Eccediciones
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En primera persona: Kyle Higgins

 La frescura de lo inesperado

El futuro es del todo impredecible. Pocas personas lo saben tan bien como Kyle Higgins, uno de los arquitectos del nuevo Universo DC. Resulta que este joven de Illinois optó por dedicar su vida al cine y se matriculó en la Universidad Chapman de California. Su carrera discurrió sin problemas, pero cuando llegó el momento de filmar su tesina, tomó una decisión que convulsionaría sus metas: coescribió y diri­gió un corto sobre superhéroes ambientado en la Edad de Oro titulado The League. Si te­nemos en cuenta que las obras de este géne­ro no son las preferidas de los cineastas, po­dríamos deducir que la elección de Higgins era extremadamente arriesgada, pero nos equivocaríamos. El tráiler de The League lla­mó la atención de los medios y se convirtió en toda una sensación en la red. El proyecto contó con el beneplácito de Tom Mankiewicz, uno de los guionistas de la primera película de Superman que, además, trabajaba de pro­fesor en la Universidad Chapman.

El mundo se rindió ante la audacia del no­vel director. Mankiewicz ofreció a Higgins un puesto de asistente de profesor. La compa­ñía de Richard y Lauren Donner lo contrató como interino justo cuando se acababa de estrenar la tercera entrega de X-Men –producida por Lauren– y cuando Richard estaba finalizando su revisión de Superman II y empezaba a escribir en Action Comics junto a Geoff Johns. Las buenas noti­cias no se acabaron ahí: las puertas de DC y Marvel Comics se abrieron para un nuevo guionista.

Ya dentro del mundo del cómic, Higgins llamó la atención al crear un héroe de origen musulmán que se incorporaría a Batman Inc. Solo fueron dos historias de complemento en los anuales del Caballero Oscuro del año pasado, pero bastaron para que la editorial permitiese que este ingenioso autor trabajase junto a Scott Snyder en la imprescindible Batman: Puertas de Gotham e incluso le encargaron el relanzamiento de dos personajes clave del nuevo Universo DC: Nightwing y Deathstroke.

Los resultados son completamente espectaculares. A pesar de ser un recién llegado, Higgins se comporta como todo un profesional y es capaz de modificar su estilo de escritura para cada tipo de tebeo. Capta lo mejor de los personajes y jue­ga con ello hasta niveles insospechados. Así, Deathstroke se convierte en un ser sanguinario y cruel mientras Grayson se redefine como persona con una frescura que sus seguidores no habíamos visto en años. Y todo esto porque Higgins filmó un corto sobre superhéroes…

Enrique Ríos