Las consecuencias de la implantación de la CCA también se dejaron sentir en las publicaciones de DC Comics, que no tardaron en adquirir un tono mucho más familiar. Y nada más importante en toda buena familia estadounidense que un perro. Así pues, en 1955, Superboy conoció a su fiel Krypto, el Superperro, y el Dúo Dinámico adoptó a Ace, el Batsabueso. Esto último sucedió en Batman núm. 92, escrito por Bill Finger e ilustrado por Sheldon Moldoff. Como todo buen miembro de la incipiente Batfamilia, Ace llevaba máscara, pero tenía un motivo: una marca de nacimiento en la frente que nadie debía identificar con la mascota del multimillonario Bruce Wayne.
Si una de las inquietudes de Wertham y su Seduction of the Innocent era que Batman y Robin no tenían intereses románticos habituales, esto cambió a partir de 1956, cuando Batwoman hizo su espectacular debut en Detective Comics núm. 233. Kathy Kane era una gran admiradora del héroe local que, vestida con un traje similar pero de colores más cálidos, luchaba contra el crimen. Y no hubo forma de disuadirla de que no pusiera su vida en peligro. Igual de persistente fue su sobrina adolescente Betty, que hizo su primera aparición cinco años después como Batgirl, una muchacha que no se cansaba de echar los trastos a Robin para rubor del joven superhéroe. La Batfamilia se completaba con Batmito, un duendecillo de poderes imposibles que muchos equiparaban al Mr. Mxyzptlk que atosigaba periódicamente a Superman con sus trastadas.
Mientras Batman y compañía se veían sumidos en una sucesión de aventuras de corte fantástico que no parecían encajar en absoluto con la concepción original del personaje, el resto de las publicaciones de DC empezaban a cambiar. Bajo la tutela del editor Julius Schwartz, un entendido en ciencia ficción que había sabido combinar dicho género con el superheroico, ya habían debutado varios personajes de éxito como el Flash Barry Allen o el Green Lantern Hal Jordan, e incluso se había creado una Liga de la Justicia de América que aunaba a los personajes más destacados de la editorial. Superman y Wonder Woman habían experimentado un lavado de cara considerable que los había hecho mucho más atractivos para la nueva generación de lectores, y lo mismo podía decirse de Aquaman y Green Arrow, que en aquella época tenían mucho menos peso. No obstante, Batman aún no había dado el paso adelante que muchos lectores esperaban.
La situación cambió cuando Schwartz pasó a editar las dos series de Batman, que estaban al borde de la cancelación, sobre todo en el caso de Detective Comics. Así pues, a partir del número 327 (1963), la serie cayó en las hábiles manos de John Broome y Carmine Infantino, dos colaboradores habituales de Schwartz. El estilo del dibujante, ya curtido en las aventuras de Flash y en el dinamismo que requerían, mostró a un Dúo Dinámico mucho más contemporáneo cuyo New Look, como se conoce aquella etapa, incluía el famoso óvalo omarillo alrededor del murciélago del pecho. Por su parte, toda la Batfamilia, Alfred incluido, desapareció del mapa para hacer borrón y cuenta nueva con lo ocurrido en los años cincuenta.
Pero si la década de los sesenta fue especialmente feliz para Batman no fue solo por esta limpieza realizada en los cómics. En 1966, la cadena ABC estrenó una serie de imagen real producida por 20th Century Fox que tenía como protagonistas a Batman y Robin. Aunque en principio se trataba de un proyecto mucho más serio en lo que a tono respecta, la intervención del productor William Dozier lo convirtió en una serie desenfadada marcada por la cultura pop donde el Dúo Dinámico derrotaba a sus enemigos en memorables palizas coreografiadas con la música de moda y por la que desfilaron grandísimos actores que interpretaban a la ya prolífica galería de villanos de Gotham City. Los protagonistas, Adam West y Burt Ward, debían enfrentarse cada dos episodios a uno de ellos en lo que era un estructura fija: el enemigo de turno cometía algún delito, el dúo investigaba, terminaba la primera parte sumido en una horrible trampa mortal de la que escapaba al principio del segundo y derrotaba al malhechor. Todo con mucho sentido del humor y con un sinfín de accesorios que ni siquiera habían aparecido en los cómics. En total, fueron tres temporadas repartidas en 120 episodios y una película que hoy se consideran un fenómeno de culto. Por el tiburón.
Huelga decir que la batmanía que generó Batman en Estados Unidos también afectó a los cómics, a veces de forma anecdótica (aparecía siempre en el centro de las portadas de Liga de la Justicia de América) y a veces de forma más trascendental. Buen ejemplo de esto último fue la incorporación de una nueva Batgirl por mucho que Schwartz se hubiera empeñado en deshacerse de la original. Los relatos de la época cuentan que Dozier quería reclutar a nuevos espectadores, sobre todo espectadoras, y pidió a DC un personaje femenino que cristalizó nueve meses antes de su debut televisivo en Detective Comics núm. 359 (1967). Con un espectacular dibujo de Infantino, el cuaderno presentó a Barbara Gordon, la hija del comisario Gordon, una bibliotecaria que adoptaba la identidad de Chica Murciélago en un baile de disfraces donde irrumpía un villano de poca monta. Con una personalidad bien definida, cosa que no ocurría con Bette Kane, la segunda Batgirl eclipsó por completo a una predecesora de la que ya nadie se acordaba para entonces. La elegida para interpretarla en televisión fue Yvonne Craig.
