A principios de 1997, el guionista Pat McGreal recibió una llamada del editor Paul Kupperberg. El propósito de la llamada era averiguar si el escritor estaría dispuesto a concebir una historia de Flash destinada a la línea Otros Mundos. McGreal respondió afirmativamente a la propuesta planteando una idea que presentaba al Velocista Escarlata en una situación inusual: confinado en una silla de ruedas a causa de una herida de bala en la columna vertebral. Sobre este cimiento narrativo, el guionista escribió Flash: Momento crucial, una ucronía sorprendente y muy entretenida publicada entre diciembre de 1999 y febrero de 2000.
En el microcosmos DC, Flash encarna al personaje ideal para protagonizar un cómic sobre universos alternativos. No en vano, la historieta señera sobre mundos paralelos es la célebre The Flash of Two Worlds escrita por Gardner Fox, dibujada por Carmine Infantino y publicada en 1961. Allí aparecía por primera vez el concepto de "Tierras paralelas" que, posteriormente, sirvió de soporte a todo el Universo DC culminando en obras memorables como Crisis en Tierras Infinitas de Marv Wolfman y George Pérez, o El Multiverso de Grant Morrison. Sin embargo, la línea Otros Mundos procede de una rama ligeramente distinta de relatos ficticios: las "historias imaginarias" que proliferaron en los cómics de Superman durante los años cincuenta y sesenta. Se trataba de relatos que, mediante un artificio narrativo, respondían a una hipótesis interesante sin alterar la continuidad de la serie (por ejemplo, ¿qué pasaría si el Hombre de Acero muriese, perdiese sus poderes o se casase con Lois Lane?). He aquí el germen de cómics tan célebres como El regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller o ¿Qué sucedió con el Hombre del Mañana? de Alan Moore y Curt Swan. A esta estirpe de historias apócrifas pertenece Flash: Momento crucial.
En sus páginas, McGreal plantea la hipótesis de un cosmos DC habitado por un único superhombre, el policía científico Barry Allen. El origen de sus poderes replica exactamente el que ya conocemos: un relámpago cae sobre él alterando su metabolismo y confiriendo a su cuerpo una velocidad supersónica. A partir de ahí, todo es diferente. El guionista hace un ejercicio de "historia virtual" recreando el pasado reciente de Estados Unidos introduciendo como factor de distorsión la presencia de Flash. Mediante una secuencia discreta y eficaz, un documental repasa la historia ficticia del país atendiendo a las modificaciones introducidas por el guionista. Entre otras alteraciones, destacan el desenlace abreviado a la Guerra del Vietnam y, sobre todo, la supervivencia de Kennedy al atentado de Dallas gracias a la ayuda de Flash. Desgraciadamente, la bala "mágica" destinada al presidente se incrusta en la columna vertebral del Velocista Escarlata causándole una tetraplejia y condenándolo a la inmovilidad. En realidad, este incidente forma parte de un plan maquiavélico que culmina en Marte décadas después con el descubrimiento de un artefacto estrechamente relacionado con los poderes de Flash.
Por su atractiva combinación de suspense y ciencia ficción, Flash: Momento crucial es una lectura ágil y entretenida. A ello contribuye, sin duda, la acertada elección de dibujante. Para plasmar en imágenes una obra que trataba sobre un superhéroe en silla de ruedas, McGreal sugirió a un autor cuya seña de identidad era el dinamismo: Norm Breyfogle (que se había curtido como dibujante en la serie Whisper y que había alcanzado la cúspide de su carrera dibujando los guiones del británico Alan Grant en la cabecera Detective Comics). Discípulo aventajado de Trevor Von Eeden, Breyfogle se había destacado por su osadía estética, su atrevimiento en el diseño de personajes y su audacia en la disposición de las viñetas sobre la página. En Flash: Momento crucial, sin embargo, se muestra muy contenido tanto gráfica como narrativamente. La moderación formal imprime al relato una atmósfera de previsible cotidianidad que acentúa la inmovilidad del protagonista y que contrasta con las secuencias de acción vertiginosa que el guionista va dosificando a lo largo de la historia.
Para aumentar el suspense y espolear el interés del lector, McGreal divide la trama de Flash: Momento crucial en dos acciones simultáneas. De un lado, la investigación arqueológica de Barry Allen en Marte. De otro, la investigación detectivesca de Ralph Dibny en la Tierra. Estas dos acciones (unidas por nexos astutamente disimulados) convergen con fuerza en un desenlace vibrante donde Breyfogle se desboca derrochando energía y dinamismo.
Flash: Momento crucial cumple a la perfección el requisito fundamental de cualquier título enmarcado en la línea Otros Mundos: que la historia resulte amena y sorprendente. En efecto, Pat McGreal y Norm Breyfogle demostraron una vez más que en materia de superhéroes aún no se ha dicho la última palabra.
