Ya sabemos que DC Comics renovó su línea editorial a finales de 2011, lo cual supuso un revulsivo para diversas franquicias. La de Green Lantern no se vio afectada especialmente en cuanto a trasfondo y tramas se refería, pero sí vio ampliado el número de títulos. Así, mientras Hal Jordan continaba siendo el protagonista de la serie central y John Stewart y Guy Gardner tomaban las riendas de Green Lantern Corps, Kyle Rayner se convertía en el peersonaje principal de Green Lantern: New Guardians. Hasta ahora, ECC Ediciones ha incluido esta última cabecera estadounidense en la colección mensual Green Lantern; no obstante, el actual curso de los acontecimiento propicia su emancipación y el subsiguiente lanzamiento de esta nueva serie de volúmenes recopilatorios en los que seguiremos asistiendo al viaje que ha emprendido por los confines menos conocidos del espacio. Mientras tanto, será Green Lantern Corps la que se incorpore a la grapa mensual, ya que sus tramas se cruzan orgánicamente con las de las aventuras de Hal Jordan.
Pero ¿quién es Kyle Rayner? Básicamente, es el Green Lantern de los años noventa, el único que existió durante la segunda mitad de dicha década, una época en que los cómics de superhéroes se movían por golpes de efecto como la corrupción, posesión y posterior muerte de Jordan. Creado por Ron Marz y Darryl Banks a principios de 1994, Rayner era un dibujante que, sin comerlo ni beberlo, obtenía el único anillo que quedaba del malogrado Cuerpo de Green Lanterns, lo cual lo convertía en un personaje único que no contaba con el apoyo del habitual elenco de secundarios alienígenas. Así, tal como estaba haciendo el Flash Wally West, Kyle tuvo que labrarse una reputación dentro de las historias, donde muchos héroes no habían olvidado las fechorías cometidas por Jordan, y también el corazón de los lectores, que lo consideraban poco menos que un sustituto temporal hasta que se percataron que había llegado para quedarse. No obstante, y en eso también se puede comparar con West, terminó consiguiendo ambas cosas cuando ingresó en la Liga de la Justicia por pleno derecho y cuando se convirtió en el único Green Lantern que había conocido toda una generación de seguidores.
La resurrección triunfal de Jordan en Green Lantern: Renacimiento, 10 años después del debut de Rayner, marcó el retorno del Cuerpo y el inicio de la extensa etapa de Geoff Johns al frente de lo que sería una prolífica franquicia. Pero el retorno del “titular”, por así llamarlo, no supuso la desaparición de Kyle sino todo lo contrario. Tampoco se diluyó en el mencionado elenco de secundarios ni se quedó sin anillo. De hecho, se convirtió en coprotagonista de Green Lantern Corps junto a Guy Gardner, a cuyo magnetismo no tenía nada que envidiar. Ambos sirvieron como gancho para una colección que presentaría un sinfín de nuevos portadores del anillo, algunos de los cuales están tan asentados hoy en día como Soranik Natu, la hija de Sinestro, por mencionar solo a una. En las hábiles manos de Dave Gibbons, Patrick Gleason y, posteriormente, Peter J. Tomasi, Kyle siguió viviendo aventuras en el espacio y en la Tierra, e incluso contó con una miniserie propia cuando adoptó temporalmente el nombre de Ion, la personificación de la luz verde de la fuerza emocional.
Decíamos más arriba que, llegado el Nuevo Universo DC, nuestro héroe se convirtió en protagonista de esta serie que tienes entre manos. No obstante, su planteamiento inicial fue un tanto distinto del que vemos aquí. El guionista Tony Bedard, ya curtido en el contexto cósmico de la casa, y el dibujante Tyler Kirkham, que se había ocupado durante un tiempo de Green Lantern Corps, aprovecharon lo ocurrido durante los últimos años para lanzar una suerte de grupo extraoficial formado por un miembro de cada ejército del espectro emocional. Con la excusa de una conspiración en toda regla, reunieron a los diversos miembros, que brillaron con más o menos luz propia según su carisma, pero nunca terminaron de estar bien avenidos en su totalidad. Cosa inevitable, no nos engañemos, cuando se tiene como miembro a una mujer tan comprensiblemente inestable como la Red Lantern Bleez.
Sin embargo, Kyle siempre ha estado hecho para destacar, sea como Green Lantern único o como Ion. Conscientes de ello, los autores lo convirtieron en una pieza fundamental de la derrota de los corrompidos Guardianes del Universo dándole el papel de White Lantern, el único ser del universo capaz de manipular todas las energías del espectro emocional según las necesidades y el estado de ánimo de cada momento. Fue así como llegó a la actual etapa, escrita por Justin Jordan y dibujada por Brad Walker, un viejo conocido de los seguidores de DC que por fin ha obtenido un título regular de renombre a la altura de su talento. Con la aparición de Relic y la saga Apagón, Rayner se convirtió en protagonista indiscutible de la serie sin más acompañantes de otros colores que Carol Ferris, la Zafiro Estelar que ha sido novia intermitente de Hal Jordan desde el principio de su existencia y que, hoy en día, parece decantarse más por nuestro héroe. De ese modo, el título de Nuevos Guardianes se reserva para el resto de su séquito, esos Guardianes Templarios a quienes sus hermanos tuvieron encerrados durante milenios para que custodiaran a un ser de inmenso poder.
Es con este reparto con el que Kyle sigue explorando el universo y viviendo aventuras como las que incluye este primer volumen de ECC Ediciones. En él, no solo asistimos a las consecuencias del aparente sacrificio del protagonista al final de Apagón sino que también continuamos conociendo a más razas alienígenas. En este caso, se trata de los psiones, unos personajes siniestros que, aunque fueran conocidos por su infamia en anteriores continuidades, aún no habían disfrutado de ningún momento de gloria en el Nuevo Universo DC. Quienes conozcan sus atrocidades pasadas sabrán que el enfrentamiento con Kyle, Carol y los Guardianes Templarios está garantizado... y que tenemos ante nosotros un buen número de escenas truculentas.

Fran San Rafael
Artículo publicado originalmente como introducción de Green Lantern: Nuevos Guardianes núm. 1.
Pero ¿quién es Kyle Rayner? Básicamente, es el Green Lantern de los años noventa, el único que existió durante la segunda mitad de dicha década, una época en que los cómics de superhéroes se movían por golpes de efecto como la corrupción, posesión y posterior muerte de Jordan. Creado por Ron Marz y Darryl Banks a principios de 1994, Rayner era un dibujante que, sin comerlo ni beberlo, obtenía el único anillo que quedaba del malogrado Cuerpo de Green Lanterns, lo cual lo convertía en un personaje único que no contaba con el apoyo del habitual elenco de secundarios alienígenas. Así, tal como estaba haciendo el Flash Wally West, Kyle tuvo que labrarse una reputación dentro de las historias, donde muchos héroes no habían olvidado las fechorías cometidas por Jordan, y también el corazón de los lectores, que lo consideraban poco menos que un sustituto temporal hasta que se percataron que había llegado para quedarse. No obstante, y en eso también se puede comparar con West, terminó consiguiendo ambas cosas cuando ingresó en la Liga de la Justicia por pleno derecho y cuando se convirtió en el único Green Lantern que había conocido toda una generación de seguidores.
La resurrección triunfal de Jordan en Green Lantern: Renacimiento, 10 años después del debut de Rayner, marcó el retorno del Cuerpo y el inicio de la extensa etapa de Geoff Johns al frente de lo que sería una prolífica franquicia. Pero el retorno del “titular”, por así llamarlo, no supuso la desaparición de Kyle sino todo lo contrario. Tampoco se diluyó en el mencionado elenco de secundarios ni se quedó sin anillo. De hecho, se convirtió en coprotagonista de Green Lantern Corps junto a Guy Gardner, a cuyo magnetismo no tenía nada que envidiar. Ambos sirvieron como gancho para una colección que presentaría un sinfín de nuevos portadores del anillo, algunos de los cuales están tan asentados hoy en día como Soranik Natu, la hija de Sinestro, por mencionar solo a una. En las hábiles manos de Dave Gibbons, Patrick Gleason y, posteriormente, Peter J. Tomasi, Kyle siguió viviendo aventuras en el espacio y en la Tierra, e incluso contó con una miniserie propia cuando adoptó temporalmente el nombre de Ion, la personificación de la luz verde de la fuerza emocional.
Decíamos más arriba que, llegado el Nuevo Universo DC, nuestro héroe se convirtió en protagonista de esta serie que tienes entre manos. No obstante, su planteamiento inicial fue un tanto distinto del que vemos aquí. El guionista Tony Bedard, ya curtido en el contexto cósmico de la casa, y el dibujante Tyler Kirkham, que se había ocupado durante un tiempo de Green Lantern Corps, aprovecharon lo ocurrido durante los últimos años para lanzar una suerte de grupo extraoficial formado por un miembro de cada ejército del espectro emocional. Con la excusa de una conspiración en toda regla, reunieron a los diversos miembros, que brillaron con más o menos luz propia según su carisma, pero nunca terminaron de estar bien avenidos en su totalidad. Cosa inevitable, no nos engañemos, cuando se tiene como miembro a una mujer tan comprensiblemente inestable como la Red Lantern Bleez.
Sin embargo, Kyle siempre ha estado hecho para destacar, sea como Green Lantern único o como Ion. Conscientes de ello, los autores lo convirtieron en una pieza fundamental de la derrota de los corrompidos Guardianes del Universo dándole el papel de White Lantern, el único ser del universo capaz de manipular todas las energías del espectro emocional según las necesidades y el estado de ánimo de cada momento. Fue así como llegó a la actual etapa, escrita por Justin Jordan y dibujada por Brad Walker, un viejo conocido de los seguidores de DC que por fin ha obtenido un título regular de renombre a la altura de su talento. Con la aparición de Relic y la saga Apagón, Rayner se convirtió en protagonista indiscutible de la serie sin más acompañantes de otros colores que Carol Ferris, la Zafiro Estelar que ha sido novia intermitente de Hal Jordan desde el principio de su existencia y que, hoy en día, parece decantarse más por nuestro héroe. De ese modo, el título de Nuevos Guardianes se reserva para el resto de su séquito, esos Guardianes Templarios a quienes sus hermanos tuvieron encerrados durante milenios para que custodiaran a un ser de inmenso poder.
Es con este reparto con el que Kyle sigue explorando el universo y viviendo aventuras como las que incluye este primer volumen de ECC Ediciones. En él, no solo asistimos a las consecuencias del aparente sacrificio del protagonista al final de Apagón sino que también continuamos conociendo a más razas alienígenas. En este caso, se trata de los psiones, unos personajes siniestros que, aunque fueran conocidos por su infamia en anteriores continuidades, aún no habían disfrutado de ningún momento de gloria en el Nuevo Universo DC. Quienes conozcan sus atrocidades pasadas sabrán que el enfrentamiento con Kyle, Carol y los Guardianes Templarios está garantizado... y que tenemos ante nosotros un buen número de escenas truculentas.

Fran San Rafael
Artículo publicado originalmente como introducción de Green Lantern: Nuevos Guardianes núm. 1.