En las historias de ficción, los mercenarios gustan de creerse por encima de los héroes. Libres de ataduras morales, lealtades, códigos de conducta o de la pesada carga de saberse un ejemplo, son libres de poner sus afiladas habilidades al servicio del mejor postor y de llevar a cabo su misión de forma expeditiva, rápida y eficiente. Deathstroke parece convencido de esta superioridad y ¿sabéis qué? Tal vez tenga razón. Porque en la situación en la que se encuentra, el héroe alado se parece menos a un ave rapaz y más a una vulnerable presa.
Hawkman está siendo perseguido por un pasado que, implacable como las maquinarias bélicas mejor engrasadas, lanza sobre el héroe alado una constante marejada de violencia que amenaza con hacerle hincar la rodilla. Perseguido como un animal, con la única ayuda de un arquero, con preguntas aún pendientes de respuesta y amenazas cuya existencia todavía desconoce, Hawkman se encuentra en su momento de mayor vulnerabilidad. Menos mal que aún puede contar con aliados... ¿o no?
Por fortuna para él, momentos como los que va a atravesar tienden a arrojar respuestas a cambio de todo el sufrimiento al que someten a quien los atraviesa. Entre el dolor, el sacrificio y el combate, a veces las soluciones a incógnitas que considerabas perdidas vienen hacia a ti, en vez de al revés. ¿Hasta dónde puede llegar el metal Nth para proteger a quien lo porta? ¿Qué le hace obedecer a los pensamientos de Hawkman? ¿Está ligado al héroe que lo lleva o no deja de ser una aleación más, una herramienta?
Cuando todas las máscaras hayan caído y llegue el momento de declarar quiénes son los vencedores y quiénes son los vencidos... entonces será cuando Hawkman halle esas respuestas. ¿Estará preparado para el modo en el que va a obtenerlas?
Alberto Morán Roa
Artículo originalmente publicado como introducción de Hawkman: Cacería núm. 2 (de 2).
Hawkman está siendo perseguido por un pasado que, implacable como las maquinarias bélicas mejor engrasadas, lanza sobre el héroe alado una constante marejada de violencia que amenaza con hacerle hincar la rodilla. Perseguido como un animal, con la única ayuda de un arquero, con preguntas aún pendientes de respuesta y amenazas cuya existencia todavía desconoce, Hawkman se encuentra en su momento de mayor vulnerabilidad. Menos mal que aún puede contar con aliados... ¿o no?
Por fortuna para él, momentos como los que va a atravesar tienden a arrojar respuestas a cambio de todo el sufrimiento al que someten a quien los atraviesa. Entre el dolor, el sacrificio y el combate, a veces las soluciones a incógnitas que considerabas perdidas vienen hacia a ti, en vez de al revés. ¿Hasta dónde puede llegar el metal Nth para proteger a quien lo porta? ¿Qué le hace obedecer a los pensamientos de Hawkman? ¿Está ligado al héroe que lo lleva o no deja de ser una aleación más, una herramienta?
Cuando todas las máscaras hayan caído y llegue el momento de declarar quiénes son los vencedores y quiénes son los vencidos... entonces será cuando Hawkman halle esas respuestas. ¿Estará preparado para el modo en el que va a obtenerlas?
Alberto Morán Roa
Artículo originalmente publicado como introducción de Hawkman: Cacería núm. 2 (de 2).