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El fin de una era en la casa del murciélago

Con el evento Flashpoint, que protagoniza Flash, estamos atravesando un momento de cambio en DC Comics. Es un punto y aparte, y en la línea temporal de Batman, esto supondrá un salto en la continuidad al estilo de lo que fue en su día Un año después, cuando, tras Crisis Infinita, todas las series avanzaron un año haciendo que todos nos preguntásemos qué había sucedido en ese tiempo. Ahora se nos mostrará un nuevo statu quo en el universo de Batman que nos hará preguntarnos cómo la situación de los personajes ha podido cambiar tanto. En su mayoría, las respuestas no llegarán hasta la saga Batman: Leviatán.

Por suerte, antes de este salto hemos podido disfrutar de una gran etapa en Red Robin, y el guionista Fabián Nicieza ha logrado resolver satisfactoriamente el entramado de argumentos que se han estado desarrollando desde su regreso a los guiones de la serie protagonizada por Tim Drake, aunque no ha podido evitar que algunas cosas quedasen en el tintero antes de que esta llegase a su fin.

La identidad del personaje que ha orquestado el Torneo de Asesinatos deberá quedar oculta por el momento, aunque el guionista afirma haber dado pistas suficientes como para que averigüemos de quién se trata. En cualquier caso, siempre queda la posibilidad de que alguien en un futuro retome su historia y la de las Hijas de Acheron. Igualmente ha quedado en el limbo la aventura completa de la visita de Red Robin a Japón para ayudar a Black Bat, Cassandra Cain, contra Cricket, historia que estaba prevista para ser publicada en un anual que ya no verá la luz.

Nicieza lamenta no haber tenido más tiempo para desarrollar estas historias finales, pero está satisfecho con haber podido cerrar las tramas y con el lugar al que él y Christopher Yost, el anterior guionista de esta serie, han llevado a Tim. Ya no es alguien de quien Batman deba preocuparse, sino que, del mismo modo que Dick Grayson, hace tiempo que dejó de necesitar su tutela. Ya no ha de probarle nada porque ha dado con creces todo lo que su mentor le exigía. Tras la muerte de su padre se convirtió en huérfano, como el resto de su familia adoptiva, y su motivación cambió: ya no se trataba de hacer mejor a Batman, sino de que nadie tuviese que pasar por lo mismo que él.

Sin embargo ahora, tras Flashpoint, todo cambiará y encontraremos a nuestros héroes lejos de donde esperábamos encontrarlos. Dentro de unos meses, después de la lucha de los agentes de Batman Inc. contra la enigmática organización terrorista conocida como Leviatán, descubriremos las decisiones que les han conducido por caminos diferentes, que han terminado deshaciendo el equipo. Pero de momento el escenario vuelve a cambiar para convertirse en un entorno que, lejos de conspiraciones terroristas de alcance global, nos será más familiar.

Damian Wayne, el actual Robin, será el que mantendrá una posición más estable con respecto a su anterior papel, ya que seguirá siendo el compañero de Batman. La particularidad radica en que si antes formó equipo con Dick Grayson como Hombre Murciélago, esta vez lo hará con Bruce Wayne, su propio padre. Las aventuras de esta peculiar pareja las podremos seguir en Batman y Robin.

Por su parte, Dick abandonará el rol de Cruzado Enmascarado y recuperará su identidad de Nightwing, de nuevo en solitario, y le volveremos a encontrar en su propio título. No por ello dejará de trabajar con Batman cuando sea necesario, pero ya no será una colaboración estrecha como lo ha sido como miembro de Batman Inc. Dick es una gran incógnita, ya que ha tomado esta decisión después de asumir su responsabilidad como nuevo Batman, de ser aceptado y de ejercer como tal paralelamente a Bruce.

De Jason Todd ya no podemos decir que fuese miembro de esta nutrida familia de vigilantes, pero sí lo fue en su día, y ahora le encontraremos en las páginas de su propia serie, Capucha Roja y los Forajidos, donde forma equipo con Starfire y Arsenal. Se mantiene al margen de los planes y los métodos de Bruce, pero aún luce el símbolo del murciélago en el pecho, algo extraño teniendo en cuenta que la última vez que le vimos, fue como villano.

Finalmente a Tim Drake lo encontraremos en Nueva York. A pesar de mantener su nombre código, ya no residirá en Gotham, sino que se unirá a los Jóvenes Titanes, donde continuará ejerciendo de cerebro y estratega en un grupo donde las hormonas no permiten que todo el mundo piense con claridad. Por el momento, las historias comprendidas en el presente tomo serán lo último que veremos de él en solitario, o en relación con Batman, ya que se ha emancipado completamente de su familia de vigilantes para pasar a colaborar con héroes de su edad.

Es de esperar, por supuesto, que tarde o temprano volvamos a verle por Gotham, pues no en vano es el hijo adoptivo del Hombre Murciélago y sus orígenes como héroe le siguen uniendo estrechamente a él. Nos quedamos con la misma sensación agridulce con la que se despide Tim: satisfechos con el viaje realizado, pero inquietos por lo que nos depara el futuro.
Continuará.


Sergio Robla
Artículo incluido en Red Robin núm. 6