La accidentada llegada de Kara Zor-El a la Tierra, vista en el primer volumen de esta serie, ya anticipaba que no le iba a resultar nada fácil integrarse en su nuevo hogar. Tras enfrentarse a su primo, a las Matamundos y a Black Banshee, por fin tuvo al alcance de la mano la posibilidad de resucitar su añorado Krypton. Fue justo cuando encontraba el amor en los brazos de H’El, un hombre que la engañó y al que terminó derrotando para impedir que el retorno de su planeta natal se cobrara un alto precio: la destrucción del Sistema Solar. Y por si fuera poco, la confusión aumentó cuando conoció a su homónima de Tierra 2, esa Kara Zor-El más aguerrida a la que conocemos como Power Girl.
Sin embargo, al final del tercer volumen de Supergirl, la vida de nuestra protagonista parecía encarrilarse con la socorrida huida hacia delante propiciada por Michael Alan Nelson, el nuevo guionista de la colección. Y nada como escapar a otro mundo para apreciar lo poco que tenía en la Tierra. ¿O no? Porque las cosas parecían irle mucho mejor en I’noxia, ese mundo donde los recuerdos se hacen realidad con la mera fuerza de voluntad. El único problema es que allí vive un ser llamado Superman Ciborg que resultará muy familiar a los lectores veteranos aunque aún no haya hecho acto de presencia en el Nuevo Universo DC.
Dada la solera del personaje, es una suerte tener de vuelta a uno de los villanos más polémicos de la historia del Hombre de Acero como antagonista central de esta primera saga de Nelson, que reafirma el equipo creativo formado con Diógenes Neves, dibujante brasileño al que hemos visto en títulos como Catwoman o Green Arrow. Son ellos los encargados de desarrollar esta versión contemporánea de Superman Ciborg, que nos reserva una sorpresa que no dejará indiferente a una Kara que parece condenada a que los acontecimientos la superen.
Fran San Rafael
Artículo originalmente publicado en las páginas de Supergirl núm. 4.

Sin embargo, al final del tercer volumen de Supergirl, la vida de nuestra protagonista parecía encarrilarse con la socorrida huida hacia delante propiciada por Michael Alan Nelson, el nuevo guionista de la colección. Y nada como escapar a otro mundo para apreciar lo poco que tenía en la Tierra. ¿O no? Porque las cosas parecían irle mucho mejor en I’noxia, ese mundo donde los recuerdos se hacen realidad con la mera fuerza de voluntad. El único problema es que allí vive un ser llamado Superman Ciborg que resultará muy familiar a los lectores veteranos aunque aún no haya hecho acto de presencia en el Nuevo Universo DC.
Dada la solera del personaje, es una suerte tener de vuelta a uno de los villanos más polémicos de la historia del Hombre de Acero como antagonista central de esta primera saga de Nelson, que reafirma el equipo creativo formado con Diógenes Neves, dibujante brasileño al que hemos visto en títulos como Catwoman o Green Arrow. Son ellos los encargados de desarrollar esta versión contemporánea de Superman Ciborg, que nos reserva una sorpresa que no dejará indiferente a una Kara que parece condenada a que los acontecimientos la superen.
Fran San Rafael
Artículo originalmente publicado en las páginas de Supergirl núm. 4.