Un serial cinematográfico titulado The Green Archer, las aventuras de Batman y Robin, el mismísimo Robin Hood... Las fuentes que inspiraron la creación de Green Arrow (y Speedy, su inseparable compañero de fatigas en los inicios) son diversas, pero a nadie le cabe duda de que el Arquero Esmeralda ha hallado una voz propia con el paso del tiempo que le ha convertido en uno de los principales héroes de DC Comics. Desde su debut en More Fun Comics núm. 73, realizado por Mort Weisinger y George Papp, al amigo Oliver Queen le han pasado muchas cosas, no todas buenas, y el desenfadado justiciero que luchaba contra el crimen con sus flechas trucadas y sus peculiares artefactos ha terminado siendo un adalid de los derechos sociales.
Esta faceta comenzó en la colección Justice League of America después de que Queen se arruinara y dejara de ser el millonario desenfadado de antaño. Ocurría esto precisamente en uno de los episodios que incluye este volumen, uno escrito por Dennis O’Neil que marcaría el tono de las aventuras futuras del personaje. Fue precisamente este guionista quien, en compañía de Neal Adams, responsable del cambio de atuendo que tendría como consecuencia su aspecto más emblemático, lo embarcaría en un viaje casi espiritual por Estados Unidos en compañía de Green Lantern, su mejor amigo y también la persona de ideología más opuesta a la suya. El racismo y los problemas sociales que azotaban el país se narraron sin ningún tipo de tapujo, incluida la drogadicción. Fue por esto por lo que la serie tuvo que saltarse las férreas normas del Comics Code Authority. Sin tan arriesgada decisión, el impresionante relato que vemos en este especial nunca habría visto la luz. Con él, quedó claro que habían pasado a la historia los relatos desenfadados de Weisinger, Jack Kirby y tantos otros autores que se habían ocupado de sus aventuras en diversos seriales e historias de complemento.
Y es que, aunque sus andanzas se hayan publicado de forma ininterrumpida desde 1941, estas vieron la luz como comparsa de las andanzas de superhéroes más populares, como vemos en los episodios de Detective Comics realizados por, ahí es nada, Alan Moore y Klaus Janson. Esta situación, a todas luces injusta para sus muchos seguidores, tocó a su fin cuando llegó Mike Grell en 1987 y deslumbró a propios y extraños con The Longbow Hunters, una miniserie en formato prestigio que revolucionó las aventuras de Queen. Las flechas trucadas habían pasado a la historia, igual que Star City, ciudad ficticia que Canario Negro y él cambiaban por Seattle. Las circunstancias de dicha miniserie propiciaron que la relación de Green Arrow y su eterna novia se volviera más tormentosa que nunca en la subsiguiente serie regular nacida como consecuencia del éxito del experimento. Grell la escribió durante varios años, y el romance fue una trama secundaria recurrente que se resolvió en el número 75, el episodio que se incluye en estas páginas y que cuenta con lápices del habitual Rick Hoberg.
A partir de entonces, la vida de Queen sería toda una montaña rusa. Tras su muerte en Metropolis, lo sustituyó el hijo que había tenido años atrás, pero su posterior resurrección era inevitable una vez pasados los años noventa. El responsable del esperado regreso fue el cineasta Kevin Smith, cuya célebre etapa ha sido reeditada por ECC Ediciones. Poco después, llegarían Brad Meltzer y guionistas como Scott Beatty, que escribe el episodio que cierra este libro. En él, participa Mia Dearden, personaje esencial de la época que tenía un pasado turbio que dio mucho juego a los diversos autores.
Sin embargo, aunque haya logrado mantener colecciones mensuales durante períodos prolongados, a Green Arrow aún le faltaba un paso por dar, y no menor: el salto a otros medios. Igual que habían hecho colegas como Superman, Batman y, en menor medida, Wonder Woman y Shazam, Oliver Queen necesitaba darse a conocer al gran público a través de un éxito televisivo o cinematográfico. Finalmente, fue la pequeña pantalla la que albergó sus aventuras en imagen real, primero con un papel secundario en Smallville y, ahora, con su consagración definitiva en Arrow. Esta, que nada tiene que ver con la versión vista en Smallville, es una de las series de mayor éxito del momento gracias al estupendo trabajo de Stephen Amell en el rol del protagonista y al tino con que sus productores han ido incorporando diversos elementos del Universo DC sean o no propios de la mitología de Oliver Queen.
Cuatro temporadas después, el Arrow de la televisión ha servido para presentar a Flash al gran público y también a héroes como Firestorm o el Átomo, que no tardarán en emanciparse en Legends of Tomorrow. Si has llegado a este especial tras conocer las andanzas catódicas de Oliver Queen, enhorabuena. Estás a punto de leer una selección de historias cruciales realizadas por los mejores autores del medio. Y si ya conocías a Ollie antes de verlo en la tele, seguro que disfrutarás repasando su trayectoria como héroe crucial del mejor universo de ficción del mundo.
