Eccediciones

Daniel Goossens, autor de La enciclopedia de los bebés

Daniel Goossens (Salon-de-Provence, 1954) es una de las voces más singulares del humor francés contemporáneo. Y lo es por partida doble: de un lado, por su manera tan mordaz como imaginativa de cultivar la sátira; de otro, por su formación académica en programación e inteligencia artificial (que lo ha llevado a impartir clases en la Universidad de París 8). Esta suma de intereses enfrentados, junto a un virtuosismo gráfico de primer orden, impulsó una prestigiosa carrera galardonada con el Gran Premio de la Ciudad de Angoulême en 1997.

La trayectoria de Goossens se divide en dos etapas claramente diferenciadas: un período de formación y otro de madurez, inaugurado, precisamente, con la aparición del primer volumen de La enciclopedia de los bebés en 1987. En su juventud, este gran humorista mostraba una inclinación natural por el dibujo, inspirado, seguramente, por las historietas que autores como Franquin publicaban en el semanario Spirou. Pese a unos primeros tanteos juveniles como historietista en la revista Pionniers, su debut profesional tuvo lugar en la célebre cabecera Pilote con un puñado de historietas cortas publicadas entre 1976 y 1977. Esos trabajos llamaron la atención del gran Marcel Gotlib, que lo incorporó a la nómina de colaboradores de la entonces neonata revista Fluide Glacial.

Bajo la batuta de Gotlib, Fluide Glacial se convirtió muy pronto en la publicación de humor adulto más vendida en Francia. Desde su creación en 1975, esta revista se distinguió por mantener un delicado equilibrio entre una línea estética muy cuidada (propia de Pilote) y un enfoque agresivo, político y libertario (propio de Charlie Hebdo). Sus páginas congregaron a un puñado de autores de primera fila entre los que figuraban Alexis, Binet, Jean Solé, Mandryka, Lob, Franquin o el español Carlos Giménez. Una vez instalado en Fluide Glacial, Goossens desarrolló uno de los universos creativos más ricos y personales del panorama satírico francés. Y lo hizo con una serie de historietas cortas protagonizadas por Jesucristo y reunidas en el álbum Le Messie est revenu (1979).

Este álbum ya presentaba las constantes que Goossens desarrolló a lo largo de su carrera: el humor absurdo, el virtuosismo estético, la parodia de los géneros narrativos más diversos y la ausencia de un argumento que sirva de mínimo hilo conductor al relato (más allá de la mención recurrente a un personaje o a un tema). Estos atributos se afianzaron en La vie d’Einstein (1980), una divertidísima biografía del físico alemán deliberadamente infiel a la verdad histórica. Esta obra en dos entregas le valió a su creador la concesión del premio Alfred al mejor autor novel en 1981. A este álbum le siguieron media docena de recopilaciones de historias cortas, desde Ga (1980) hasta L’homme à la valisse (1986), que le permitieron depurar su estilo hasta alcanzar las cotas de virtuosismo que lo distinguen en la actualidad.

En 1987 apareció el primero de los tres volúmenes que conforman La enciclopedia de los bebés, título que consagró a Goossens como maestro indiscutible de la sátira y que ECC recopila en este volumen. La obra (“un hito del humor absurdo”, en palabras del crítico Jordi Canyissà) era una especie de tratado enciclopédico de la bestialidad humana y refinaba las virtudes de su autor hasta convertirlas en vitriolo puro. Sus páginas constaban de una sucesión de escenas heterogéneas apenas unidas por la presencia de bebés en todas ellas. Como en un laberinto de espejos deformantes, el tema central se multiplicaba en un ramillete de historias descacharrantes destinadas a demoler los tópicos de la publicidad, los géneros narrativos y las convenciones sociales. El resultado era inclasificable, más próximo a un catálogo delirante de atrocidades o a una sucesión de sketchs de los Monty Python que a la tradición de la comedia francesa. Sin embargo, el jurado del Festival de Angoulême fue sensible a sus encantos y distinguió la obra con el Premio Alph-Art de 1991 en la categoría de humor gráfico.

A continuación, Goossens se embarcó en la creación de otra obra de envergadura. Se trataba de Georges et Louis romanciers, una serie cuyo primer volumen data de 1993 y de la que se han publicado siete entregas hasta 2014. En este título sí hay personajes fijos. Georges y Louis forman una extraña pareja de novelistas que comparten piso e intercambian ideas mientras escriben sus ficciones. Los desbordes imaginativos de Louis tienen su plasmación gráfica en secuencias delirantes que el flemático Georges interrumpe constantemente para encauzar en otras direcciones la fantasía de su colega. Cada nuevo álbum, aparte de una reflexión genuina sobre los mecanismos de creación artística, es un derroche de ingenio y sabiduría narrativa que eleva la parodia a la categoría de arte mayor, caricaturizando inmisericordemente géneros tan diversos como la biografía, el cine bélico o los viajes en el tiempo.

Jorge García

Artículo publicado originalmente en las páginas de La enciclopedia de los bebés. ¡Ya a la venta!