Eccediciones

De Gotham a Edimburgo

Son muchos los autores británicos que han trabajado para DC Entertainment a lo largo de la historia de la editorial y, sobre todo, a partir de los años ochenta. Alan Moore, Dave Gibbons, Jamie Delano, Brian Bolland y muchos más nos han dejado obras imprescindibles como Watchmen, Camelot 3000 o Hellblazer, por nombrar solo unos ejemplos. Y entre esos británicos se encuentran, por supuesto, varios escoceses. Tal vez el más famoso de estos sea Grant Morrison, pero hay dos nombres que no podemos olvidar: los de Alan Grant y Frank Quitely. ¿Y por qué? Por obras como la que estás a punto de leer.

Versado en la mitología y el contexto de Batman tras ocuparse de sus aventuras durante varios años y en diversos títulos, Grant concibió en 1998 una aventura en la que el defensor de Gotham City salía de su entorno habitual y lo cambiaba por los suntuosos paisajes de Escocia con la excusa de una ceremonia que celebraba el regreso a la patria de las reliquias de un antepasado de los Wayne, sir Gaweyne de Weyne. El dibujo corrió a cargo de Quitely, dibujante que ya había realizado diversos trabajos para la casa (entre ellos, la psicodélica Flex Mentallo, escrita por el propio Morrison) y que destacaba por una narrativa tan deslumbrante como clara. En ella, se mezclaban elementos como la historia de los clanes escoceses y una trama que, de haberse publicado unos pocos años después, se habría sumado a la moda de las novelas de intriga conspirativa al más puro estilo de El código Da Vinci. Pero todo esto no es más que una excusa para plasmar en papel las virtudes de una patria que ambos autores aman y que aquí nos muestran en todo su esplendor, desde los característicos paisajes verdes de carreteras angostas hasta la suntuosidad del castillo de Edimburgo y pasando por uno de los mayores logros de la arquitectura local, el puente de Forth, que desde 1890 une las costas meridional y septentrional del estrecho del mismo nombre.

Así pues, Batman: El Caballero Oscuro - Scottish Connection supone una oportunidad única para ver colaborar a dos autores de renombre en una aventura de Batman, sobre todo en el caso de Grant, que no tardaría en desvincularse del personaje después de este especial. Pero este también nos sirve para conocer de primera mano cómo se comporta el Caballero Oscuro cuando sale de su ámbito natural. Aunque en la actualidad nos parezca más o menos normal que Bruce Wayne visite países como Japón o Argentina en Batman Inc., lo cierto es que sus desplazamientos son la excepción más que la norma. Y qué mejor sitio al que ir “de vacaciones” que una de las regiones más bellas del Norte de Europa. Y qué mejor compañía que la de Alfred Pennyworth, al que Grant y Quitely utilizan para plasmar la fascinación y el entusiasmo que siente cualquier extranjero que se sumerja, aunque solo sea durante unos días, en la patria de dos autores que, aunque cruzaran el charco profesionalmente, jamás han olvidado las virtudes de su hogar.

Fran San Rafael