¿Qué sucede cuando uno de los autores estrella del cómic se junta con uno de los héroes más emocionantes de todos los tiempos? Pues que surge algo como Batman: Querido detective. Una recopilación de sus innovadoras ilustraciones de portada, presentadas por primera vez en gran formato de lujo, especialmente ordenadas para narrar el relato de los héroes y villanos más icónicos de Gotham City.
¿Cómo surgió la idea de dar forma a un proyecto tan especial como Batman: Querido detective?
Quería ponerme un reto pues, a lo largo de los años, he hecho varios proyectos y portadas de Batman. Nunca había visto a nadie usar una narrativa tan libre para una serie de portadas, y era algo que parecía encajar en este cómic, pues no solo es el título insignia de DC sino que en el fondo es una historia detectivesca. También era una forma de enganchar a los lectores usando las ilustraciones de portada de una forma diferente, con la esperanza de que vuelvan a ellas y le encuentren un nuevo significado cuando al fin las pongan en contexto.
¿Puedes explicarnos con más detalle cómo fue la labor de conectar argumentalmente las cubiertas?
Cuando empecé el proyecto, tenía unas siete imágenes en mente, y sabía que quería que la historia empezara con Batman poniéndose el traje en la Batcueva, respondiendo a la Batseñal de Gordon, e investigando un crimen. Por supuesto, y debido a que la naturaleza de un cómic mensual hace que las tramas no se tengan escritas con tanta antelación, sabía que se necesitarían imágenes de portada más concretas para satisfacer las necesidades de los editores, que no tenían ni idea de que yo pretendía contar algo con las imágenes. Ahí fue cuando se empezó a formar en mi mente la idea de la carta al estilo Jack el Destripador. Eso me permitía que un narrador jugara con Batman de una forma más general y también permitía que el mundo de ese cómic se ampliara. A medida que avanzaban las portadas, la idea también iba evolucionando. Por ejemplo, la secuencia final en Arkham no formaba parte del plan inicial, pero terminó encajando perfectamente. Era un puro reflejo de lo que estaba ocurriendo en el cómic en ese momento y me permitía mostrar la futilidad de lo que hace Batman: está arrestando y encarcelando constantemente a esos villanos, pero ellos se escapan y vuelve a empezar el ciclo.
El villano de la historia nos hace recordar a asesinos en serie como Zodiac o Jack el Destripador, e incluso al villano Enigma de The Batman. ¿Te han servido de influencia para este trabajo?
Las cartas al estilo Jack el Destripador fueron lo que más influencia tuvo en la narración. Me encanta el hecho de que hicieran innecesario que el narrador fuera particularmente inteligente, y que el espíritu de esas cartas fuera jugar con la policía de Londres. Era el tono perfecto para mi narrador. La idea de convertir los símbolos en pistas era algo que pretendía que el lector se involucrara aún más en la narración.
Tu versión del traje de Batman es ampliamente conocida por los lectores y ha servido de inspiración para versiones de otros medios. ¿Qué ideas tenías en mente a la hora de diseñarlo y cómo lo has enfocado en esta ocasión?
Yo siempre había querido ver un traje más táctico y realista. Si este tipo es un soldado urbano, su uniforme debería reflejar la naturaleza de su trabajo. Necesita protegerle y ser útil, además de servir para ser un símbolo. Pero, más que nada, me gusta que las cosas parezcan táctiles. Es una parte de mi estética personal que aporto a casi todos los personajes. Quiero que los lectores puedan “tocar” el dibujo. Si algo es de cuero, es necesario que esa textura se note. Batman, casi más que cualquier otro personaje, apela a todos los sentidos. Gotham debería oler a meados y a basura. Debería parecer dura y angulosa.
En estas páginas también podemos apreciar tu versión de Gotham City y de edificios emblemáticos como el Asilo Arkham. ¿En qué elementos te centras para dar vida a esta icónica ciudad?
Gotham es una ciudad que necesita ser estilizada y parecer al mismo tiempo una ciudad moderna. Creo que es fácil decantarse demasiado hacia una de las dos opciones. Recuerdo ir a ver a mi tía a Detroit cuando yo era muy pequeño y sentir que la ciudad me dejó una fuerte impresión. Estaba sucia y parecía extremadamente peligrosa. Yo intento que Gotham también transmita esa sensación, porque el entorno de Batman debería servir como motivo para su existencia.
En este título también repasas momentos clave en la trayectoria de Batman, en los que experimentas con diferentes estilos gráficos correspondientes a cada etapa del héroe. ¿Qué nos puedes contar sobre esta parte de Batman: Querido detective?
Esa imagen de portada es un homenaje a mis dibujantes favoritos de Batman. Por supuesto, está Dick Sprang que, en mi opinión, es el dibujante de Batman definitivo. Todo lo que vemos ahora se basa, en cierto modo, en esa versión. Incluso la versión más oscura de Frank Miller muestra claramente una inspiración en Sprang. Igual que Neal Adams y su Batman más estilizado y atlético. Fue, sin duda, el primer dibujante que aportó al personaje un realismo nunca visto antes. También puede verse la versión original del traje de Bob Kane, para llevarnos desde su concepción hasta mi versión final. No pretendo decir que mi Batman esté a la altura de los de esos dibujantes. Solo lo he mencionado porque necesitaba mantener la continuidad con el resto de portadas.
Este es tu siguiente trabajo como autor completo con el Hombre Murciélago tras Batman: Noel. Ha pasado más de una década desde el lanzamiento de aquella novela gráfica, considerada por crítica y público como la historia navideña por excelencia del personaje. ¿En qué ha cambiado Lee Bemejo en este tiempo?
¿Cómo es posible echar la vista atrás 10 años y encontrarle sentido? Supongo que me ceñiré al aspecto artístico de las cosas y diré que el camino que veo ante mí se ha ensanchado y estrechado al mismo tiempo, si es que eso tiene sentido. Aparte de eso... he vivido.
Podéis encontrar Batman: Querido detective en vuestra tienda favorita y también a través de nuestra web.
Imagen destacada: Página de Lee Bermejo para Batman: Querido detective.
¿Cómo surgió la idea de dar forma a un proyecto tan especial como Batman: Querido detective?
Quería ponerme un reto pues, a lo largo de los años, he hecho varios proyectos y portadas de Batman. Nunca había visto a nadie usar una narrativa tan libre para una serie de portadas, y era algo que parecía encajar en este cómic, pues no solo es el título insignia de DC sino que en el fondo es una historia detectivesca. También era una forma de enganchar a los lectores usando las ilustraciones de portada de una forma diferente, con la esperanza de que vuelvan a ellas y le encuentren un nuevo significado cuando al fin las pongan en contexto.
¿Puedes explicarnos con más detalle cómo fue la labor de conectar argumentalmente las cubiertas?
Cuando empecé el proyecto, tenía unas siete imágenes en mente, y sabía que quería que la historia empezara con Batman poniéndose el traje en la Batcueva, respondiendo a la Batseñal de Gordon, e investigando un crimen. Por supuesto, y debido a que la naturaleza de un cómic mensual hace que las tramas no se tengan escritas con tanta antelación, sabía que se necesitarían imágenes de portada más concretas para satisfacer las necesidades de los editores, que no tenían ni idea de que yo pretendía contar algo con las imágenes. Ahí fue cuando se empezó a formar en mi mente la idea de la carta al estilo Jack el Destripador. Eso me permitía que un narrador jugara con Batman de una forma más general y también permitía que el mundo de ese cómic se ampliara. A medida que avanzaban las portadas, la idea también iba evolucionando. Por ejemplo, la secuencia final en Arkham no formaba parte del plan inicial, pero terminó encajando perfectamente. Era un puro reflejo de lo que estaba ocurriendo en el cómic en ese momento y me permitía mostrar la futilidad de lo que hace Batman: está arrestando y encarcelando constantemente a esos villanos, pero ellos se escapan y vuelve a empezar el ciclo.