Jorge García
Artículo publicado en las páginas de Flash: Momento crucial ¡Ya disponible en vuestro punto de venta habitual!
Previa de Flash: Momento crucial
En el microcosmos DC, Flash encarna al personaje ideal para protagonizar un cómic sobre universos alternativos. No en vano, la historieta señera sobre mundos paralelos es la célebre The Flash of Two Worlds escrita por Gardner Fox, dibujada por Carmine Infantino y publicada en 1961. Allí aparecía por primera vez el concepto de "Tierras paralelas" que, posteriormente, sirvió de soporte a todo el Universo DC culminando en obras memorables como Crisis en Tierras Infinitas de Marv Wolfman y George Pérez, o El Multiverso de Grant Morrison. Sin embargo, la línea Otros Mundos procede de una rama ligeramente distinta de relatos ficticios: las "historias imaginarias" que proliferaron en los cómics de Superman durante los años cincuenta y sesenta. Se trataba de relatos que, mediante un artificio narrativo, respondían a una hipótesis interesante sin alterar la continuidad de la serie (por ejemplo, ¿qué pasaría si el Hombre de Acero muriese, perdiese sus poderes o se casase con Lois Lane?). He aquí el germen de cómics tan célebres como El regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller o ¿Qué sucedió con el Hombre del Mañana? de Alan Moore y Curt Swan. A esta estirpe de historias apócrifas pertenece Flash: Momento crucial.
En sus páginas, McGreal plantea la hipótesis de un cosmos DC habitado por un único superhombre, el policía científico Barry Allen. El origen de sus poderes replica exactamente el que ya conocemos: un relámpago cae sobre él alterando su metabolismo y confiriendo a su cuerpo una velocidad supersónica. A partir de ahí, todo es diferente. El guionista hace un ejercicio de "historia virtual" recreando el pasado reciente de Estados Unidos introduciendo como factor de distorsión la presencia de Flash. Mediante una secuencia discreta y eficaz, un documental repasa la historia ficticia del país atendiendo a las modificaciones introducidas por el guionista. Entre otras alteraciones, destacan el desenlace abreviado a la Guerra del Vietnam y, sobre todo, la supervivencia de Kennedy al atentado de Dallas gracias a la ayuda de Flash. Desgraciadamente, la bala "mágica" destinada al presidente se incrusta en la columna vertebral del Velocista Escarlata causándole una tetraplejia y condenándolo a la inmovilidad. En realidad, este incidente forma parte de un plan maquiavélico que culmina en Marte décadas después con el descubrimiento de un artefacto estrechamente relacionado con los poderes de Flash.
Por su atractiva combinación de suspense y ciencia ficción, Flash: Momento crucial es una lectura ágil y entretenida. A ello contribuye, sin duda, la acertada elección de dibujante. Para plasmar en imágenes una obra que trataba sobre un superhéroe en silla de ruedas, McGreal sugirió a un autor cuya seña de identidad era el dinamismo: Norm Breyfogle (que se había curtido como dibujante en la serie Whisper y que había alcanzado la cúspide de su carrera dibujando los guiones del británico Alan Grant en la cabecera Detective Comics). Discípulo aventajado de Trevor Von Eeden, Breyfogle se había destacado por su osadía estética, su atrevimiento en el diseño de personajes y su audacia en la disposición de las viñetas sobre la página. En Flash: Momento crucial, sin embargo, se muestra muy contenido tanto gráfica como narrativamente. La moderación formal imprime al relato una atmósfera de previsible cotidianidad que acentúa la inmovilidad del protagonista y que contrasta con las secuencias de acción vertiginosa que el guionista va dosificando a lo largo de la historia.
Para aumentar el suspense y espolear el interés del lector, McGreal divide la trama de Flash: Momento crucial en dos acciones simultáneas. De un lado, la investigación arqueológica de Barry Allen en Marte. De otro, la investigación detectivesca de Ralph Dibny en la Tierra. Estas dos acciones (unidas por nexos astutamente disimulados) convergen con fuerza en un desenlace vibrante donde Breyfogle se desboca derrochando energía y dinamismo.
Flash: Momento crucial cumple a la perfección el requisito fundamental de cualquier título enmarcado en la línea Otros Mundos: que la historia resulte amena y sorprendente. En efecto, Pat McGreal y Norm Breyfogle demostraron una vez más que en materia de superhéroes aún no se ha dicho la última palabra.
Jorge García
Artículo publicado en las páginas de Flash: Momento crucial ¡Ya disponible en vuestro punto de venta habitual!
Previa de Flash: Momento crucial