Orgulloso. Altivo. Poderoso. Líder. Héroe. Así es Aquaman, el rey de Atlantis y, por extensión, soberano de la vasta extensión de la Tierra que ocupan los mares y océanos. Este miembro de la Liga de la Justicia aún no se había posicionado a favor o en contra de Superman, pero los recientes actos del Hombre de Acero han provocado el encontronazo que los habitantes de la profundidades y los de la superficie protagonizan en la cuarta entrega de Injustice: Gods among us.
Hijo de un farero humano y de una miembro de la realeza atlante, Arthur Curry está presente en los cómics de DC Entertainment desde 1941, año en que Paul Norris y Mort Weisinger lo presentaron en una entrega de la antología More Fun Comics. Pero a pesar de su larga trayectoria, de haber protagonizado diversos títulos propios y de haber estado presente en diversas adaptaciones animadas de los personajes de la casa, nunca ha sido un personaje tan conocido como coetáneos tales como Superman o Batman. Y lo que es peor, tampoco se le ha respetado como es debido, en buena parte debido a las mofas que ha suscitado en numerosas ocasiones uno de sus poderes más característicos: hablar con la fauna marina.
Pero dentro del Universo DC, sí ha contado con el respeto de sus compañeros. Fue miembro fundador de la Liga de la Justicia original, estatus que se mantuvo en posteriores revisiones de la continuidad. También ha derrotado en un sinfín de ocasiones a villanos tan peligrosos como Manta Negra o su propio hermano, el Señor del Océano. Y también ha sido capaz de recuperar el trono cuando lo ha perdido y, finalmente, ganarse la simpatía de un pueblo que más de una vez lo ha considerado un mestizo indigno.
Huelga decir que también ha contado con la simpatía de los muchos autores que han narrado sus aventuras con el paso del tiempo. Por sus series y seriales han pasado nombres tan importantes como los de Bob Haney, Jim Aparo, Don Newton, Peter David o, más recientemente, Patrick Gleason, el espectacular dibujante de la serie Batman y Robin. Todos ellos, en especial David, hicieron un trabajo muy digno cuando no memorable que pasaba olímpicamente de los prejuicios que existían sobre Aquaman, sus poderes y su complejo de inferioridad editorial.
Fueron precisamente esos obstáculos los que tuvo que sortear Geoff Johns, actual guionista de sus andanzas en la serie cuatrimestral homónima que publica ECC Ediciones. Apoyado al principio por Ivan Reis y, posteriormente, por Paul Pelletier, Johns se propuso dar al rey de Atlantis una grandeza que jamás había tenido entre muchos aficionados que ahora devoran ávidamente historias que giran en torno a su relación con Mera, su esposa, su eterna enemistad con el mencionado Manta Negra, su pertenencia a un extraño grupo llamado los Otros y, por supuesto, la épica saga titulada El trono de Atlantis, que concluye este mismo mes en la quinta entrega de la serie. Allí se demuestra de sobra que no es ningún segundón y que, si alguna vez lo ha sido, es difícil que repita tan dudoso honor hasta dentro de mucho tiempo.
Fran San Rafael
Hijo de un farero humano y de una miembro de la realeza atlante, Arthur Curry está presente en los cómics de DC Entertainment desde 1941, año en que Paul Norris y Mort Weisinger lo presentaron en una entrega de la antología More Fun Comics. Pero a pesar de su larga trayectoria, de haber protagonizado diversos títulos propios y de haber estado presente en diversas adaptaciones animadas de los personajes de la casa, nunca ha sido un personaje tan conocido como coetáneos tales como Superman o Batman. Y lo que es peor, tampoco se le ha respetado como es debido, en buena parte debido a las mofas que ha suscitado en numerosas ocasiones uno de sus poderes más característicos: hablar con la fauna marina.
Pero dentro del Universo DC, sí ha contado con el respeto de sus compañeros. Fue miembro fundador de la Liga de la Justicia original, estatus que se mantuvo en posteriores revisiones de la continuidad. También ha derrotado en un sinfín de ocasiones a villanos tan peligrosos como Manta Negra o su propio hermano, el Señor del Océano. Y también ha sido capaz de recuperar el trono cuando lo ha perdido y, finalmente, ganarse la simpatía de un pueblo que más de una vez lo ha considerado un mestizo indigno.
Huelga decir que también ha contado con la simpatía de los muchos autores que han narrado sus aventuras con el paso del tiempo. Por sus series y seriales han pasado nombres tan importantes como los de Bob Haney, Jim Aparo, Don Newton, Peter David o, más recientemente, Patrick Gleason, el espectacular dibujante de la serie Batman y Robin. Todos ellos, en especial David, hicieron un trabajo muy digno cuando no memorable que pasaba olímpicamente de los prejuicios que existían sobre Aquaman, sus poderes y su complejo de inferioridad editorial.
Fueron precisamente esos obstáculos los que tuvo que sortear Geoff Johns, actual guionista de sus andanzas en la serie cuatrimestral homónima que publica ECC Ediciones. Apoyado al principio por Ivan Reis y, posteriormente, por Paul Pelletier, Johns se propuso dar al rey de Atlantis una grandeza que jamás había tenido entre muchos aficionados que ahora devoran ávidamente historias que giran en torno a su relación con Mera, su esposa, su eterna enemistad con el mencionado Manta Negra, su pertenencia a un extraño grupo llamado los Otros y, por supuesto, la épica saga titulada El trono de Atlantis, que concluye este mismo mes en la quinta entrega de la serie. Allí se demuestra de sobra que no es ningún segundón y que, si alguna vez lo ha sido, es difícil que repita tan dudoso honor hasta dentro de mucho tiempo.
Fran San Rafael