Año uno marcó la pauta de las aventuras canónicas de Batman durante la segunda mitad de los años ochenta. El origen del personaje había quedado actualizado, y el relato había demostrado que el Caballero Oscuro podía funcionar perfectamente en solitario sin los muchos satélites que giraban en su órbita. No obstante, las cosas eran muy distintas en Detective Comics en aquel momento. Allí, se veían aventuras más propias de otros tiempos que incluso recordaban al desenfado de los años sesenta en algunos momentos. El Joker urdía un plan descabellado para volver a convertir a Catwoman en villana, el Espantapájaros volvía a las andadas con su suero, el Sombrerero Loco empleaba artefactos imposibles para enfrentarse al Dúo Dinámico... Aquellas historias, radicalmente opuestas al tono de Miller y Mazzucchelli, terminaron convertidas a su vez en clásicos precisamente por eso, por ser tan ajenas a la época de Año Uno, Watchmen y compañía. Sus autores eran Mike W. Barr, que ya había tratado al personaje en Batman y los Outsiders, y Alan Davis, magnífico dibujante británico que se había ocupado de una breve temporada de dicha serie. Buena parte de la fama de dicha etapa de Detective Comics se debe a Mi principio... y mi probable fin, un episodio introspectivo donde Batman rememoraba su pasado con la excusa de las graves heridas sufridas por Robin.
En 1987, Jason Todd, el Chico Maravilla, intentaba abrirse un hueco en el corazón de los lectores. Hasta aquel momento, se le había concebido como una copia rejuvenecida de Dick Grayson. Así había sido en sus primeras andanzas y también en la propia etapa de Barr y Davis, donde resultaba imposible distinguirlo de su predecesor. Así, en Batman núm. 408, Max Allan Collins modificó su origen para convertirlo en un delincuente juvenil que había conocido a Batman mientras trataba de robarle los neumáticos del Batmóvil. Era el primer paso de una diferenciación que terminaría costando cara al personaje. Poco después, Jim Starlin y el mismísimo Jim Aparo, tomaron las riendas de la serie madre con una idea muy clara que recordaba a la revolución de Neal Adams: renunciar a los enemigos tradicionales y narrar historias más centradas en la actualidad como Las 10 noches de la Bestia, ambientada en la tensión que mantenían Estados Unidos y la Unión Soviética durante los últimos años de la Guerra Fría. Starlin, que nunca negó que no sentía el menor afecto por Robin, se esforzó en mostrar a Jason como un crío incontrolable e insoportable, lo cual contribuyó a que los lectores detestaran a un sustituto que muchos consideraban un vulgar imitador cuando no un usurpador.
Así las cosas, Batman núm. 426 planteó la nueva gran saga de la colección, Una muerte en la familia. Con Starlin, Aparo y unas maravillosas portadas de Mike Mignola , Robin se embarcaba en un viaje a Oriente Medio, donde había averiguado que vivía su madre. El reencuentro fue emotivo, sí, pero al muchacho le aguardaba una horrible sorpresa que rompió la tendencia de Starlin de rehuir a los villanos clásicos. El Joker regresó en todo su esplendor para propinar a Robin una soberana paliza seguida de una bomba que tal vez pusiera fin a la corta vida del muchacho. Pero no serían los autores ni los editores sino los lectores quienes decidieran su destino. Con una maniobra insólita, la editorial abrió dos líneas telefónicas. “El Joker fracasa y Robin sobrevive.” “El Joker tiene éxito y Robin no sobrevive.” La votación fue bastante reñida pero tuvo un resultado claro: la muerte de Jason Todd tras apenas un lustro de existencia. El final alternativo dibujado por Aparo vería la luz unos años después, pero la imagen de Batman sosteniendo el cadáver ensangrentado de Robin ya había pasado a la historia del cómic.
Había otro personaje que resultaba redundante después de Año uno: Barbara Gordon, antigua Batgirl que se había retirado para ejercer como diputada. Con su padre más relevante que nunca gracias a Miller, la muchacha parecía sobrar en aquella época, una situación que convenía resolver. El momento propicio llegó con La broma asesina, especial publicado en 1988 que escribió Alan Moore, ya consagrado como guionista estrella de DC Comics después de Watchmen y V de vendetta. Dibujada por Brian Bolland, la historia narraba el enésimo enfrentamiento de Batman contra el Joker de forma que quedara claro que el uno no podía existir sin el otro. La enemistad había llegado a tal punto que ambos se concebían a sí mismos como dos caras de la misma moneda. En menos de 50 páginas, el especial se ocupó de un tema tan profundo como este, revisó el origen del Príncipe Payaso del Joker retomando la célebre aventura clásica de Capucha Roja y, de paso, traumatizó al comisario Gordon. Y no lo hizo tan solo secuestrándolo y humillándolo sino también dejando inválida a la pobre Barbara. La escena en que esta abre la puerta de casa y el Joker le dispara a bocajarro es inolvidable y, como la defunción de Jason, se ha rememorado hasta la saciedad. De hecho, es probable que sea la más repetida en la franquicia después del asesinato de los Wayne en el Callejón del Crimen.
