Eccediciones

Ciclo de violencia

Tras una larga temporada trabajando para Marvel, en 1989 el veterano Archie Goodwin regresó a DC Comics para afrontar la que a la postre sería la recta final de una carrera trufada de éxitos y reconocimientos. Como de costumbre, compatibilizó funciones editoriales con la redacción de guiones; historias entre las que destacó un proyecto desarrollado junto a Scott Hampton, en el que aprovechó el altavoz que representaba uno de los personajes más icónicos de la cultura popular para denunciar un tema de especial gravedad: los abusos infantiles.

Finalmente titulada Batman: Night Cries (Batman: Gritos en la noche en la presente edición), la novela gráfica vio la luz en 1992 y destacó por una presentación de lujo: encuadernación en tapa dura, sobrecubierta, tamaño mayor del habitual y papel de calidad que fueron galardonados con el premio Harvey de 1993 a la excelencia en la producción o presentación. El envoltorio idóneo para aspirar a llamar la atención de un amplio abanico de lectores, como sucedió con obras contemporáneas nacidas al amparo de la batmanía desatada en la época.

Estructurada en forma de whodunnit, la obra evidenció un tono adusto y una atmósfera lúgubre construida a partir de decisiones artísticas muy meditadas. Como reconoce Hampton, “Gritos en la noche es una historia oscura y cruda. No quería que visualmente resultara demasiado colorida”, así que en un ejercicio de contención y coherencia, limitó la gama cromática a tonos apagados, plasmados sobre el papel de dibujo a través de técnicas mixtas que incluso le llevaron a utilizar fotocopias para narrar flashbacks. Fondo y forma convergieron, huyendo de enfoques morbosos o dramáticamente improcedentes para integrar la carga de denuncia en el núcleo del relato, de modo que todos los personajes se vieran de un modo u otro afectados por su exposición a un ciclo de violencia aparentemente interminable.

Conviene recordar que Batman nació como la respuesta de Bruce Wayne al trauma de haber presenciado el asesinato de sus padres. Y aunque desde 1939 se ha enfrentado a todo tipo de amenazas para tratar de impedir que otros gothamitas sufran una suerte similar, cuando la fantasía cede terreno al realismo más descarnado, el mito deja paso al hombre y sus limitaciones. Al héroe entregado a una cruzada imposible, incapaz de discernir cada grito que rasga el silencio de la noche en busca de una ayuda... ¿que tal vez no llegue? Lo sabremos en las páginas que siguen a continuación, escritas con letras de oro en la historia del Cruzado de la Capa y en la bibliografía de dos autores empeñados en que cada uno de esos gritos reciba el auxilio y la atención que sin duda merecen.

David Fernández


Artículo originalmente publicado como introducción de Batman: Gritos en la noche.