El ascenso del tercer Robin y Batman vuelve tenían muy entretenidos a los aficionados en 1992. Con tantas emociones, nadie se planteaba a qué venía la aparición de una serie limitada de cuatro entregas que, en octubre del mismo año, vio la luz con el título de Batman: Sword of Azrael. DC Comics realizó todo un despliegue creativo con Dennis O’Neil como guionista, Joe Quesada como dibujante y Kevin Nowlan como entintador, todo un lujo que parecía apostar fuerte por un personaje de nuevo cuño. Azrael, que en su identidad secreta se llamaba Jean-Paul Valley, era estudiante de Informática y también el último de un extenso linaje de asesinos conocidos como Orden de San Dumas. Programado desde pequeño para servir fielmente a la secta y con una descomunal espada flamígera, el justiciero causó estragos en Gotham City hasta que conoció a Batman y se convirtió en su pupilo. Azrael cumplía con todos los tópicos del héroe de moda de la época, violento y armado hasta los dientes, a lo cual contribuían los hiperbólicos dibujos de Quesada, que iniciaba su ascenso a la cumbre en aquel contexto en que los enmascarados tradicionales empezaban a perder fuelle.
No obstante, en DC Comics no estaban dispuestos a que sus superhéroes de toda la vida dejaran de ser relevantes ante el empuje comercial de Image Comics, editorial recién creada por dibujantes jóvenes de primera fila que habían salido en estampida de Marvel tras desavenencias económicas con la Casa de las Ideas. Así pues, el mismísimo Hombre de Acero se vio sumido en una saga titulada La muerte de Superman que, en enero de 1993, culminaba con la épica batalla en plena Metropolis en que Juicio Final y él se mataban mutuamente a puñetazo limpio. Había comenzado una tendencia doble: la de los golpes de efecto que llamaran la atención sobre los cómics de siempre y la de la aplicación de los eventos editoriales circunscritos a una sola franquicia. La muerte de Superman había abarcado los cuatro títulos mensuales del Último Hijo de Krypton amén de Liga de la Justicia de América, donde también aparecía habitualmente, y todos habían funcionado como una sola colección de cadencia semanal. El experimento seguiría durante muchos meses, con un sentido funeral, la repentina aparición de aparentes sustitutos con mucho que ocultar y el regreso triunfal de Kal-El. Y mientras todo esto se desarrollaba, O’Neil lanzaba un especial titulado La venganza de Bane. Escrito por Chuck Dixon, ya consolidado por su aportación a las miniseries de Robin, y Graham Nolan, colaborador habitual de O’Neil, aquel cómic nos presentaba a un villano nuevo que jamás había visto la luz del Sol, ya que se había criado en una cárcel inexpugnable de la república centroamericana de Santa Prisca, un país corrupto con un sistema jurídico un tanto peculiar. El padre de Bane, cuyo nombre auténtico se desconocía, había sido un revolucionario que se había escapado de las autoridades, así que fue su hijo quien, a pesar de su tierna edad, lo sustituyó en prisión. Ya adulto, Bane lograba lo imposible fugándose de aquel horror con un plan en mente: demostrar que era mejor que Batman.
Si La muerte de Superman había tenido un título descriptivo, La caída del Caballero Oscuro no se quedaba atrás. Y al ver que DC Comics había tenido la valentía de matar a su primer superhéroe, los lectores se preguntaban si serían capaces de hacer lo mismo con el segundo. Después de meses de preparativos, la saga empezó en mayo en Batman núm. 492 y se extendió durante medio año en este título y también en Detective Comics. Con autores como los propios Dixon y Nolan y otros como Jim Aparo o Norm Breyfogle, la acción se sucedió sin pausa desde el momento en que Bane llegaba a Gotham City, abría las puertas del Asilo Arkham y liberaba a todos sus reclusos, que no tardaban en hacer la vida imposible a Batman, Robin e incluso a Azrael, que seguía entrenándose en la Batcueva. Durante varios días (en tiempos internos de la trama), el Caballero Oscuro se enfrentó a buena parte de los fugados, incluidos Mr. Zsasz y el Joker, hasta que llegó a un punto de agotamiento que lo hacía especialmente vulnerable. Fue entonces cuando, en Batman núm. 497, dibujado por Aparo, Bane llegaba a la Mansión Wayne y, tras propinar una soberana paliza a su adversario, le rompía la espalda y lo postraba en una silla de ruedas.
Decía O’Neil en una entrevista que la idea de incapacitar a Bruce Wayne había surgido de una conversación con el guionista Peter Milligan en que ambos se plantearon qué pasaría si el millonario cedía el testigo de Caballero Oscuro a otro personaje. Al parecer, ninguno de los dos concretó más, pero en La caída del murciélago se realizó con sumo éxito el experimento. No obstante, el sustituto de Wayne no iba a ser su heredero natural, Nightwing, sino aquel personaje recién creado tan acorde con el momento que vivía la industria: Azrael. Así, los lectores asistieron al debut de un Batman nuevo, armado hasta los dientes y ataviado con una armadura de aspecto poco práctico que recorría la ciudad más en busca de venganza que de justicia. De hecho, resultó especialmente memorable la conclusión de la primera parte de La caída del Caballero Oscuro, cuando Jean-Paul derrotó a Bane a su peculiar forma en Batman núm. 500.