Como vemos, la década de los sesenta fue la confirmación de Batman y Robin como personajes imprescindibles de la cultura popular estadounidense y, por extensión, mundial. También fue un buen ejemplo de cómo dos medios muy distintos podían alimentarse mutuamente, cosa que ocurriría a lo largo de las décadas siguientes con multitud de héroes del cómic.
Fran San Rafael
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne
Si una de las inquietudes de Wertham y su Seduction of the Innocent era que Batman y Robin no tenían intereses románticos habituales, esto cambió a partir de 1956, cuando Batwoman hizo su espectacular debut en Detective Comics núm. 233. Kathy Kane era una gran admiradora del héroe local que, vestida con un traje similar pero de colores más cálidos, luchaba contra el crimen. Y no hubo forma de disuadirla de que no pusiera su vida en peligro. Igual de persistente fue su sobrina adolescente Betty, que hizo su primera aparición cinco años después como Batgirl, una muchacha que no se cansaba de echar los trastos a Robin para rubor del joven superhéroe. La Batfamilia se completaba con Batmito, un duendecillo de poderes imposibles que muchos equiparaban al Mr. Mxyzptlk que atosigaba periódicamente a Superman con sus trastadas.
Mientras Batman y compañía se veían sumidos en una sucesión de aventuras de corte fantástico que no parecían encajar en absoluto con la concepción original del personaje, el resto de las publicaciones de DC empezaban a cambiar. Bajo la tutela del editor Julius Schwartz, un entendido en ciencia ficción que había sabido combinar dicho género con el superheroico, ya habían debutado varios personajes de éxito como el Flash Barry Allen o el Green Lantern Hal Jordan, e incluso se había creado una Liga de la Justicia de América que aunaba a los personajes más destacados de la editorial. Superman y Wonder Woman habían experimentado un lavado de cara considerable que los había hecho mucho más atractivos para la nueva generación de lectores, y lo mismo podía decirse de Aquaman y Green Arrow, que en aquella época tenían mucho menos peso. No obstante, Batman aún no había dado el paso adelante que muchos lectores esperaban.
La situación cambió cuando Schwartz pasó a editar las dos series de Batman, que estaban al borde de la cancelación, sobre todo en el caso de Detective Comics. Así pues, a partir del número 327 (1963), la serie cayó en las hábiles manos de John Broome y Carmine Infantino, dos colaboradores habituales de Schwartz. El estilo del dibujante, ya curtido en las aventuras de Flash y en el dinamismo que requerían, mostró a un Dúo Dinámico mucho más contemporáneo cuyo New Look, como se conoce aquella etapa, incluía el famoso óvalo omarillo alrededor del murciélago del pecho. Por su parte, toda la Batfamilia, Alfred incluido, desapareció del mapa para hacer borrón y cuenta nueva con lo ocurrido en los años cincuenta.
Pero si la década de los sesenta fue especialmente feliz para Batman no fue solo por esta limpieza realizada en los cómics. En 1966, la cadena ABC estrenó una serie de imagen real producida por 20th Century Fox que tenía como protagonistas a Batman y Robin. Aunque en principio se trataba de un proyecto mucho más serio en lo que a tono respecta, la intervención del productor William Dozier lo convirtió en una serie desenfadada marcada por la cultura pop donde el Dúo Dinámico derrotaba a sus enemigos en memorables palizas coreografiadas con la música de moda y por la que desfilaron grandísimos actores que interpretaban a la ya prolífica galería de villanos de Gotham City. Los protagonistas, Adam West y Burt Ward, debían enfrentarse cada dos episodios a uno de ellos en lo que era un estructura fija: el enemigo de turno cometía algún delito, el dúo investigaba, terminaba la primera parte sumido en una horrible trampa mortal de la que escapaba al principio del segundo y derrotaba al malhechor. Todo con mucho sentido del humor y con un sinfín de accesorios que ni siquiera habían aparecido en los cómics. En total, fueron tres temporadas repartidas en 120 episodios y una película que hoy se consideran un fenómeno de culto. Por el tiburón.
Huelga decir que la batmanía que generó Batman en Estados Unidos también afectó a los cómics, a veces de forma anecdótica (aparecía siempre en el centro de las portadas de Liga de la Justicia de América) y a veces de forma más trascendental. Buen ejemplo de esto último fue la incorporación de una nueva Batgirl por mucho que Schwartz se hubiera empeñado en deshacerse de la original. Los relatos de la época cuentan que Dozier quería reclutar a nuevos espectadores, sobre todo espectadoras, y pidió a DC un personaje femenino que cristalizó nueve meses antes de su debut televisivo en Detective Comics núm. 359 (1967). Con un espectacular dibujo de Infantino, el cuaderno presentó a Barbara Gordon, la hija del comisario Gordon, una bibliotecaria que adoptaba la identidad de Chica Murciélago en un baile de disfraces donde irrumpía un villano de poca monta. Con una personalidad bien definida, cosa que no ocurría con Bette Kane, la segunda Batgirl eclipsó por completo a una predecesora de la que ya nadie se acordaba para entonces. La elegida para interpretarla en televisión fue Yvonne Craig.
Como vemos, la década de los sesenta fue la confirmación de Batman y Robin como personajes imprescindibles de la cultura popular estadounidense y, por extensión, mundial. También fue un buen ejemplo de cómo dos medios muy distintos podían alimentarse mutuamente, cosa que ocurriría a lo largo de las décadas siguientes con multitud de héroes del cómic.
Fran San Rafael
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne