Eccediciones

En otros lares

El principal objetivo de Peter J. Tomasi desde que empezó Batman y Robin ha sido reforzar la relación que mantienen padre e hijo. En su momento, la desaparición y presunta muerte de Bruce Wayne impidió que se conocieran bien, y a su regreso se abría la puerta a una exploración profunda de los lazos que los unen y las diferencias que los separan. Si tenemos en cuenta lo sucedido desde el primer número de la serie, es obvio que el objetivo está más que cumplido gracias a la notable evolución de la personalidad del muchacho. Gran ejemplo de ello es el primer anual de la colección, incluido por ECC Ediciones en el volumen anterior.

No obstante, en este caso, al conflicto paterno-filial se unen las circunstancias que proceden de otras colecciones de la franquicia del Caballero Oscuro. Recordemos que ya hace meses que asistimos a La muerte de la familia tanto en la serie mensual Batman, donde Scott Snyder y Greg Capullo se ocupan de la trama principal, como en las aventuras de “personajes satélite”, esto es, Batgirl, Nightwing e incluso Capucha Roja y los Forajidos. Y como no podía ser de otro modo, Batman y Robin también se une a la fiesta para deleitarnos por fin con un encontronazo entre Damian y el archienemigo de su padre.

Pero si hay una fuerza externa que afecta a los hechos de este volumen es la segunda entrega de Batman Inc., obra de Grant Morrison y Chris Burnham. Las consecuencias de lo que allí sucede se van a sentir durante los próximos meses en todas las series de la familia y, sobre todo, en esta. Buena muestra de ello es ese episodio mudo donde Patrick Gleason exhibe más que nunca sus extraordinarias dotes como narrador. Teniendo en cuenta el currículo del dibujante, es mucho decir, pero el capítulo en cuestión es toda una muestra de aquello tan manido de “una imagen vale más que mil palabras”.

Fran San Rafael

Artículo publicado originalmente como introducción de Batman y Robin núm. 5.