Eccediciones

Extraña en el paraíso

Los años cuarenta del siglo XX fueron la época dorada de los superhéroes. Por entonces, autores como Jerry Siegel, Joe Shuster, Bob Kane, Bill Finger, Jack Kirby, Joe Simon, Gardner Fox, C.C. Beck, Will Eisner, Jack Cole o Bill Everett poblaron las cubiertas de decenas de publicaciones con héroes de colorido disfraz e imaginativos poderes. En medio de aquella maraña de justicieros masculinos, las mujeres ejercían un rol secundario. Su papel se reducía en la mayoría de los casos al de ayudante o al de novia eterna del protagonista. Hasta la irrupción de Wonder Woman en el número 8 de la revista All-Star Comics (fechado en diciembre de 1941).

Esta superheroína fue concebida por el psicólogo (y eventual guionista) William Moulton Marston y fue plasmada gráficamente por el veterano dibujante de prensa Harry G. Peter. La primera aventura de Wonder Woman comenzaba como El Principito de Saint-Exupéry: con el descenso forzoso de un aeroplano. El avión (pilotado por el capitán Steve Trevor) aterrizaba en una isla desconocida poblada por una civilización de amazonas emparentada con los mitos griegos. Hasta la caída del avión, las amazonas vivían aisladas en su utopía insular e ignoraban por completo la existencia de un mundo al borde de la guerra (ese mismo diciembre, por cierto, la aviación japonesa bombardeaba Pearl Harbor). El descubrimiento de tanta injusticia las obligaba a tomar partido por los Estados Unidos. Tras superar una serie de pruebas, la princesa Diana era elegida para acompañar al capitán Trevor al “Mundo de los Hombres”. Para ello, se armaba con una tiara, unos brazaletes indestructibles y un lazo mágico que obligaba a decir la verdad a todo aquel que caía en su abrazo.

La amazona alcanzó un éxito tumultuoso y consiguió su propia cabecera bajo el lema Sensation Comics en enero de 1942. En sus páginas, Wonder Woman (o su alter ego Diana Prince) combatía a las fuerzas del Eje y a su propia galería de villanos en una serie de aventuras escritas por Moulton con el propósito de encarnar un modelo feminista para la mujer de los años cuarenta. Tras la muerte de este guionista en 1947, se encargó de reemplazarlo el excelente Robert Kanigher (creador del Sargento Rock, entre otros personajes). Este prolífico guionista se ocupó de adaptar el personaje a los nuevos tiempos con un derroche de ingenio que potenciaba la vertiente más imaginativa del personaje. A fines de los años sesenta, DC encargó al joven guionista Denny O’Neil y al veterano dibujante Mike Sekowsky la tarea de renovar a la princesa amazona.

La nueva encarnación de la heroína debutó en el número 178 de Wonder Woman, en octubre de 1968. En episodios sucesivos, O’Neil y Sekowsky privaron de poderes a la princesa, la acompañaron de un mentor oriental llamado I-Ching y la convirtieron en una espía internacional. Esta versión humanizada de la amazona causó gran controversia entre los lectores y tuvo corta vida. Sin embargo, dejó su impronta en un telefilm dirigido por Vincent McEveety y protagonizado por Cathy Lee Crosby en 1974. Pero fue la actriz Lynda Carter quien encarnó a la versión más célebre de la Mujer Maravilla en la pequeña pantalla: la serie Wonder Woman, emitida entre 1975 y 1979.

Cuando el serial desapareció de antena, las ventas de los cómics de la amazona descendieron pese a los esfuerzos de equipos tan competentes como el formado por el guionista Roy Thomas y el dibujante Gene Colan a principios de los años ochenta. Como curiosidad, este tándem creativo fue el encargado de sustituir el símbolo del águila por el emblema de la doble “W” que la amazona luce hoy día en el corpiño. Pero el encargado de devolver el éxito a la heroína fue George Pérez, dibujante de Crisis en Tierras Infinitas. Este autor remodeló al personaje en una nueva cabecera llamada Wonder Woman durante una larga etapa que se extendió de 1987 a 1992. El número especial recogido en este recopilatorio es una muestra excelente de su buen hacer. Durante 62 episodios, Pérez sumergió a Diana de Themyscira en el crisol mitológico del que había surgido 50 años antes.

A Pérez lo reemplazó el excelente guionista William Messner-Loebs (1992-1995), que impregnó de ironía las páginas de la publicación. Después, se sucedieron distintas etapas. Entre ellas destacó la del célebre historietista John Byrne (1995-1998), que confirió a la heroína el estatus de diosa de la guerra; la del escritor Greg Rucka (2003-2006), que modernizó el panteón mitológico en que se inscribía Wonder Woman insuflando grandes dosis de suspense a la cabecera; y la de J. Michael Straczynski (2010-2011), que firmó una historia modélica sobre paradojas temporales. Entre 2011 y 2014, el guionistaBrian Azzarello y el dibujante Cliff Chiangsituaron al personaje en primera línea del cosmos DC con una etapa vigorosa y refrescante que ha hecho las delicias de los aficionados. En la actualidad, el guionista Grant Morrison y el dibujante Yanick Paquette acaban de publicar la novela gráfica Wonder Woman: Tierra Uno que restituye a la superheroína el carácter reivindicativo que tenía cuando fue creada por Moulton.

Por otra parte, la aparición de la amazona —interpretada por Gal Gadot— en la cinta Batman v Superman: El amanecer de la justicia y el anuncio de un largometraje protagonizado por el personaje han situado a la heroína en el vértice de la actualidad. Hoy, Wonder Woman está en mejor forma que nunca. A sus 75 años, sigue siendo la superheroína por excelencia. Un personaje escindido entre dos mundos: diosa entre mortales, extraña en Isla Paraíso. 

Jorge García

Artículo introductorio publicado en las páginas de All Star Comics (1941-2016): 75 años de Wonder Woman ¡Ya disponible en vuestro punto de venta habitual!

Previa de All Star Comics (1941-2016): 75 años de Wonder woman