Eccediciones

Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller

Los cuatro números de aquella serie limitada pasaron de inmediato al Olimpo de la historia del cómic, sea o no sea de superhéroes.
1985 fue un año crucial para el transcurso de DC Comics. Con motivo del 50.º aniversario de la editorial, vio la luz una serie limitada titulada Crisis en tierras infinitas que realizaron Marv Wolfman y George Pérez y cuyo cometido era destruir todo el Universo DC y recrearlo de cero para que otros autores revitalizaran a los personajes de la casa a fin de que sus aventuras resultaran más accesibles para los nuevos lectores. Entre esos guionistas y dibujantes que llegaron a los estandartes del Universo DC se encontraba Frank Miller, ya famoso tras su paso por la serie Daredevil de Marvel Comics. Miller ya había participado en la serie limitada Ronin un par de años antes, una visión distópica del mundo que tendría mucho que ver con la que se considera su obra maestra, El regreso del Caballero Oscuro.

En aquellos momentos, las ventas de cómics habían consolidado su transición de los kioscos al mercado directo que suponían las librerías especializadas. Con un modelo de negocio nuevo, que ofrecía precios más bajos a los minoristas a cambio de la renuncia al derecho a devolución, el cómic había encontrado un punto de venta específico que le daba un aire más “adulto” y abría las puertas a la experimentación con formatos nuevos, como el de serie limitada o el que se conocería como “prestigio”, con un mejor papel y un lomo rígido que lo alejaba del aspecto habitual de las historietas.

Este último fue el elegido para El regreso del Caballero Oscuro en 1986, pero el envoltorio no era más que una pequeña parte del tono maduro que se generalizó a partir de entonces y que se ampliaría muy poco después con la celebérrima Watchmen. En manos de Miller, Batman rondaba la cincuentena, se había jubilado, cosa que estaba a punto de hacer el mismísimo comisario Gordon, y Gotham City vivía sumida en más violencia que nunca. Miller veía al personaje como un “ángel vengador”, una concepción más propia del justiciero que empleaba pistola en los tiempos de Bob Kane que del superhéroe al uso que habían plasmado guionistas como Gerry Conway en la etapa inmediatamente anterior. Y a pesar del rol que interpretaba con Dick Grayson y Jason Todd, Bruce Wayne no era el padre de nadie. Huelga decir que, con semejante premisa, el Batman de Miller se mostraba abiertamente violento, mucho más de lo que había sido a lo largo de su ya extensa trayectoria, y no dudaba en utilizar métodos expeditivos a la hora de enfrentarse a enemigos más genéricos o a su galería de villanos de toda la vida, como Dos Caras. La dureza, por no decir acritud, de la trama también se manifestaba en la distribución de las viñetas y, por supuesto, en los largos diálogos que procedían de los diversos programas de televisión locales. Y es que Miller también golpeó fuerte a los medios de comunicación y, sobre todo, a su tendencia al sensacionalismo, y eso por no hablar del componente político que respiraba el argumento en plena época del presidente Ronald Reagan.

Los cuatro números de aquella serie limitada pasaron de inmediato al Olimpo de la historia del cómic, sea o no sea de superhéroes. De hecho, para muchos lectores, fue y sigue siendo el relato definitivo del Caballero Oscuro, el ocaso de un héroe que ya llevaba cinco décadas luchando contra el crimen sin haber llegado nunca a erradicarlo. Y por eso, porque ya estaba harto, ocurría lo que se veía en las páginas de la serie. Visto el éxito, El regreso del Caballero Oscuro no tardó en recopilarse en forma de novela gráfica (otra novedad del momento), y DC Comics volvió a contar con Miller para otra publicación capital.

Para entonces, Dennis O’Neil había tomado las riendas de la franquicia de Batman como editor. Su etapa dio lugar a muchos éxitos y empezó por todo lo alto con El regreso del Caballero Oscuro y también con Batman: Año uno. Si la primera contaba el final de una carrera, la segunda abordaba el principio. Pero no se trataba de cambiar sustancialmente el origen del personaje, ya que el relato del asesinato de los Wayne en el Callejón del Crimen seguía conservando la potencia de la visión original de Kane y Finger. Y aunque productos como la serie televisiva de los años sesenta hubieran obviado semejante tragedia, esta seguía muy presente en los lectores de cómics. Así pues, lejos de modificar sus raíces (como sí ocurrió en el caso de Superman o Hawkman, por citar solo dos ejemplos), O’Neil pretendía profundizar en la carga emocional que tenía aquel Bruce Wayne que entrenaba mente y cuerpo para procurar que nadie volviera a sufrir tanto como había sufrido él.

O’Neil recurrió a Miller para que se ocupara de Año uno, pero el autor optó por limitarse a escribirla. Así pues, hubo que buscar a un dibujante, que terminó siendo el gran David Mazzucchelli, con quien Miller ya había colaborado en Daredevil. El estilo realista del dibujante contrastaba con la rudeza de las páginas de El regreso del Caballero Oscuro y venía a anunciar que Año uno no era lo mismo, sobre todo porque la historia sí entraba en la continuidad. Por otra parte, Batman no era el único protagonista, ya que el joven James Gordon tenía el mismo peso dentro de la trama, y eso por no hablar del cambio radical que experimentó Selina Kyle desde la ladrona de joyas de antaño hasta la prostituta enfadada con el mundo que debutaba en la historia. De nuevo, en apenas cuatro episodios publicados en Batman núms. del 404 al 407, Miller había puesto patas arriba la mitología de Batman. Sería su última aportación al personaje hasta muchos años después, pero no serían pocos los autores que siguieran su estela.

Fran San Rafael


Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne