El nacimiento del Nuevo Universo DC propició el acercamiento de la mitología de la editorial a toda una nueva generación de lectores, que ante la variada oferta de cabeceras renumeradas y series creadas para la ocasión, pudieron disfrutar de la recién estrenada continuidad sin tener conocimiento de historias pretéritas. Un punto de partida idóneo para adentrarse por vez primera en este colorido mundo de héroes y villanos... o para volver a encontrarse con personajes ya conocidos, ahora reinterpretados por equipos creativos que supieron aprovechar este relanzamiento para ofrecer su particular visión de los iconos superheroicos.
La lista de autores involucrados en tan ambiciosa iniciativa fue extensa e ilusionante, y en ella figuraban nombres como los de Geoff Johns, Grant Morrison, Peter Milligan, Jim Lee, Ivan Reis, Rags Morales, Jeff Lemire o George Pérez, entre muchos otros. Pero buena parte de la atención se centró en el equipo creativo llamado a construir la versión moderna del Caballero Oscuro a través de la serie regular Batman: Scott Snyder y Greg Capullo. El primero, estrella emergente del medio, avalado por su excelente trabajo en American Vampire y Detective Comics; el segundo, veterano sobradamente conocido por el fandom, empeñado en volver a formar parte de un proyecto que le devolviera a un primer plano de la actualidad. Y vaya si lo consiguió: el dibujante natural de Schenectady se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del relanzamiento de DC Comics, firmando páginas para el recuerdo que, con el paso del tiempo, le situarán en un lugar de privilegio entre los historietistas que durante más de 75 años han construido la leyenda del Hombre Murciélago. Teniendo en cuenta el impacto causado por su aportación a la colección, a la hora de preparar esta edición especial de Batman: El Tribunal de los Búhos desde ECC Ediciones nos pusimos en contacto con el autor para que compartiera sus impresiones sobre esta experiencia.

De sus comentarios y valoraciones se desprende el tesón y la determinación con los que aborda cada encargo, por intimidatorio que parezca; también la capacidad de asumir con normalidad el escrutinio de lectores, crítica especializada y, trascendiendo las fronteras del noveno arte, medios generalistas atraídos por el éxito cosechado por Batman: “Me contrataron para hacer un trabajo y lo hice lo mejor que pude. Que estuviera nervioso o me sintiera presionado resultaba irrelevante. El objetivo consistía en producir el Batman más guay y cañero posible. Espero haberlo conseguido”. Todo parece indicar que así ha sido, ya que junto a Snyder ha logrado plasmar sobre el papel una interpretación del personaje claramente reconocible, en la que sus rasgos autorales son perfectamente compatibles con un evidente respeto a la mitología del Caballero Oscuro. Alquímica mezcla que satisfizo tanto a los recién llegados como a los lectores veteranos, que disfrutaron con los numerosos homenajes presentes en estas páginas. Preguntado al respecto, Capullo no duda en señalar al responsable de honrar y revisitar etapas pretéritas —“Todos los guiños fueron idea de Scott, incluidos los guantes de color púrpura de Origen”— y ofrece su teoría sobre las razones por las que están cosechando semejante éxito: “El hecho de que ambos adoremos a Batman tanto como los lectores facilita el equilibrio. No queremos destruir las cosas que gustan a los fans porque nos encantan tanto como a ellos. Solo queremos enriquecerlas y mejorarlas”.
Tratándose de un personaje con tantas aventuras a sus espaldas y que ha pasado por las manos de los mejores autores que ha dado el noveno arte, parecía inevitable que Capullo fijara su atención en algún referente a la hora de definir su aproximación gráfica al álter ego de Bruce Wayne. Y así fue, al menos parcialmente: “La única influencia que se puede atribuir remotamente a mi Batman es la armadura que llevaba en El regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller. Me encantaba el casco con la nariz plana e intento emularlo cuanto puedo. Es plana, pero mola”.
En cualquier caso, parece evidente que el apartado gráfico y narrativo de Batman se ha visto beneficiado por el proceso de compenetración protagonizado por Snyder y Capullo, que en sus fases iniciales no resultó sencillo. Sin embargo, el respeto a las diferencias y la confianza ciega en las habilidades ajenas terminaron propiciando el preciso instante en que el engranaje creativo encajó a la perfección; momento decisivo que el dibujante identifica en clave de humor: “En cuanto Scott me dejó en paz de una puñetera vez (risas). Me gustaría que me dejara en paz más veces, pero sería injusto por parte de ambos esperar que el otro cambie la forma en que está habituado a trabajar. Así pues, yo acepto lo que Scott me da porque siempre llega con la posibilidad de cambiarlo o alterarlo como me parezca oportuno”.
Esa sinergia creativa fructificó en algunas de las aventuras más memorables en la historia reciente del Mejor Detective del Mundo, como Batman núm. 5, que, incluido en el presente tomo, hizo correr ríos de tinta digital gracias a su audaz composición y estructura narrativa. “Cuando me llega un guion, mi objetivo es acentuar lo que el autor intenta conseguir. Así, que Batman se perdiera en un laberinto estando colocado inspiró la rotación del cómic para que el lector sintiera lo mismo que él. No obstante, si Scott no hubiera escrito la última página con Damian en la azotea junto a Gordon, que suponía un regreso a la normalidad, no habría efectuado la rotación. No habría tenido sentido. Aquella escena me permitió enderezar el episodio al final del mismo”. Por curioso que parezca, cuando invitamos al popular dibujante a que elija su número preferido de cuantos contiene este recopilatorio, afirma: “Sinceramente, no recuerdo qué dibujé en todos ellos”; pero a continuación, vuelve a demostrar lo importante que es para él la opinión de los fans, matizando su respuesta anterior: “Recuerdo que el número 5 es el que más gustó a los lectores, así que también es mi preferido”.

