La serpiente que se muerde la cola, en forma de círculo, ha sido un símbolo tan presente a lo largo de la historia de la humanidad que no resulta extraño en este arco argumental titulado Conspiración (originalmente publicado en los números 86-88 de Legends of the Dark Knight, con fechas de portada de septiembre, octubre y noviembre de 1996). Doug Moench y J.H. Williams III lo han utilizado como críptico emblema de la oscura trama que intenta desenmarañar el Hombre Murciélago, relacionada inicialmente con asesinatos y satanismo sectario. Que Batman se enfrente a este tipo de organizaciones en la sombra no es nuevo, y los lectores más veteranos ya están familiarizados con villanos como el Monje Loco o Ras’s al Ghul y su Liga de Asesinos. Pero el nUDC ha acercado en gran medida al sectarismo a villanos como Killer Croc —con sus fieles de las cloacas—, Bane —cuyos seguidores de Santa Prisca parecen dispuestos a morir ciegamente en Maldad eterna: Arkham en guerra— e incluso el Joker, que despierta la admiración de fanáticos casi sin pretenderlo... Entre ellos, una demente que afirma ser su hija y a la que hemos encontrado hace poco en el cuarto volumen de Batman: Maldad eterna y en el quinto de Catwoman. Incluso, mucho antes de eso, Jim Starlin y Bernie Wrightson llegaron a titular directamente The Cult su serie limitada dedicada al enfrentamiento entre el Caballero Oscuro y una secta liderada por el Diácono Blackfire. En el caso de Conspiración, sin embargo, los rasgos de la organización y de sus miembros llegan a volverla algo muy turbio que se relaciona con otros colectivos, como bandas de motoristas, familias mafiosas, agencias gubernamentales e incluso una institución muy similar a la Iglesia de la Cienciología entre cuyos adinerados miembros podría contarse Bruce Wayne.

La trayectoria de Moench ya era dilatada cuando se encargó del argumento de estos tres episodios, y de hecho había participado en esta misma colección americana con una saga editada por Zinco, Presa (núms. 11-15), junto a Paul Gulacy. Con el mismo dibujante realizaría tres prestigios recopilados hace poco en el tomo Batman: El Caballero Oscuro - Forajidos, y volverían a colaborar en Terror (núms. 137-141). Pero en esta colección figuran otras historias suyas: Heat (núms. 46-49), con Russ Heath, y Bad (núms. 146-148), con Barry Kitson. Y todo eso por no mencionar su larga etapa junto a Kelley Jones en la serie regular americana de Batman, quizá la más recordada por los aficionados por su tenebrismo y su acercamiento al género del terror. Los lectores de ECC podrán comprobarlo en los futuros volúmenes que la recopilen, como ya se ha hecho con la detectivesca etapa de Paul Dini, cuyo primer episodio, Alta sociedad, dibujaba precisamente... J.H. Williams III, el responsable gráfico de este tomo. Hacía apenas cinco años que se dedicaba profesionalmente al cómic cuando se ocupó de Conspiración y su trazo actual resulta casi irreconocible en estas páginas, en las que incluso se permite referencias a su esposa, Wendy, en varias pintadas callejeras. Luego firmaría también obras como Chase o El hijo de Superman, que irían perfilando su personal estilo antes de que este eclosionara en toda su maestría con Promethea, Batwoman y Sandman: Obertura.
Conspiración ejemplifica lo que fue la serie Legends of the Dark Knight en su día, bajo la firme guía editorial de Archie Goodwin: una colección que, tras la estela del Batman: Año uno de Frank Miller y David Mazzucchelli, relataba los primeros tiempos del Caballero Oscuro como justiciero a través de la narración en primera persona del mismo personaje o del comisario Gordon, con tramas de vocación eminentemente realista... o verosímil. Y no deja de resultar curioso que el colorista de una historia así se llame... Dan Brown. En cualquier caso, es un tono que las películas de Christopher Nolan harían suyo posteriormente y redefinirían para una nueva generación de seguidores del Hombre Murciélago, como si de una serpiente mordiéndose la cola se tratase.
Felip Tobar
Artículo publicado originalmente en las páginas de Batman: El Caballero Oscuro - Conspiración.

La trayectoria de Moench ya era dilatada cuando se encargó del argumento de estos tres episodios, y de hecho había participado en esta misma colección americana con una saga editada por Zinco, Presa (núms. 11-15), junto a Paul Gulacy. Con el mismo dibujante realizaría tres prestigios recopilados hace poco en el tomo Batman: El Caballero Oscuro - Forajidos, y volverían a colaborar en Terror (núms. 137-141). Pero en esta colección figuran otras historias suyas: Heat (núms. 46-49), con Russ Heath, y Bad (núms. 146-148), con Barry Kitson. Y todo eso por no mencionar su larga etapa junto a Kelley Jones en la serie regular americana de Batman, quizá la más recordada por los aficionados por su tenebrismo y su acercamiento al género del terror. Los lectores de ECC podrán comprobarlo en los futuros volúmenes que la recopilen, como ya se ha hecho con la detectivesca etapa de Paul Dini, cuyo primer episodio, Alta sociedad, dibujaba precisamente... J.H. Williams III, el responsable gráfico de este tomo. Hacía apenas cinco años que se dedicaba profesionalmente al cómic cuando se ocupó de Conspiración y su trazo actual resulta casi irreconocible en estas páginas, en las que incluso se permite referencias a su esposa, Wendy, en varias pintadas callejeras. Luego firmaría también obras como Chase o El hijo de Superman, que irían perfilando su personal estilo antes de que este eclosionara en toda su maestría con Promethea, Batwoman y Sandman: Obertura.
Conspiración ejemplifica lo que fue la serie Legends of the Dark Knight en su día, bajo la firme guía editorial de Archie Goodwin: una colección que, tras la estela del Batman: Año uno de Frank Miller y David Mazzucchelli, relataba los primeros tiempos del Caballero Oscuro como justiciero a través de la narración en primera persona del mismo personaje o del comisario Gordon, con tramas de vocación eminentemente realista... o verosímil. Y no deja de resultar curioso que el colorista de una historia así se llame... Dan Brown. En cualquier caso, es un tono que las películas de Christopher Nolan harían suyo posteriormente y redefinirían para una nueva generación de seguidores del Hombre Murciélago, como si de una serpiente mordiéndose la cola se tratase.
Felip Tobar
Artículo publicado originalmente en las páginas de Batman: El Caballero Oscuro - Conspiración.