Eccediciones

Diarios de guerra

Hace mucho tiempo, cuando las relaciones entre Alan Moore y DC Comics eran más cordiales de lo que cualquier mortal podría imaginar, tanto él como Dave Gibbons sopesaban la posibilidad de crear varios títulos derivados de Watchmen... si la serie original tenía éxito (por increíble que hoy resulte, eso era un "si" a mediados de los años ochenta). Entre ellos se encontraba, curiosamente, una serie limitada de 12 números dedicada a los Minutemen. Pero también un título de Rorschach, otro sobre sus posibles aventuras conjuntas con Daniel Dreiberg (el segundo Búho Nocturno)... o el diario de guerra del Comediante en Vietnam.

Todos ellos parecían tener algo en común: eran precuelas. Hasta qué punto dichas ideas han terminado plasmadas en Antes de Watchmen es algo que nadie puede calibrar, dado que ninguno de aquellos proyectos ochenteros llegó a hacerse realidad. Pero sin duda podrían haber inspirado lo que estamos leyendo en este título de El Comediante, al menos en buena medida. No deja de ser curioso que relatar las negrísimas “aventuras” de Eddie Blake en aquella guerra –que EE.UU. perdió en la realidad, pero ganó en el universo ficticio de Watchmen– se planteara como una respuesta de DC al éxito de The ‘Nam. Esta fue una serie de Marvel dedicada al conflicto y publicada entre 1986 y 1993, con guionistas como Doug Murray o Don Lomax y dibujantes como Michael Golden, que debido a su buena acogida pasó de tener tan solo 12 números previstos a ser una colección regular. Muchos recordarán la versión editada por Forum en castellano, pero desde luego no era el único cómic de las dos grandes ambientado en aquella guerra.

Al fin y al cabo, cualquiera pensaría que un conflicto entre comunistas y anticomunistas que se prolongó durante prácticamente una veintena de años (entre el 1 de noviembre de 1955 y el 30 de abril de 1975, aunque las fuerzas estadounidenses no se implicaron “en serio” hasta 1964) habría dado mucho juego en el mundo del cómic. No fue así porque, para la naturaleza escapista de la mayor parte del material de DC o Marvel y el tono de las historias de la Edad de Plata, una guerra tan sangrienta, injusta y cuestionada por el propio pueblo estadounidense no parecía un tema apropiado en absoluto (a diferencia de otras). Pero es interesante comprobar que en el Universo Marvel, cuya continuidad defienden siempre a capa y espada tantos de sus seguidores, hay varios personajes que tuvieron su origen en el conflicto y siguen tan campantes en plena actualidad...con versiones remozadas o simplemente ignorando la incongruencia. Tony Stark, alias Iron Man, forjaba su armadura preso del tirano comunista Wong-Chu en el núm. 1 de su serie, con fecha de portada de mayo de 1968 (aunque su origen ya había aparecido en el núm. 39 de Tales of Suspense, en 1963). Punisher era un veterano de Vietnam que, según muchos autores, ya arrastraba problemas de entonces y era el psicópata que es antes de que su familia fuese asesinada. Pero es que el Capitán América, Nick Furia y otros también se vieron implicados. ¿Qué continuidad coherente puede justificar eso si la guerra terminó hace casi cuatro décadas? Tal vez la línea Max haya servido para ambientar en el conflicto historias de calidad incuestionable con algunos de dichos personajes, pero por eso mismo las paradojas siempre los perseguirán de forma inexorable.

Sin embargo, justo es también reconocer que en DC se pasó prácticamente de puntillas sobre el tema, a excepción de alguna historia anecdótica de sus principales superhéroes y, por supuesto, de títulos bélicos como Our Fighting Forces. Por ejemplo, en el número 216 de la primera colección de Superman (mayo de 1969), el Hombre de Acero se enfrentaría en plena guerra a “King Cong”, un villano gigantesco al servicio de la vietnamita Dra. Han. Fue un relato de Robert Kanigher y Joe Kubert caracterizado por la ingenuidad de la época, en el que los soldados citaban al humorista Bob Hope y Superman terminaba deleitando a los niños vietnamitas, sonrientes, al proporcionarles un colchón de aire sobre el que flotar con su superaliento... Igualito que lo que viene haciendo el Comediante en estas páginas, ¿verdad? Aunque resulta paralelamente llamativo que, mientras en Marvel el sargento Furia participaba en la Segunda Guerra Mundial y en la de Vietnam, en DC el clásico sargento Frank Rock de Kanigher y Kubert luchara también en la Mundial... pero otro Rock, Adam, fuese a la de Vietnam según el antibelicista núm. 16 de Swamp Thing (mayo de 1975). Además, Ben Hunter y sus hombres, los Hellcats, estuvieron en la Segunda Guerra Mundial... pero fueron los hijos gemelos de Ben, Nick y Phil, los que se implicaron en la de Vietnam. ¿Qué es más verosímil desde un punto de vista cronológico en este caso, lo de Marvel o lo de DC? ¡Aunque lo mejor es que luego Ben Hunter seguiría vivo y formaría parte del Comando de Monstruos del año 2000! ¿Y no resulta eso mucho más divertido que intentar forzar explicaciones creíbles donde no tienen cabida alguna? De hecho, muy pronto veremos que Frankenstein, el personaje del nUDC, también participó en el conflicto, concretamente durante el mismo 1969 (será en el tomo Frankenstein, agente de S.H.A.D.E.: La Guerra de los Monstruos, de inminente publicación).

Pese a todo, los enfoques más serios del tema tampoco han faltado en el seno de DC Comics. Algunos de ellos son el de Darwyn Cooke en DC: The New Frontier, el de Jason Aaron y Cameron Stewart en El otro bando... o el de Dong Xoai, Vietnam 1965 (uno de los últimos trabajos del propio maestro Joe Kubert, del año 2010). En definitiva, la Guerra de Vietnam ha terminado demostrando lo mismo que tantas otras cosas que parecían tabúes y que acaban siendo objeto de los más diversos enfoques en cualquier medio: que el cómic no es ajeno a la realidad y que todo aquello que afecta a sus autores puede terminar reflejado en sus páginas de las más diversas formas imaginables. Con comediantes de por medio o sin ellos.

Felip Tobar