De la charla mantenida se infiere que Greg Capullo está disfrutando sobremanera de su estancia como dibujante regular de Batman, asimilando el éxito cosechado con el sosiego y la madurez que proporcionan más de dos décadas de experiencia. Una dilatada trayectoria que le ayuda a comprender la naturaleza impredecible de la industria del cómic... y a valorar, una vez más, que su trabajo cobra sentido cuando los proyectos en los que participa caen en manos de los lectores: “En este negocio nunca se puede esperar nada. Por mucho que trabajes o por muy bien que creas hacerlo, siempre depende de los lectores que tenga buena recepción o no. Así que doy gracias por que mi trabajo tenga tan buena acogida. ¡Y mola saber que disfrutan tanto como yo!”.
Esa gratitud se mezcla con el deseo verbalizado de que la de Scott Snyder y Greg Capullo al frente de Batman se recuerde como “una de las etapas más memorables y se tenga en alta estima”, porque “lo que desea todo autor es dejar una marca indeleble”. Y aunque parece más que probable que lo lograrán, será el tiempo el que volverá a ejercer como juez implacable que da y quita razones. A la espera de que dicte una sentencia cuyo fallo intuimos, os dejamos con un mensaje final que este excepcional dibujante dirige a los lectores de ECC Ediciones: “Gracias por apoyarnos, cosa que no doy por sentada. Siempre trabajaré al máximo por vosotros. Como he dicho en otras ocasiones, aunque sea DC quien me firma los talones, trabajo mucho por todos y cada uno de vosotros”.
David Fernández
Entrevista publicada originalmente en las páginas de Batman: El Tribunal de los Búhos.
[Foto: Mike Jara Photography].

La lista de autores involucrados en tan ambiciosa iniciativa fue extensa e ilusionante, y en ella figuraban nombres como los de Geoff Johns, Grant Morrison, Peter Milligan, Jim Lee, Ivan Reis, Rags Morales, Jeff Lemire o George Pérez, entre muchos otros. Pero buena parte de la atención se centró en el equipo creativo llamado a construir la versión moderna del Caballero Oscuro a través de la serie regular Batman: Scott Snyder y Greg Capullo. El primero, estrella emergente del medio, avalado por su excelente trabajo en American Vampire y Detective Comics; el segundo, veterano sobradamente conocido por el fandom, empeñado en volver a formar parte de un proyecto que le devolviera a un primer plano de la actualidad. Y vaya si lo consiguió: el dibujante natural de Schenectady se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del relanzamiento de DC Comics, firmando páginas para el recuerdo que, con el paso del tiempo, le situarán en un lugar de privilegio entre los historietistas que durante más de 75 años han construido la leyenda del Hombre Murciélago. Teniendo en cuenta el impacto causado por su aportación a la colección, a la hora de preparar esta edición especial de Batman: El Tribunal de los Búhos desde ECC Ediciones nos pusimos en contacto con el autor para que compartiera sus impresiones sobre esta experiencia.

