Aunque algunos parezcan resistirse a admitirlo, entre los grandes nombres de autores que han forjado el mito de Superman hay que incluir indefectiblemente el de Dan Jurgens. Si bien el autor de Minnesota no arrastra multitudes tras él como podrían hacerlo John Byrne o George Pérez, es imposible hablar de la historia de Superman de los últimos 30 años sin mencionar a este magnífico artista.
Dan Jurgens nació en Ortonville, Minnesota, el 27 de junio de 1959 y se graduó en el colegio de Arte y Diseño de Minneapolis en 1981. Su primer trabajo profesional en el mundo del cómic fue precisamente para DC Comics, donde había sido contratado por recomendación de Mike Grell, y fue en el número 63 de la serie Warlord.
A partir de 1984 se encargaría de dibujar la miniserie Sun Devils, donde dibujaría argumentos de Gerry Conway y Roy Thomas y donde finalmente se convertiría en autor completo, ya que este fue su primer trabajo como escritor.
En 1986, llegó el primer gran hito de su carrera con la creación del personaje de Booster Gold. Un personaje llegado del futuro, cuyo objetivo a la hora de convertirse en superhéroe era más alcanzar la gloria que ninguna clase de bien común. Ese punto de partida convertía a Booster enun personaje falible, con el que resultab afácil identificarse y que ha perdurado como pocos dentro del Universo DC.
Fue precisamente en su etapa al frente de la serie de este personaje cuando Dan tuvo sus primeros encuentros con Superman. El acontecimiento se dio en un crossover entre las series de ambos personajes (Action Comics núm. 594 y Booster Gold núm. 23) y más particularmente en el Adventures of Superman Annual núm. 1, donde puso los lápices a una pintoresca aventura cósmica escrita por Jim Starlin.
Precisamente esta historia fue la que continuó cuando Mike Carlin le reclutó para su Super-squad en el Superman núm. 29. La sintonía entre Jurgens y Carlin no pudo ser mejor, lo que, unido a su rapidez como dibujante y su estilo no muy alejado de Kerry Gammill, le hizo ganarse un puesto fijo en las series del Hombre de Acero desde entonces.
A partir de aquí, Jurgens sería una pieza clave para el devenir de Superman. En julio de 1991 no solo ayudó a Louise Simonson y John Bogdanove a sacar adelante un nuevo título Man of Steel, sino que a partir de su número 57 asumió las funciones de autor completo del título Superman. Durante su tiempo al frente de la serie, Dan creó personajes como el Agente Libertad y villanos como el cíborg Hank Henshaw y por supuesto... Juicio Final.
Para ser justos hay que decir que toda la saga La muerte de Superman y el propio Juicio Final son una creación conjunta del equipo de escritores de Mike Carlin, quienes vieron cómo la línea argumental que habían mimado durante años para desembocar en la boda de Superman se veía truncada por el inminente estreno de la nueva serie de televisión Lois y Clark. El incipiente romance entre los protagonistas en la pantalla chocaba demasiado con un Superman casado en los cómics. Había que buscar rápidamente otro gran acontecimiento que sustituyera a la boda, y dicen las malas lenguas que fue precisamente Dan Jurgens quien sugirió como una broma en una de las reuniones: “¿Y si le matamos?”.
El resto es historia. La saga de Juicio Final pilló a todo el mundo con el paso cambiado. Nadie esperaba algo semejante y la repercusión incluso fuera del mundo de los cómics sorprendió a propios y extraños. Jurgens se convirtió así en el artista completo del mítico Superman núm. 75, un espectacular cuaderno a base de splash pages donde el choque entre el Hijo de Krypton y Juicio Final llegaba a su dramático desenlace.
Esta saga y su inmediata consecuencia, El reinado de los superhombres, marcarían para siempre la carrera de Dan Jurgens. Para él y para el resto del equipo de Mike Carlin, el resto de su andadura en los títulos de Superman consistiría en un intento tras otro de repetir el éxito de la saga de la muerte, algo que nunca conseguirían.
