Eccediciones

Espejito, espejito...

Ya hace 10 años que Fábulas arrancó su andadura en Estados Unidos para convertirse en uno de los estandartes indiscutibles de la Vertigo contemporánea. Creada por Bill Willingham (Virgina, 1956) a partir de un sinfín de cuentos tradicionales, la colección narra las vicisitudes de personajes como Blancanieves, el Lobo Feroz o Pinocho en el mundo real, el mismo en que se refugiaron hace siglos para huir de las Tierras Natales que había conquistado un implacable malhechor conocido, por aquel entonces, con el intrigante nombre de Adversario. Gracias a una dosificada combinación de géneros y a la participación de dibujantes tan brillantes como Mark Buckingham, la serie alcanzó cotas altísimas de calidad y disfrutó de la aceptación mayoritaria del público, lo cual ha propiciado que siga muy viva en 2012 y que, además, haya contado con numerosas obras derivadas como 1.001 noches de nieve o Cenicienta: Las fábulas son para siempre.

Y ahora, para celebrar tan sonado aniversario, llega Fabulosas, una serie regular que se añade a esa ya larga lista de derivados. Su título original, Fairest, procede directamente de la famosa frase que pronunciaba con pavor la madrastra de Blancanieves: “Mirror, mirror on the wall, who’s the fairest of them all?”, cuya traducción habitual sería: “Espejito, espejito mágico, ¿quién es la más bella del reino?” Con semejante título, huelga decir que las féminas acaparan gran parte del peso de la serie, con la que Willingham pretende recuperar a esas mujeres de armas tomar que pululan por el universo de Fábulas y que, antes de emigrar a nuestro mundo, fueron “las más bellas” y ya no lo son. Y no es porque no sean guapas sino porque, cuando se vive al lado de otra que ostenta el mismo honor, la cosa se diluye bastante, ¿verdad? Así, con esta nueva serie, personajes como Zarza Rosa o Bella saltarán a la palestra para vivir aventuras que escribirá o supervisará el propio Willingham, quien plantea Fabulosas de forma que sus hechos tengan incidencia en la serie madre y viceversa. Buena muestra de ello es este primer volumen, donde recupera a la Bella Durmiente, que se ha pasado los últimos tiempos incons- ciente en la antigua capital del Imperio tras lo ocurrido en la Gran Guerra, cuando se quedó dormida voluntariamente para dejar fuera de juego a buena parte del ejército del Adversario.

Aunque más adelante pasaría por el filtro de los Hermanos Grimm, la creación de esta Bella Durmiente, también conocida como Zarza Rosa, se remonta al año 1697, cuando Charles Perrault publicó su antología Histoires ou contes du temps passé (Historias o cuentos del pasado). Popularizada hasta el extremo por la versión cinematográfica y edulcorada de Disney, aquella historia contaba la desdicha de una princesa cuyo bautizo resultó bastante convulso. Sus padres, los reyes, invitaron a siete hadas madrinas que le concedieron sendos dones; pero había una bruja malvada a la que nadie había avisado del evento, lo cual no impidió que se presentara para lanzar una maldición a la recién nacida: en algún momento de su vida, se pincharía con una rueca y moriría. Por suerte, había un hada buena que aún no había concedido un don a la niña, y suavizó la cosa añadiendo que, en vez de morir, cuando se pinchase dormiría durante 100 años hasta que la despertara el beso de un príncipe.

Terminado el catastrófico acto social, los reyes ordenaron retirar todas las ruecas del reino, pero quedó una con la que la princesa se pinchó cuando estaba en plena adolescencia. Una de aquellas hadas buenas regresó al reino para asegurarse de que su sueño fuera lo más pacífico posible, y erigió un bosque de árboles y zarzas que rodearían el castillo hasta la llegada del susodicho príncipe. Ese detalle, el de las zarzas, es uno de los más característicos de la Bella Durmiente en Fábulas, ya que brotan de inmediato siempre que cae dormida víctima de algún objeto punzante. De hecho, como decíamos, tan extraña situación fue uno de los pilares de la victoria de Villa Fábula durante la Gran Guerra. Y no menos juego ha dado su relación con el Príncipe Azul, que en manos de Willingham se convirtió en un personaje imprescindible que había
seducido, desposado y engañado a diversas protagonistas de la serie.