Un momento. ¿La primera parte? Efectivamente, los planes para Azrael no se limitaban a una colaboración puntual. La trama se extendería durante casi dos años en que Valley seguía haciendo de las suyas mientras Bruce Wayne buscaba la forma de recuperarse de la lesión infligida por Bane. Era, en definitiva, un momento complicado para el personaje que contrastaba con la luminosidad que acababa de llegar de otro medio, la televisión, y más concretamente, del campo de la animación.
Fran San Rafael.
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne
No obstante, en DC Comics no estaban dispuestos a que sus superhéroes de toda la vida dejaran de ser relevantes ante el empuje comercial de Image Comics, editorial recién creada por dibujantes jóvenes de primera fila que habían salido en estampida de Marvel tras desavenencias económicas con la Casa de las Ideas. Así pues, el mismísimo Hombre de Acero se vio sumido en una saga titulada La muerte de Superman que, en enero de 1993, culminaba con la épica batalla en plena Metropolis en que Juicio Final y él se mataban mutuamente a puñetazo limpio. Había comenzado una tendencia doble: la de los golpes de efecto que llamaran la atención sobre los cómics de siempre y la de la aplicación de los eventos editoriales circunscritos a una sola franquicia. La muerte de Superman había abarcado los cuatro títulos mensuales del Último Hijo de Krypton amén de Liga de la Justicia de América, donde también aparecía habitualmente, y todos habían funcionado como una sola colección de cadencia semanal. El experimento seguiría durante muchos meses, con un sentido funeral, la repentina aparición de aparentes sustitutos con mucho que ocultar y el regreso triunfal de Kal-El. Y mientras todo esto se desarrollaba, O’Neil lanzaba un especial titulado La venganza de Bane. Escrito por Chuck Dixon, ya consolidado por su aportación a las miniseries de Robin, y Graham Nolan, colaborador habitual de O’Neil, aquel cómic nos presentaba a un villano nuevo que jamás había visto la luz del Sol, ya que se había criado en una cárcel inexpugnable de la república centroamericana de Santa Prisca, un país corrupto con un sistema jurídico un tanto peculiar. El padre de Bane, cuyo nombre auténtico se desconocía, había sido un revolucionario que se había escapado de las autoridades, así que fue su hijo quien, a pesar de su tierna edad, lo sustituyó en prisión. Ya adulto, Bane lograba lo imposible fugándose de aquel horror con un plan en mente: demostrar que era mejor que Batman.
Si La muerte de Superman había tenido un título descriptivo, La caída del Caballero Oscuro no se quedaba atrás. Y al ver que DC Comics había tenido la valentía de matar a su primer superhéroe, los lectores se preguntaban si serían capaces de hacer lo mismo con el segundo. Después de meses de preparativos, la saga empezó en mayo en Batman núm. 492 y se extendió durante medio año en este título y también en Detective Comics. Con autores como los propios Dixon y Nolan y otros como Jim Aparo o Norm Breyfogle, la acción se sucedió sin pausa desde el momento en que Bane llegaba a Gotham City, abría las puertas del Asilo Arkham y liberaba a todos sus reclusos, que no tardaban en hacer la vida imposible a Batman, Robin e incluso a Azrael, que seguía entrenándose en la Batcueva. Durante varios días (en tiempos internos de la trama), el Caballero Oscuro se enfrentó a buena parte de los fugados, incluidos Mr. Zsasz y el Joker, hasta que llegó a un punto de agotamiento que lo hacía especialmente vulnerable. Fue entonces cuando, en Batman núm. 497, dibujado por Aparo, Bane llegaba a la Mansión Wayne y, tras propinar una soberana paliza a su adversario, le rompía la espalda y lo postraba en una silla de ruedas.
Decía O’Neil en una entrevista que la idea de incapacitar a Bruce Wayne había surgido de una conversación con el guionista Peter Milligan en que ambos se plantearon qué pasaría si el millonario cedía el testigo de Caballero Oscuro a otro personaje. Al parecer, ninguno de los dos concretó más, pero en La caída del murciélago se realizó con sumo éxito el experimento. No obstante, el sustituto de Wayne no iba a ser su heredero natural, Nightwing, sino aquel personaje recién creado tan acorde con el momento que vivía la industria: Azrael. Así, los lectores asistieron al debut de un Batman nuevo, armado hasta los dientes y ataviado con una armadura de aspecto poco práctico que recorría la ciudad más en busca de venganza que de justicia. De hecho, resultó especialmente memorable la conclusión de la primera parte de La caída del Caballero Oscuro, cuando Jean-Paul derrotó a Bane a su peculiar forma en Batman núm. 500.
Un momento. ¿La primera parte? Efectivamente, los planes para Azrael no se limitaban a una colaboración puntual. La trama se extendería durante casi dos años en que Valley seguía haciendo de las suyas mientras Bruce Wayne buscaba la forma de recuperarse de la lesión infligida por Bane. Era, en definitiva, un momento complicado para el personaje que contrastaba con la luminosidad que acababa de llegar de otro medio, la televisión, y más concretamente, del campo de la animación.
Fran San Rafael.
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Batman - Capítulo 23: La "resurrección" de Bruce Wayne