Eccediciones
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52

 Cuando en 2005 las mentes pensantes de DC Comics orquestaron un evento de las proporciones de Crisis Infinita, no solo pretendían rendir tributo al vigésimo aniversario de una obra tan representativa como Crisis en Tierras Infinitas –y, de paso, a los 70 años de la editorial–, sino también propiciar un significativo cambio del statu quo argumental; hasta el punto de que las consecuencias de la trama ideada por Geoff Johns se hicieran sentir en cada rincón del Universo DC. Así pues, finalizada la serie limitada, todas las colecciones publicadas lucieron un logo en el que se podía leer “Un Año Después” (One Year Later, en su edición original), que implicaba el planteamiento de un flashforward narrativo de 365 días desde su desenlace: lapso temporal lo suficientemente significativo como para apreciar el verdadero alcance de esta pequeña revolución.

Pero, ¿cómo llegaron todos y cada uno de los personajes al nuevo punto de partida? Teniendo en cuenta lo drásticos que resultaron algunos de los cambios operados, sumados a la amplitud de este universo ficcional, se imponía la necesidad de planificar a conciencia una hoja de ruta que otorgara coherencia a dichas alteraciones. Y para ello, desde la editorial se sacaron de la manga una sorprendente idea: publicar una colección con cadencia semanal y duración anual que, titulada 52 –precisamente el número de semanas que integran cada año– se centrara en analizar semejante periodo de transición, caracterizado por la ausencia de la particular “trinidad” formada por Superman, Batman y Wonder Woman. Una ausencia que, lejos de implicar en modo alguno cierta pérdida de la “heroicidad”, reivindicó el papel, la valía y el carisma de numerosos personajes, dejando patente la “profundidad de banquillo” del Universo DC. En este sentido, el carácter coral de la colección –en la que desempeñan un importante papel personajes tan variados como Booster Gold, Ralph Dibny, René Montoya, Adam Strange, Black Adam, Lex Luthor o Animal Man, entre otros– facilitó el establecimiento de diferentes líneas argumentales que, finalmente interrelacionadas, permitieron enriquecer sobremanera la continuidad de la editorial, arrojando luz y taquígrafos sobre las razones que condujeron a cada nueva situación, decisión y misterio.

Como se puede desprender de las líneas precedentes, el proyecto era conceptualmente original y muy arriesgado, pero contaba con el aval de calidad y la tranquilidad que confiere estar guionizada por algunos de los grandes “arquitectos” de DC Comics: Grant Morrison, Geoff Johns, Greg Rucka y Mark Waid, con la ayuda de un Keith Giffen que además se encargó de abocetar cada entrega de la colección. Un elenco de ensueño, completado con la aportación de un equipo rotativo de dibujantes encabezado por Joe Bennett, Chris Batista, Eddy Barrows y Patrick Olliffe, además de estrellas invitadas como Adam Hughes, Howard Chaykin, J.G. Jones, Brian Bolland o George Pérez, encargadas de dibujar los “Orígenes Secretos” escritos por Waid.

Tras haber reeditado Crisis Infinita durante el pasado mes de julio, desde ECC Ediciones tomamos la decisión de hacer lo propio con su continuación lógica, de forma que a partir de octubre comenzaremos a recopilar 52 en una edición que entendemos como definitiva: serán un total de cuatro volúmenes encuadernados en cartoné que, con cadencia bimestral, volverán a situar este título en las estanterías de las librerías; así, los lectores tendrán ocasión de disfrutar de nuevo –o descubrir por primera vez– una obra firmada por algunos de los autores más reconocidos del medio, que además de erigirse en punto de inflexión de la historia reciente del Universo DC, resulta perfectamente representativa no solo de su sentido de la épica, sino también de su vasta riqueza.

David Fernández