La popularidad alcanzada en ese momento hizo de Jurgens un autor en alza. Sus trabajos a lo largo de los años noventa fueron innumerables; Zero Hour, Metal Men, Justice League... Pronto volvería también al personaje de Juicio Final en la miniserie Superman/Juicio Final: Hunter/Prey, donde dotó de un origen al monstruo y analizó las secuelas que aquella batalla dejó en la psique del Hombre de Acero. Su marcha definitiva de los títulos de Superman se produjo en 1999, tras el Superman núm. 150, cuando las series ya evidenciaban la necesidad de un cambio de rumbo.
Su paso por otras editoriales no dejó la misma huella que en DC. Sus desacuerdos con Bob Harras y la extraña coyuntura en la que se encontraba el personaje en aquellos años hicieron que su etapa en Spiderman fuera denostada por los fans y rápidamente olvidada. Tampoco sus etapas en Capitán América o Thor, a pesar de no ser nada desdeñables, tuvieron el impacto de sus trabajos en la DC de los primeros noventa.
La década de los 2000 no fue especialmente reseñable para su carrera, y empezó a ser considerado por muchos como un artista menor, además de que su trabajo no alcanzaba la repercusión de antaño. Su suerte empezaría a cambiar de la mano de Geoff Johns, al dibujar la nueva y brillante serie que Booster Gold consiguió poco antes del relanzamiento de los Nuevos 52.
Tras el reinicio, Jurgens escribiría la nueva Liga de la Justicia Internacional y sería el dibujante del nuevo Green Arrow, aunque ninguno de los dos trabajos cumplió con las expectativas de los aficionados. Fue una vez más en el título Superman donde le encontramos en plena forma como artista tomando el relevo de George Pérez y regalándonos un Superman clásico y moderno a la vez, demostrando que el que tuvo, retuvo y que aún le queda mucho por decir en el mundo de los superhéroes.
Actualmente escribe junto a Keith Giffen, Brian Azzarello y Jeff Lemire la serie El fin del mañana, lo que le pone de nuevo en la primera línea de los acontecimientos que definen el Universo DC. Un universo que no sería el mismo sin las historias y el arte de Dan Jurgens.
Javier Olivares Tolosa
Artículo publicado originalmente en las páginas de Superman (reedición trimestral) núm. 6.
Dan Jurgens nació en Ortonville, Minnesota, el 27 de junio de 1959 y se graduó en el colegio de Arte y Diseño de Minneapolis en 1981. Su primer trabajo profesional en el mundo del cómic fue precisamente para DC Comics, donde había sido contratado por recomendación de Mike Grell, y fue en el número 63 de la serie Warlord.
A partir de 1984 se encargaría de dibujar la miniserie Sun Devils, donde dibujaría argumentos de Gerry Conway y Roy Thomas y donde finalmente se convertiría en autor completo, ya que este fue su primer trabajo como escritor.
En 1986, llegó el primer gran hito de su carrera con la creación del personaje de Booster Gold. Un personaje llegado del futuro, cuyo objetivo a la hora de convertirse en superhéroe era más alcanzar la gloria que ninguna clase de bien común. Ese punto de partida convertía a Booster enun personaje falible, con el que resultab afácil identificarse y que ha perdurado como pocos dentro del Universo DC.
Fue precisamente en su etapa al frente de la serie de este personaje cuando Dan tuvo sus primeros encuentros con Superman. El acontecimiento se dio en un crossover entre las series de ambos personajes (Action Comics núm. 594 y Booster Gold núm. 23) y más particularmente en el Adventures of Superman Annual núm. 1, donde puso los lápices a una pintoresca aventura cósmica escrita por Jim Starlin.
Precisamente esta historia fue la que continuó cuando Mike Carlin le reclutó para su Super-squad en el Superman núm. 29. La sintonía entre Jurgens y Carlin no pudo ser mejor, lo que, unido a su rapidez como dibujante y su estilo no muy alejado de Kerry Gammill, le hizo ganarse un puesto fijo en las series del Hombre de Acero desde entonces.
