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El Apocalipsis según John Marc

La incorporación del guionista Alan Moore a La Cosa del Pantano marcó un antes y un después en la historia del Universo DC. El británico no solo redefinió al protagonista de la serie. También remodeló el cosmos superheróico que lo rodeaba, dotándolo de una complejidad, una coherencia y una profundidad inéditas hasta entonces. Sus reformas atendieron especialmente a la esfera de los sobrenatural, donde restauró viejos personajes, inventó otros nuevos y los insertó en un contexto amplísimo (que incluía un cielo y un Infierno). El impacto de esta obra desencadenó un aludo de títulos relacionados con lo oculto. Pero, previo a la irrupción de Moore en el mercado americano, ya existía un gioinista en Estados Unidos interesado en el terror, la fantasía, el misticismo y los superhéroes. ¿Su nombre? John Marc DeMatteis (Nueva York, 1953).

Aspirante frustrado a músico y dibujante, DeMatteis inició su carrera de escritor a finales de los años setenta en títulos de horror para DC Comics. Entre sus tanteos iniciales destacaba la creación de Andrew Bennet, protagonista de la serie Yo, vampiro (relanzada por Joshua Hale Fialkov y Andrea Sorrentino en 2011). Su experiencia en el género de terror le valió, más adelante, una oferta para escribir los guiones de La Cosa del Pantano (que declinó en favor de Moore). A mediados de los ochenta, su estrella estaba en alza gracias a sus colaboraciones con Marvel. Ese momento de esplendor creativo quedó plasmado en clásicos como Moonshadow (1985), Blood (1987) o La última cacería de Kraven (1987).

A su regreso a DC, fue alabado sobre todo por imprimir un tono festivo a Liga de la Justicia (1987). Pero, durante ese período, uno de sus trabajos más entrañables enraizaba fuertemente en el mundo de la magia. Se trataba de Doctor Destino (1987), donde situó al mago de Salem en mitad de un conflicto entre los Señores del Orden y del Caos (mostrando, de paso, el influjo de la obra de Michael Moorcock sobre su propio trabajo). A fines de los ochenta, su inclinación por los asuntos esotéricos del Universo DC estuvo a punto de plasmarse en una crónica ilustrada. Sin embargo, ese cometido recayó finalmente en las manos de Neil Gaiman, que lo desarrolló en Los libros de la magia (obra incluida en el segundo volumen de Neil Gaiman: Leyendas del abismo).

Más adelante, DeMatteis revitalizó al Espectro y contribuyó a fortalecer la línea Vertigo con títulos tan notables por su combinación de misticismo y entretenimiento como Mercy o Seekers into the Mystery. En años posteriores, se mantuvo ocupado con la elaboración de proyectos editoriales y de guiones para televisión. Pero volvió recientemente al lado oculto de DC sustituyendo a Dan DiDio y a Jeff Lemire en los guiones de El Fantasma Errante y de Liga de la Justicia Oscura, respectivamente. Su regreso ha propiciado un cruce de series que —gracias a la colaboración del guionista canadiense Ray Fawkes— involucra a los místicos más poderosos del Nuevo Universo DC. La historia narra la aparición de Plaga, una criatura que personifica la maldad del universo y que desata un nuevo apocalipsis sobre la Tierra. Un relato que resume los demonios íntimos del neoyorquino: el destino, el misticismo, la vida, la muerte y, sobre todo, la naturaleza del eterno conflicto entre el bien y el mal.

Jorge García

Artículo originalmente publicado en las páginas de Constantine núm. 3.