Fran San Rafael
Artículo publicado en las páginas de 75 años de Green Arrow: Especial More fun comics (1941-2015) ¡Ya a la venta!
Esta faceta comenzó en la colección Justice League of America después de que Queen se arruinara y dejara de ser el millonario desenfadado de antaño. Ocurría esto precisamente en uno de los episodios que incluye este volumen, uno escrito por Dennis O’Neil que marcaría el tono de las aventuras futuras del personaje. Fue precisamente este guionista quien, en compañía de Neal Adams, responsable del cambio de atuendo que tendría como consecuencia su aspecto más emblemático, lo embarcaría en un viaje casi espiritual por Estados Unidos en compañía de Green Lantern, su mejor amigo y también la persona de ideología más opuesta a la suya. El racismo y los problemas sociales que azotaban el país se narraron sin ningún tipo de tapujo, incluida la drogadicción. Fue por esto por lo que la serie tuvo que saltarse las férreas normas del Comics Code Authority. Sin tan arriesgada decisión, el impresionante relato que vemos en este especial nunca habría visto la luz. Con él, quedó claro que habían pasado a la historia los relatos desenfadados de Weisinger, Jack Kirby y tantos otros autores que se habían ocupado de sus aventuras en diversos seriales e historias de complemento.
Y es que, aunque sus andanzas se hayan publicado de forma ininterrumpida desde 1941, estas vieron la luz como comparsa de las andanzas de superhéroes más populares, como vemos en los episodios de Detective Comics realizados por, ahí es nada, Alan Moore y Klaus Janson. Esta situación, a todas luces injusta para sus muchos seguidores, tocó a su fin cuando llegó Mike Grell en 1987 y deslumbró a propios y extraños con The Longbow Hunters, una miniserie en formato prestigio que revolucionó las aventuras de Queen. Las flechas trucadas habían pasado a la historia, igual que Star City, ciudad ficticia que Canario Negro y él cambiaban por Seattle. Las circunstancias de dicha miniserie propiciaron que la relación de Green Arrow y su eterna novia se volviera más tormentosa que nunca en la subsiguiente serie regular nacida como consecuencia del éxito del experimento. Grell la escribió durante varios años, y el romance fue una trama secundaria recurrente que se resolvió en el número 75, el episodio que se incluye en estas páginas y que cuenta con lápices del habitual Rick Hoberg.
A partir de entonces, la vida de Queen sería toda una montaña rusa. Tras su muerte en Metropolis, lo sustituyó el hijo que había tenido años atrás, pero su posterior resurrección era inevitable una vez pasados los años noventa. El responsable del esperado regreso fue el cineasta Kevin Smith, cuya célebre etapa ha sido reeditada por ECC Ediciones. Poco después, llegarían Brad Meltzer y guionistas como Scott Beatty, que escribe el episodio que cierra este libro. En él, participa Mia Dearden, personaje esencial de la época que tenía un pasado turbio que dio mucho juego a los diversos autores.
Sin embargo, aunque haya logrado mantener colecciones mensuales durante períodos prolongados, a Green Arrow aún le faltaba un paso por dar, y no menor: el salto a otros medios. Igual que habían hecho colegas como Superman, Batman y, en menor medida, Wonder Woman y Shazam, Oliver Queen necesitaba darse a conocer al gran público a través de un éxito televisivo o cinematográfico. Finalmente, fue la pequeña pantalla la que albergó sus aventuras en imagen real, primero con un papel secundario en Smallville y, ahora, con su consagración definitiva en Arrow. Esta, que nada tiene que ver con la versión vista en Smallville, es una de las series de mayor éxito del momento gracias al estupendo trabajo de Stephen Amell en el rol del protagonista y al tino con que sus productores han ido incorporando diversos elementos del Universo DC sean o no propios de la mitología de Oliver Queen.
Cuatro temporadas después, el Arrow de la televisión ha servido para presentar a Flash al gran público y también a héroes como Firestorm o el Átomo, que no tardarán en emanciparse en Legends of Tomorrow. Si has llegado a este especial tras conocer las andanzas catódicas de Oliver Queen, enhorabuena. Estás a punto de leer una selección de historias cruciales realizadas por los mejores autores del medio. Y si ya conocías a Ollie antes de verlo en la tele, seguro que disfrutarás repasando su trayectoria como héroe crucial del mejor universo de ficción del mundo.
Fran San Rafael
Artículo publicado en las páginas de 75 años de Green Arrow: Especial More fun comics (1941-2015) ¡Ya a la venta!