El villano de la historia nos hace recordar a asesinos en serie como Zodiac o Jack el Destripador, e incluso al villano Enigma de The Batman. ¿Te han servido de influencia para este trabajo?
Las cartas al estilo Jack el Destripador fueron lo que más influencia tuvo en la narración. Me encanta el hecho de que hicieran innecesario que el narrador fuera particularmente inteligente, y que el espíritu de esas cartas fuera jugar con la policía de Londres. Era el tono perfecto para mi narrador. La idea de convertir los símbolos en pistas era algo que pretendía que el lector se involucrara aún más en la narración.
Tu versión del traje de Batman es ampliamente conocida por los lectores y ha servido de inspiración para versiones de otros medios. ¿Qué ideas tenías en mente a la hora de diseñarlo y cómo lo has enfocado en esta ocasión?
Yo siempre había querido ver un traje más táctico y realista. Si este tipo es un soldado urbano, su uniforme debería reflejar la naturaleza de su trabajo. Necesita protegerle y ser útil, además de servir para ser un símbolo. Pero, más que nada, me gusta que las cosas parezcan táctiles. Es una parte de mi estética personal que aporto a casi todos los personajes. Quiero que los lectores puedan “tocar” el dibujo. Si algo es de cuero, es necesario que esa textura se note. Batman, casi más que cualquier otro personaje, apela a todos los sentidos. Gotham debería oler a meados y a basura. Debería parecer dura y angulosa.
En estas páginas también podemos apreciar tu versión de Gotham City y de edificios emblemáticos como el Asilo Arkham. ¿En qué elementos te centras para dar vida a esta icónica ciudad?
Gotham es una ciudad que necesita ser estilizada y parecer al mismo tiempo una ciudad moderna. Creo que es fácil decantarse demasiado hacia una de las dos opciones. Recuerdo ir a ver a mi tía a Detroit cuando yo era muy pequeño y sentir que la ciudad me dejó una fuerte impresión. Estaba sucia y parecía extremadamente peligrosa. Yo intento que Gotham también transmita esa sensación, porque el entorno de Batman debería servir como motivo para su existencia.
En este título también repasas momentos clave en la trayectoria de Batman, en los que experimentas con diferentes estilos gráficos correspondientes a cada etapa del héroe. ¿Qué nos puedes contar sobre esta parte de Batman: Querido detective?
Esa imagen de portada es un homenaje a mis dibujantes favoritos de Batman. Por supuesto, está Dick Sprang que, en mi opinión, es el dibujante de Batman definitivo. Todo lo que vemos ahora se basa, en cierto modo, en esa versión. Incluso la versión más oscura de Frank Miller muestra claramente una inspiración en Sprang. Igual que Neal Adams y su Batman más estilizado y atlético. Fue, sin duda, el primer dibujante que aportó al personaje un realismo nunca visto antes. También puede verse la versión original del traje de Bob Kane, para llevarnos desde su concepción hasta mi versión final. No pretendo decir que mi Batman esté a la altura de los de esos dibujantes. Solo lo he mencionado porque necesitaba mantener la continuidad con el resto de portadas.
Este es tu siguiente trabajo como autor completo con el Hombre Murciélago tras Batman: Noel. Ha pasado más de una década desde el lanzamiento de aquella novela gráfica, considerada por crítica y público como la historia navideña por excelencia del personaje. ¿En qué ha cambiado Lee Bemejo en este tiempo?
¿Cómo es posible echar la vista atrás 10 años y encontrarle sentido? Supongo que me ceñiré al aspecto artístico de las cosas y diré que el camino que veo ante mí se ha ensanchado y estrechado al mismo tiempo, si es que eso tiene sentido. Aparte de eso... he vivido.
Podéis encontrar Batman: Querido detective en vuestra tienda favorita y también a través de nuestra web.
Imagen destacada: Página de Lee Bermejo para Batman: Querido detective.