De sus comentarios y valoraciones se desprende el tesón y la determinación con los que aborda cada encargo, por intimidatorio que parezca; también la capacidad de asumir con normalidad el escrutinio de lectores, crítica especializada y, trascendiendo las fronteras del noveno arte, medios generalistas atraídos por el éxito cosechado por Batman: “Me contrataron para hacer un trabajo y lo hice lo mejor que pude. Que estuviera nervioso o me sintiera presionado resultaba irrelevante. El objetivo consistía en producir el Batman más guay y cañero posible. Espero haberlo conseguido”. Todo parece indicar que así ha sido, ya que junto a Snyder ha logrado plasmar sobre el papel una interpretación del personaje claramente reconocible, en la que sus rasgos autorales son perfectamente compatibles con un evidente respeto a la mitología del Caballero Oscuro. Alquímica mezcla que satisfizo tanto a los recién llegados como a los lectores veteranos, que disfrutaron con los numerosos homenajes presentes en estas páginas. Preguntado al respecto, Capullo no duda en señalar al responsable de honrar y revisitar etapas pretéritas —“Todos los guiños fueron idea de Scott, incluidos los guantes de color púrpura de Origen”— y ofrece su teoría sobre las razones por las que están cosechando semejante éxito: “El hecho de que ambos adoremos a Batman tanto como los lectores facilita el equilibrio. No queremos destruir las cosas que gustan a los fans porque nos encantan tanto como a ellos. Solo queremos enriquecerlas y mejorarlas”.
Tratándose de un personaje con tantas aventuras a sus espaldas y que ha pasado por las manos de los mejores autores que ha dado el noveno arte, parecía inevitable que Capullo fijara su atención en algún referente a la hora de definir su aproximación gráfica al álter ego de Bruce Wayne. Y así fue, al menos parcialmente: “La única influencia que se puede atribuir remotamente a mi Batman es la armadura que llevaba en El regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller. Me encantaba el casco con la nariz plana e intento emularlo cuanto puedo. Es plana, pero mola”.
En cualquier caso, parece evidente que el apartado gráfico y narrativo de Batman se ha visto beneficiado por el proceso de compenetración protagonizado por Snyder y Capullo, que en sus fases iniciales no resultó sencillo. Sin embargo, el respeto a las diferencias y la confianza ciega en las habilidades ajenas terminaron propiciando el preciso instante en que el engranaje creativo encajó a la perfección; momento decisivo que el dibujante identifica en clave de humor: “En cuanto Scott me dejó en paz de una puñetera vez (risas). Me gustaría que me dejara en paz más veces, pero sería injusto por parte de ambos esperar que el otro cambie la forma en que está habituado a trabajar. Así pues, yo acepto lo que Scott me da porque siempre llega con la posibilidad de cambiarlo o alterarlo como me parezca oportuno”.
Esa sinergia creativa fructificó en algunas de las aventuras más memorables en la historia reciente del Mejor Detective del Mundo, como Batman núm. 5, que, incluido en el presente tomo, hizo correr ríos de tinta digital gracias a su audaz composición y estructura narrativa. “Cuando me llega un guion, mi objetivo es acentuar lo que el autor intenta conseguir. Así, que Batman se perdiera en un laberinto estando colocado inspiró la rotación del cómic para que el lector sintiera lo mismo que él. No obstante, si Scott no hubiera escrito la última página con Damian en la azotea junto a Gordon, que suponía un regreso a la normalidad, no habría efectuado la rotación. No habría tenido sentido. Aquella escena me permitió enderezar el episodio al final del mismo”. Por curioso que parezca, cuando invitamos al popular dibujante a que elija su número preferido de cuantos contiene este recopilatorio, afirma: “Sinceramente, no recuerdo qué dibujé en todos ellos”; pero a continuación, vuelve a demostrar lo importante que es para él la opinión de los fans, matizando su respuesta anterior: “Recuerdo que el número 5 es el que más gustó a los lectores, así que también es mi preferido”.

De la charla mantenida se infiere que Greg Capullo está disfrutando sobremanera de su estancia como dibujante regular de Batman, asimilando el éxito cosechado con el sosiego y la madurez que proporcionan más de dos décadas de experiencia. Una dilatada trayectoria que le ayuda a comprender la naturaleza impredecible de la industria del cómic... y a valorar, una vez más, que su trabajo cobra sentido cuando los proyectos en los que participa caen en manos de los lectores: “En este negocio nunca se puede esperar nada. Por mucho que trabajes o por muy bien que creas hacerlo, siempre depende de los lectores que tenga buena recepción o no. Así que doy gracias por que mi trabajo tenga tan buena acogida. ¡Y mola saber que disfrutan tanto como yo!”.
Esa gratitud se mezcla con el deseo verbalizado de que la de Scott Snyder y Greg Capullo al frente de Batman se recuerde como “una de las etapas más memorables y se tenga en alta estima”, porque “lo que desea todo autor es dejar una marca indeleble”. Y aunque parece más que probable que lo lograrán, será el tiempo el que volverá a ejercer como juez implacable que da y quita razones. A la espera de que dicte una sentencia cuyo fallo intuimos, os dejamos con un mensaje final que este excepcional dibujante dirige a los lectores de ECC Ediciones: “Gracias por apoyarnos, cosa que no doy por sentada. Siempre trabajaré al máximo por vosotros. Como he dicho en otras ocasiones, aunque sea DC quien me firma los talones, trabajo mucho por todos y cada uno de vosotros”.
David Fernández
Entrevista publicada originalmente en las páginas de Batman: El Tribunal de los Búhos.
[Foto: Mike Jara Photography].