Eccediciones
searchclose

Especial Flash Comics (1940-2015): 75 años de Flash

Corría el año 1940 cuando la editorial All-American Publications lanzaba sus primeros productos. Se trataba de una empresa hermanada con DC Comics, con la que compartía propietario, el legendario Jack Liebowitz, y a la que se uniría definitivamente al cabo de unos años. El auge de los tebeos requería cada vez más personajes, y Flash Comics núm. 1, una de las primeras publicaciones de la casa, presentó a unos cuantos en sus páginas. Uno de ellos era el que daba título a la revista, Flash, el primer superhéroe “especializado” en un solo poder. Los autores fueron Gardner Fox, estrella en ciernes que ya había destacado por haber sustituido a Bill Finger en un par de aventuras de Batman y por haber creado al primer Sandman, y Harry Lampert, un dibujante especializado en tiras humorísticas que abandonaría el serial apenas unos meses más tarde.

Ataviado con elementos que recordaban a los atributos habituales del dios griego Hermes, la supervelocidad de Jay Garrick cuajó entre unos lectores fascinados con las posibilidades que les ofrecía un género que apenas empezaban a conocer. La posterior entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial incrementó la necesidad de evasión y fantasía, y las revistas dedicadas al medio proliferaron en lo que fuera un fenómeno sin parangón hoy conocido como Edad de Oro. A pesar de la dura competencia, Garrick participó en varias de aquellas publicaciones, incluidas All-Star Comics, la “casa” de la Sociedad de la Justicia de América, y Comics Cavalcade, una antología de historietas donde compartía protagonismo con Wonder Woman y Green Lantern, las otras grandes estrellas de All-American.

Terminada la guerra, los superhéroes empezaron a decaer paulatinamente hasta que apenas sobrevivieron algunos de ellos, que se vieron por si fuera poco constreñidos por el Comics Code Authority que se instauró durante la primera mitad de los años cincuenta. Por desgracia, Flash no fue uno de los afortunados superhéroes, y pasó a un incómodo olvido junto a contemporáneos como Hawkman o el ya mencionado Green Lantern. Su lugar lo ocuparon cómics de ciencia ficción pura y dura, un género que había experimentado un auge considerable con el miedo al holocausto nuclear que se arraigó profundamente en la sociedad estadounidense. Uno de los mejores conocedores de aquel tipo de historietas era Julius Schwartz, editor de DC Comics que, en 1956, planteó a la editorial un retorno de los justicieros enmascarados animado por éxitos puntuales como el del Detective Marciano.

El elegido para ser el pistoletazo de salida de la nueva era fue Flash, cuyo regreso Schwartz confió a Robert Kanigher, uno de sus guionistas de cabecera, y a Carmine Infantino, dibujante que pisaba muy fuerte en aquellos momentos. Sin embargo, los autores optaron por renunciar al pasado y crear a un Flash que fuera completamente distinto, lo cual no pasaba solo por un aspecto más estilizado y visual sino también por darle una nueva identidad secreta que respondiera mejor a las modas de la época. Así, en Showcase núm. 4, llegó Barry Allen, el policía que obtenía supervelocidad cuando lo rociaba una mezcla de productos químicos que caían de una estantería golpeada por un relámpago. Comenzaba así la Edad de Plata, un nuevo auge de los superhéroes con el que DC renovó todas sus publicaciones. A lo largo de los años siguientes, Barry vivió un romance con la periodista Iris West y se enfrentó a enemigos tan vistosos como el Capitán Frío o el Hechicero del Clima mientras contaba con ayudantes como el Hombre Elástico e incluso con un compañero juvenil llamado Kid Flash. También fue miembro fundador de la Liga de la Justicia de América, lo cual lo ponía a la altura de mitos como Batman o Wonder Woman. Y cómo no, terminó conociendo al Flash original, que resultó que vivía en una dimensión paralela llamada Tierra 2 en lo que supuso el principio del Multiverso.

Tal fue la importancia de Barry Allen en la historia de DC Comics que, cuando llegó Crisis en Tierras Infinitas en los años ochenta para solventar la continuidad y reclamar la atención de nuevos lectores, su muerte adquirió un significado metatextual que iba más allá de la trama. No en vano, el género había resurgido gracias a él, y el Multiverso que tanto se había complicado había surgido de sus andanzas por otras dimensiones. Su sustituto como Velocista Escarlata sería el antiguo Kid Flash, esto es, Wally West, el sobrino de Iris. El muchacho se pasó dos décadas intentando superar la alargada sombra de su predecesor, y lo consiguió en gran medida gracias a la labor de guionistas como Mark Waid o Geoff Johns, que lo convirtieron en el único Flash que habían conocido varias generaciones de lectores.

La condición de icono de Barry Allen propició varios amagos de retorno que culminaron cuando Grant Morrison y J.G. Jones lo recuperaron definitivamente en Crisis Final. El héroe había estado atrapado en la Fuerza de la Velocidad, el origen del poder de todos estos corredores, y regresaba para recuperar el tiempo perdido. En esto fue esencial la labor de Geoff Johns y Francis Manapul, dibujante que tomaría las riendas del guion junto a Brian Buccellato con la llegada del Nuevo Universo DC, donde Barry era el único Flash mientras Jay Garrick rejuvenecía en la serie Tierra 2 de la mano de James Robinson.

Actualmente, el protagonismo de Barry Allen es indiscutible, sobre todo con el estreno de la serie de televisión de la cadena CW protagonizada por Grant Gustin. No obstante, la herencia de Jay Garrick no debe quedar en el olvido como ocurrió en los años cincuenta, ya que fue el primero de un legado de personajes que ahora cumple 75 años que hay que celebrar. Y qué mejor manera de hacerlo que con este volumen de ECC Ediciones que incluye no solo los debuts de Garrick y Allen sino también aventuras donde ambos comparten protagonismo, por no hablar de otras pequeñas joyas firmadas por autores de la talla de Grant Morrison, Dennis O’Neil o Ed McGuinness. Adelante, corre a leerlas.

Fran San Rafael

Artículo publicado originalmente como introducción de Especial Flash Comics (1940-2015): 75 años de Flash.