A partir de aquí, Jurgens sería una pieza clave para el devenir de Superman. En julio de 1991 no solo ayudó a Louise Simonson y John Bogdanove a sacar adelante un nuevo título Man of Steel, sino que a partir de su número 57 asumió las funciones de autor completo del título Superman. Durante su tiempo al frente de la serie, Dan creó personajes como el Agente Libertad y villanos como el cíborg Hank Henshaw y por supuesto... Juicio Final.
Para ser justos hay que decir que toda la saga La muerte de Superman y el propio Juicio Final son una creación conjunta del equipo de escritores de Mike Carlin, quienes vieron cómo la línea argumental que habían mimado durante años para desembocar en la boda de Superman se veía truncada por el inminente estreno de la nueva serie de televisión Lois y Clark. El incipiente romance entre los protagonistas en la pantalla chocaba demasiado con un Superman casado en los cómics. Había que buscar rápidamente otro gran acontecimiento que sustituyera a la boda, y dicen las malas lenguas que fue precisamente Dan Jurgens quien sugirió como una broma en una de las reuniones: “¿Y si le matamos?”.
El resto es historia. La saga de Juicio Final pilló a todo el mundo con el paso cambiado. Nadie esperaba algo semejante y la repercusión incluso fuera del mundo de los cómics sorprendió a propios y extraños. Jurgens se convirtió así en el artista completo del mítico Superman núm. 75, un espectacular cuaderno a base de splash pages donde el choque entre el Hijo de Krypton y Juicio Final llegaba a su dramático desenlace.
Esta saga y su inmediata consecuencia, El reinado de los superhombres, marcarían para siempre la carrera de Dan Jurgens. Para él y para el resto del equipo de Mike Carlin, el resto de su andadura en los títulos de Superman consistiría en un intento tras otro de repetir el éxito de la saga de la muerte, algo que nunca conseguirían.
La popularidad alcanzada en ese momento hizo de Jurgens un autor en alza. Sus trabajos a lo largo de los años noventa fueron innumerables; Zero Hour, Metal Men, Justice League... Pronto volvería también al personaje de Juicio Final en la miniserie Superman/Juicio Final: Hunter/Prey, donde dotó de un origen al monstruo y analizó las secuelas que aquella batalla dejó en la psique del Hombre de Acero. Su marcha definitiva de los títulos de Superman se produjo en 1999, tras el Superman núm. 150, cuando las series ya evidenciaban la necesidad de un cambio de rumbo.
Su paso por otras editoriales no dejó la misma huella que en DC. Sus desacuerdos con Bob Harras y la extraña coyuntura en la que se encontraba el personaje en aquellos años hicieron que su etapa en Spiderman fuera denostada por los fans y rápidamente olvidada. Tampoco sus etapas en Capitán América o Thor, a pesar de no ser nada desdeñables, tuvieron el impacto de sus trabajos en la DC de los primeros noventa.
La década de los 2000 no fue especialmente reseñable para su carrera, y empezó a ser considerado por muchos como un artista menor, además de que su trabajo no alcanzaba la repercusión de antaño. Su suerte empezaría a cambiar de la mano de Geoff Johns, al dibujar la nueva y brillante serie que Booster Gold consiguió poco antes del relanzamiento de los Nuevos 52.
Tras el reinicio, Jurgens escribiría la nueva Liga de la Justicia Internacional y sería el dibujante del nuevo Green Arrow, aunque ninguno de los dos trabajos cumplió con las expectativas de los aficionados. Fue una vez más en el título Superman donde le encontramos en plena forma como artista tomando el relevo de George Pérez y regalándonos un Superman clásico y moderno a la vez, demostrando que el que tuvo, retuvo y que aún le queda mucho por decir en el mundo de los superhéroes.
Actualmente escribe junto a Keith Giffen, Brian Azzarello y Jeff Lemire la serie El fin del mañana, lo que le pone de nuevo en la primera línea de los acontecimientos que definen el Universo DC. Un universo que no sería el mismo sin las historias y el arte de Dan Jurgens.
Javier Olivares Tolosa
Artículo publicado originalmente en las páginas de Superman (reedición trimestral) núm. 6.