Así pues, en poco más de un año, Batman se había quedado sin Robin y sin Batgirl. El momento era aciago, sin duda, pero propició poco después la llegada de un Chico Maravilla que el público sí aceptaría y también un nuevo papel para Barbara Gordon que la haría mucho más interesante de lo que había sido como Chica Murciélago. A esto había que sumar una semilla que se había plantado en 1987, justo antes de que ocurrieran estas desgracias. Se trataba del nacimiento del hijo biológico de Batman y Talia al Ghul en la novela gráfica Batman: El nacimiento del demonio, obra de Barr y el dibujante Jerry Bingham. En su día, aquella idea pasó a un discreto olvido, pero se retomaría dos décadas después, como veremos más adelante.
Fran San Rafael
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne
En 1987, Jason Todd, el Chico Maravilla, intentaba abrirse un hueco en el corazón de los lectores. Hasta aquel momento, se le había concebido como una copia rejuvenecida de Dick Grayson. Así había sido en sus primeras andanzas y también en la propia etapa de Barr y Davis, donde resultaba imposible distinguirlo de su predecesor. Así, en Batman núm. 408, Max Allan Collins modificó su origen para convertirlo en un delincuente juvenil que había conocido a Batman mientras trataba de robarle los neumáticos del Batmóvil. Era el primer paso de una diferenciación que terminaría costando cara al personaje. Poco después, Jim Starlin y el mismísimo Jim Aparo, tomaron las riendas de la serie madre con una idea muy clara que recordaba a la revolución de Neal Adams: renunciar a los enemigos tradicionales y narrar historias más centradas en la actualidad como Las 10 noches de la Bestia, ambientada en la tensión que mantenían Estados Unidos y la Unión Soviética durante los últimos años de la Guerra Fría. Starlin, que nunca negó que no sentía el menor afecto por Robin, se esforzó en mostrar a Jason como un crío incontrolable e insoportable, lo cual contribuyó a que los lectores detestaran a un sustituto que muchos consideraban un vulgar imitador cuando no un usurpador.
Así las cosas, Batman núm. 426 planteó la nueva gran saga de la colección, Una muerte en la familia. Con Starlin, Aparo y unas maravillosas portadas de Mike Mignola , Robin se embarcaba en un viaje a Oriente Medio, donde había averiguado que vivía su madre. El reencuentro fue emotivo, sí, pero al muchacho le aguardaba una horrible sorpresa que rompió la tendencia de Starlin de rehuir a los villanos clásicos. El Joker regresó en todo su esplendor para propinar a Robin una soberana paliza seguida de una bomba que tal vez pusiera fin a la corta vida del muchacho. Pero no serían los autores ni los editores sino los lectores quienes decidieran su destino. Con una maniobra insólita, la editorial abrió dos líneas telefónicas. “El Joker fracasa y Robin sobrevive.” “El Joker tiene éxito y Robin no sobrevive.” La votación fue bastante reñida pero tuvo un resultado claro: la muerte de Jason Todd tras apenas un lustro de existencia. El final alternativo dibujado por Aparo vería la luz unos años después, pero la imagen de Batman sosteniendo el cadáver ensangrentado de Robin ya había pasado a la historia del cómic.
Había otro personaje que resultaba redundante después de Año uno: Barbara Gordon, antigua Batgirl que se había retirado para ejercer como diputada. Con su padre más relevante que nunca gracias a Miller, la muchacha parecía sobrar en aquella época, una situación que convenía resolver. El momento propicio llegó con La broma asesina, especial publicado en 1988 que escribió Alan Moore, ya consagrado como guionista estrella de DC Comics después de Watchmen y V de vendetta. Dibujada por Brian Bolland, la historia narraba el enésimo enfrentamiento de Batman contra el Joker de forma que quedara claro que el uno no podía existir sin el otro. La enemistad había llegado a tal punto que ambos se concebían a sí mismos como dos caras de la misma moneda. En menos de 50 páginas, el especial se ocupó de un tema tan profundo como este, revisó el origen del Príncipe Payaso del Joker retomando la célebre aventura clásica de Capucha Roja y, de paso, traumatizó al comisario Gordon. Y no lo hizo tan solo secuestrándolo y humillándolo sino también dejando inválida a la pobre Barbara. La escena en que esta abre la puerta de casa y el Joker le dispara a bocajarro es inolvidable y, como la defunción de Jason, se ha rememorado hasta la saciedad. De hecho, es probable que sea la más repetida en la franquicia después del asesinato de los Wayne en el Callejón del Crimen.
Así pues, en poco más de un año, Batman se había quedado sin Robin y sin Batgirl. El momento era aciago, sin duda, pero propició poco después la llegada de un Chico Maravilla que el público sí aceptaría y también un nuevo papel para Barbara Gordon que la haría mucho más interesante de lo que había sido como Chica Murciélago. A esto había que sumar una semilla que se había plantado en 1987, justo antes de que ocurrieran estas desgracias. Se trataba del nacimiento del hijo biológico de Batman y Talia al Ghul en la novela gráfica Batman: El nacimiento del demonio, obra de Barr y el dibujante Jerry Bingham. En su día, aquella idea pasó a un discreto olvido, pero se retomaría dos décadas después, como veremos más adelante.
Fran San Rafael
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne