El 10 de julio de 2014, DC Comics anunció un cambio en el equipo creativo de Batgirl, poniendo punto y final a la notable estancia de Gail Simone como guionista de la colección. El relevo acarreaba la promesa de aportar un tono más optimista y luminoso a las aventuras de un personaje golpeado por la vida que necesitaba reconectar con su identidad civil. Y los encargados de asumir dicha misión fueron Cameron Stewart y Brenden Fletcher como guionistas, y la debutante Babs Tarr como dibujante, contando con la ayuda del primero en la planificación de página y el abocetado.
“Barbara nunca ha tenido una vida normal, y ahora tan solo quiere encontrar su propio camino. Divertirse un poco y vivir como una de chica de 21 años en una gran ciudad”. Así resumió Stewart el punto de partida de esta nueva etapa, que implica el traslado de la heroína a Burnside, vecindario cool y trendy de Gotham donde poder centrarse en sus estudios de posgrado, sumergirse por primera vez en la cultura juvenil y explorar la vida social de la ciudad. Pero en su intento de llevar una vida normal surgirán diferentes obstáculos que tendrá que afrontar como Batgirl, luciendo una apariencia acorde a este nuevo enfoque: un uniforme de diseño plausible —confeccionado con materiales procedentes de boutiques y tiendas vintage del barrio— “que refleja su juventud y su estilo”. El propio de quien no siente necesidad de ocultarse entre las sombras, como atestigua el selfie que ilustra la portada de este tomo. Y lo cierto es que la respuesta a este nuevo look no podría haber sido más entusiasta, dando lugar a numerosos homenajes en forma de disfraces e ilustraciones compartidas por los fans en convenciones de cómics y cuentas de Tumblr.
Más allá del aspecto remozado de Batgirl, esta nueva etapa se antoja especialmente atractiva por el modo en que se integran de forma orgánica los cambios experimentados en la vida de Barbara con su caracterización, desarrollada a lo largo de los años. Como apunta Stewart, “Barbara Gordon siempre ha sido asociada a ordenadores y tecnología. Y la explosión masiva de las redes sociales parecía una extensión natural de aquello por lo que es conocida”. Lejos de lo anecdótico, esta alusión cobrará especial importancia argumental, pero también narrativa, dando lugar a algunos de los pasajes más curiosos de un apartado gráfico nominado a los Premios Eisner 2015 en la categoría de mejor dibujante/entintador.
Dice Brenden Fletcher que esta etapa “mezcla los mejores elementos de Veronica Mars y Girls, con un toque de Sherlock”; referencias televisivas que prometen intrigas detectivescas, dosis de comedia y pinceladas de slice of life para definir un enfoque moderno y desenfadado con el que han conquistado a una nueva generación de lectores, dejando atrás la oscuridad y los traumas que han marcado la vida de Barbara. Porque según Stewart, “puede tener un pasado oscuro, sin que ello condicione su presente”. Ni un brillante futuro que comienzan a escribirse en este tomo.
David Fernández
Artículo publicado originalmente como introducción del tomo Batgirl: La Chica Murciélago de Burnside. ¡Ya a la venta!
“Barbara nunca ha tenido una vida normal, y ahora tan solo quiere encontrar su propio camino. Divertirse un poco y vivir como una de chica de 21 años en una gran ciudad”. Así resumió Stewart el punto de partida de esta nueva etapa, que implica el traslado de la heroína a Burnside, vecindario cool y trendy de Gotham donde poder centrarse en sus estudios de posgrado, sumergirse por primera vez en la cultura juvenil y explorar la vida social de la ciudad. Pero en su intento de llevar una vida normal surgirán diferentes obstáculos que tendrá que afrontar como Batgirl, luciendo una apariencia acorde a este nuevo enfoque: un uniforme de diseño plausible —confeccionado con materiales procedentes de boutiques y tiendas vintage del barrio— “que refleja su juventud y su estilo”. El propio de quien no siente necesidad de ocultarse entre las sombras, como atestigua el selfie que ilustra la portada de este tomo. Y lo cierto es que la respuesta a este nuevo look no podría haber sido más entusiasta, dando lugar a numerosos homenajes en forma de disfraces e ilustraciones compartidas por los fans en convenciones de cómics y cuentas de Tumblr.
Más allá del aspecto remozado de Batgirl, esta nueva etapa se antoja especialmente atractiva por el modo en que se integran de forma orgánica los cambios experimentados en la vida de Barbara con su caracterización, desarrollada a lo largo de los años. Como apunta Stewart, “Barbara Gordon siempre ha sido asociada a ordenadores y tecnología. Y la explosión masiva de las redes sociales parecía una extensión natural de aquello por lo que es conocida”. Lejos de lo anecdótico, esta alusión cobrará especial importancia argumental, pero también narrativa, dando lugar a algunos de los pasajes más curiosos de un apartado gráfico nominado a los Premios Eisner 2015 en la categoría de mejor dibujante/entintador.
Dice Brenden Fletcher que esta etapa “mezcla los mejores elementos de Veronica Mars y Girls, con un toque de Sherlock”; referencias televisivas que prometen intrigas detectivescas, dosis de comedia y pinceladas de slice of life para definir un enfoque moderno y desenfadado con el que han conquistado a una nueva generación de lectores, dejando atrás la oscuridad y los traumas que han marcado la vida de Barbara. Porque según Stewart, “puede tener un pasado oscuro, sin que ello condicione su presente”. Ni un brillante futuro que comienzan a escribirse en este tomo.
David Fernández
Artículo publicado originalmente como introducción del tomo Batgirl: La Chica Murciélago de Burnside. ¡Ya a la venta!