La otra gran dama de este primer volumen de Fabulosas es totalmente opuesta a Zarza Rosa, ya que es una de las principales villanas de la serie madre. La Reina de las Nieves, conocida como Snedronningen en el relato original de Hans Christian Andersen, era en principio una soberana a quien acompañaban el frío y la nieve allá adonde fuera y que, un mal día, decidió secuestrar en su castillo a un muchacho de una aldea cercana a quien solo pudo liberar el amor puro de una vecinita suya. Para Willingham, la Reina ha sido una aliada imprescindible del Adversario, uno de los antagonistas más poderosos de Fábulas. La quitó de en medio durante la Gran Guerra (precisamente, de- bido a los actos de Zarza Rosa), pero ha llegado el momento de recuperarla y de mostrarla en su faceta más tradicional.

Pero ¿de qué sirve ser bella y fabulosa si no tienes pretendientes? Es por esto por lo que este volumen cuen- ta con un tercer protagonista, un varón, que debuta por fin en el universo de Willingham. Nos referimos a Alí Babá, protagonista de un famoso relato de origen árabe que en teoría formaba parte de Las 1.001 noches, aunque muchos eruditos consideren que lo añadió el traductor francés Antoine Galland tras escuchar un relato oral que lo impactó especialmente. Alí era el hijo menor de un comerciante, un desdichado que, al contrario que su hermano, se casó con una mujer pobre. Un día, se enteró por casualidad de la existencia de una cueva donde 40 ladrones escondían un botín de valor incalculable. El recinto, que se abría con la popular contraseña “ábrete, sésamo”, quedó un poco más vacío tras la visita del muchacho, que emprendió así una aventura de la que estuvo a punto de no salir muy bien parado. El relato de Alí Babá es uno de los más famosos del mundo, como bien demuestran sus numerosas adaptaciones a diversos medios, incluido un anime que contó con la participación del mismísimo Hayao Miyazaki. Y en una franquicia tan coral como Fábulas, donde también tienen cabida las leyendas orientales, solo era cuestión de tiempo que hiciera acto de presencia.

Pero ¿quiénes se encargan de la parte gráfica de esta trama? Por una parte, tenemos al brillante Adam Hughes (Atlanta, 1967), portadista original de esta serie, un artista que se prodiga muy poco en interiores aunque nos deje regularmente cubiertas brillantes en publicaciones de ECC Ediciones como Batgirl. Por su parte, Phil Jiménez (Los Ángeles, 1970) es el responsable del dibujo de las peripecias de Alí Babá y Zarza Rosa, lo cual es todo un lujo que agradecerán los muchos seguidores de este autor. Jiménez entró en DC Entertainment de la mano de Neal Pozner, editor que sería su pareja sentimental, y destacó desde el principio por un estilo que recordaba al de George Pérez, todo un referente del medio con el que se lo comparó desde el principio. No en vano, ambos han escrito y dibujado las aventuras de Wonder Woman, han participado en eventos editoriales y disfrutan llenando las viñetas de todo tipo de detalles. Además, Jiménez no es ningún desconocido en el sello Vertigo, ya que ha trabajado en series tales como Los invisibles u Otherworld, un complejo proyecto de creación propia que aunaba la fantasía épica con la ciencia ficción. Tras su regreso a DC en 2010, solo era cuestión de tiempo que el autor volviera a dibujar algún proyecto para la línea adulta de la casa, pero su aportación a Fabulosas no pasará de este volumen por mucho que Willingham bromeara diciendo que pensaba esposarlo e incluso adoptarlo legalmente si se le ocurría marcharse una vez concluido el primer arco argumental.

Y es que esta nueva colección sigue el esquema de “miniserie dentro de la serie” donde los guionistas y dibujantes cambian con la misma frecuencia que las protagonistas. Si Willingham y Jiménez se ocupan del resurgir de Zarza Rosa, en próximas entregas veremos en acción a Bella (acompañada por su inseparable marido Bestia) en manos de Matthew Sturges, responsable de obras como Fábulas presenta Jack o House of Mystery, y de Shawn McManus, el dibujante de las miniseries de Cenicienta. Y si se cumplen los planes previstos por DC Entertainment, no tardaremos en ver una saga protagonizada por Rapunzel que contara con guiones de la novelista sudafricana Lauren Beukes y con ilustraciones del argentino Iñaki Miranda.

Como vemos, Fabulosas es una apuesta fuerte y seria con la que se pretende ampliar todavía más el universo de Fábulas, el mismo con el que Willingham nos está deslumbrando desde hace una década. Son muchas las veces que se ha dicho que la fórmula está agotada, pero nada más lejos de la realidad. El universo creado por el guionista de Virginia se renueva, se reinventa y se expande constantemente, de ahí que su final aún forme parte de un futuro muy remoto.

Fran San Rafael