presentes en la famosa Saga de la Guerra por la Tierra, la primera escrita por Paul Levitz unos años antes de hacer historia con su celebérrima etapa clásica al frente del siglo XXX.
Igual que ocurriera con, por ejemplo, el mago Mordru, los khunds terminaron convirtiéndose en enemigos de los personajes del Universo DC de los siglos XX y XXI. No en vano, se encontraban entre las razas alienígenas que atacaron nuestro planeta durante el evento ¡Invasión! (1989). Allí, los guionistas Keith Giffen y Bill Mantlo, acompañados por dibujantes como Todd McFarlane o Bart Sears, mostraron a los khunds como tropas de asalto al servicio de los dominadores, la siniestra raza que había orquestado el ataque.
Pero más allá de las batallas más o menos vistosas que hayan podido librar, los khunds también tienen un trasfondo que justifica su belicismo. Khundia vive en un eclipse lunar perpetuo que angustia a una población excesivamente densa que cedió hace mucho tiempo al arte de la guerra y el combate, las únicas formas que tienen de arreglar las rencillas. Es por esto por lo que resultó especialmente chocante que contaran con su propio Green Lantern en 2008 durante la etapa de Wonder Woman escrita por Gail Simone y dibujada por Bernard Chang y, sobre todo, Aaron Lopresti.
Como vemos, los khunds tienen elementos de sobra para convertirse en los nuevos archienemigos del Cuerpo de Green Lanterns, cosa que va sucediendo mes a mes en estas mismas páginas. ¿Cómo terminará esta tensa situación? Habrá que ver si Hal Jordan es capaz de solucionar el asunto.
Fran San Rafael
Artículo publicado originalmente en las páginas de Green Lantern núm. 30.
En un principio, los khunds se adscribieron exclusivamente al siglo XXX y al contexto de la Legión de Superhéroes. No en vano, debutaron en Adventure Comics núm. 346 (1966), que también supuso el primer trabajo profesional del entonces jovencísimo Jim Shooter, que se encargó tanto del guion como del dibujo de aquella historia. En ella, aparte de a varios legionarios nuevos, conocimos a Garlak, caudillo de Khund (Khundia en apariciones posteriores), un mundo armado hasta los dientes que puso en jaque a los Planetas Unidos y que incluso contaba con una vasta reserva de kryptonita para mantener a raya a Superboy, el miembro más poderoso de la Legión. No sería la última escaramuza del grupo con los khunds, ya que, entre otras historias, estuvieron presentes en la famosa Saga de la Guerra por la Tierra, la primera escrita por Paul Levitz unos años antes de hacer historia con su celebérrima etapa clásica al frente del siglo XXX.
Igual que ocurriera con, por ejemplo, el mago Mordru, los khunds terminaron convirtiéndose en enemigos de los personajes del Universo DC de los siglos XX y XXI. No en vano, se encontraban entre las razas alienígenas que atacaron nuestro planeta durante el evento ¡Invasión! (1989). Allí, los guionistas Keith Giffen y Bill Mantlo, acompañados por dibujantes como Todd McFarlane o Bart Sears, mostraron a los khunds como tropas de asalto al servicio de los dominadores, la siniestra raza que había orquestado el ataque.
Pero más allá de las batallas más o menos vistosas que hayan podido librar, los khunds también tienen un trasfondo que justifica su belicismo. Khundia vive en un eclipse lunar perpetuo que angustia a una población excesivamente densa que cedió hace mucho tiempo al arte de la guerra y el combate, las únicas formas que tienen de arreglar las rencillas. Es por esto por lo que resultó especialmente chocante que contaran con su propio Green Lantern en 2008 durante la etapa de Wonder Woman escrita por Gail Simone y dibujada por Bernard Chang y, sobre todo, Aaron Lopresti.
Como vemos, los khunds tienen elementos de sobra para convertirse en los nuevos archienemigos del Cuerpo de Green Lanterns, cosa que va sucediendo mes a mes en estas mismas páginas. ¿Cómo terminará esta tensa situación? Habrá que ver si Hal Jordan es capaz de solucionar el asunto.
Fran San Rafael
Artículo publicado originalmente en las páginas de Green Lantern núm. 30.