John Layman ha concluido a lo grande su etapa como guionista titular en Detective Comics. Antes de ceder el testigo a Francis Manapul, elaboró una historia en tres partes titulada Gothtopía (que ECC ha recogido en dos volúmenes). Sobre el telón de fondo de una Gotham transformada en paraíso se desarrolla una trama de suspense psicológico acerca del poder de las ilusiones y las fantasías. Esta obra (tributaria del clásico Para el hombre que lo tiene todo..., la memorable historia de Superman incluida tanto en el volumen El Universo DC de Alan Moore como en el tomo Grandes autores Superman: Alan Moore - ¿Qué sucedió con el Hombre del Mañana? y otras historias) explora los deseos que palpitan bajo el uniforme de kevlar del Caballero Oscuro y de algunos de sus aliados.
¿Qué pesadilla esconde el mundo feliz en que se ha convertido Gotham? Para responder a esta pregunta, el mejor detective del mundo se alía con un puñado de amigos, amantes e, incluso, rivales. Como bien sabe el lector del primer volumen, la historia desbordó muy pronto el ámbito inicialmente previsto —las páginas de Detective Comics— y se extendió a otros títulos protagonizados por la batfamilia (como Catwoman, Batgirl y Aves de Presa). Estas prolongaciones enriquecieron la idea original proporcionando una gran variedad de puntos de vista y permitiendo a los equipos creativos implicados en el crossover sondear las motivaciones de sus respectivos protagonistas con resultados más que interesantes.
Y es que en esta obra no resulta tan importante encontrar el gusano que roe la manzana de una sociedad perfecta como asistir a la batalla íntima que libran los héroes contra sus anhelos más profundos. En Gothtopía, el verdadero enemigo no es el ensueño que aprisiona a los habitantes de Gotham, sino el deseo que inflama el interior de ese horno llamado alma.
Jorge García
Artículo publicado originalmente en las páginas de Batman: Gothtopía núm. 2.
¿Qué pesadilla esconde el mundo feliz en que se ha convertido Gotham? Para responder a esta pregunta, el mejor detective del mundo se alía con un puñado de amigos, amantes e, incluso, rivales. Como bien sabe el lector del primer volumen, la historia desbordó muy pronto el ámbito inicialmente previsto —las páginas de Detective Comics— y se extendió a otros títulos protagonizados por la batfamilia (como Catwoman, Batgirl y Aves de Presa). Estas prolongaciones enriquecieron la idea original proporcionando una gran variedad de puntos de vista y permitiendo a los equipos creativos implicados en el crossover sondear las motivaciones de sus respectivos protagonistas con resultados más que interesantes.
Y es que en esta obra no resulta tan importante encontrar el gusano que roe la manzana de una sociedad perfecta como asistir a la batalla íntima que libran los héroes contra sus anhelos más profundos. En Gothtopía, el verdadero enemigo no es el ensueño que aprisiona a los habitantes de Gotham, sino el deseo que inflama el interior de ese horno llamado alma.
Jorge García
Artículo publicado originalmente en las páginas de Batman: Gothtopía núm. 2.